Enviado por Gibran Toledo
El volcán Kawah Ijen es uno de los lugares más increíbles del planeta Tierra. Situado en Indonesia, cuenta con 2.600 impresionantes metros de altura. Este estratovolcán, con forma cónica y un perfil realmente escarpado, es una auténtica belleza visual por sus explosivas erupciones.
Las erupciones del Kawah Ijen no solo son un auténtico espectáculo visual. Las llamaradas y gases que brotan de sus entrañas, con un increíble azul eléctrico, son además producto de fenómenos químicos que se producen en el interior de este volcán indonesio.
Los colores de una llama pueden variar en función de la composición química que presenten. Podríamos, por ejemplo, cubrir una calabaza con sodio para que al flamearla, adquiera un curioso color amarillo. Si por contra aplicáramos ácido bórico, la llama resultante sería verde.
Algo similar ocurre en el volcán Kawah Ijen. A pesar de que el azufre presenta un tono amarillo pálido a temperatura ambiente, algo cambia cuando aplicamos calor. Este fenómeno precisamente es el que produce el cambio de coloración a gases de azul increíblemente eléctrico, la erupción de los gases sulfurosos se produce al elevadísimas precisiones y temperaturas, cercanas a los 600ºC.
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