Enviado por Jessica Calderon
En estudios anteriores, se determinó que algunos pesticidas pueden incrementar el riesgo de que las personas desarrollen el Mal de Parkinson. Ahora, unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, han descubierto que la fuerza de dicho riesgo depende del perfil genético de cada individuo que, en la mayoría de las poblaciones expuestas a pesticidas, podría incrementar entre dos y seis veces más las probabilidades de que una persona desarrolle esta enfermedad severa.En un estudio anterior, publicado el 24 de enero de 2013, el equipo de la UCLA descubrió un vínculo entre el Mal de Parkinson y el pesticida benomyl, un fungicida que ha sido prohibido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. En aquel estudio se encontró que el benomyl impide que la enzima aldehído deshidrogenasa (ALDH) convierta aldehídos (compuestos orgánicos que son altamente tóxicos para las células de dopamina en el cerebro) en agentes menos tóxicos, contribuyendo de ese modo a incrementar el riesgo de contraer La enfermedad de Parkinson.
Para el nuevo estudio, los investigadores de la UCLA pusieron a prueba más pesticidas, y constataron que once de ellos también inhibían la ALDH e incrementaban el riesgo de desarrollar el Mal de Parkinson, incluso a niveles de pesticida mucho menores que los que se usan actualmente. Así lo denuncia Jeff Bronstein, profesor de neurología en la UCLA y miembro del equipo de investigación.
El equipo también descubrió que las personas con una variante genética común del gen ALDH2 son particularmente sensibles a los efectos de pesticidas inhibidores de la ALDH y son de dos a seis veces más proclives a desarrollar el Mal de Parkinson cuando están expuestos a estos pesticidas que aquellas personas que no poseen la variante.
Los resultados de este nuevo estudio se han presentado a través de la revista académica Neurology, de la Academia Estadounidense de Neurología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario