Enviado por Cristian Silvette
A veces, el sexo puede llegar a matar, sobre todo cuando la competencia por transmitir los genes obliga a realizar intensas y maratonianas sesiones de apareamiento que duran entre 12 y 14 horas. Esto es lo que acaba de comprobar un equipo de científicos australianos al descubrir una nueva especie de marsupial, parecido a un ratón, que muere tras copular de manera frenética, según publican en la revista Zootaxa.
Esta criatura tiene un pelaje anaranjado, pero su larga cola y sus patas de color negro han llevado a los investigadores a catalogar la nueva especie como Antechinus de cola negra. En ella los machos afrontan un destino fatal después de aparearse: literalmente, mueren por exceso de sexo antes de cumplir un año de vida. "Cuando tienen 11 meses todos los machos mueren", asegura el Dr. Andrew Baker, de la Universidad de Tecnología de Queensland.
El periodo de apareamiento dura tan solo unas pocas semanas, y se produce en los meses de otoño e invierno austral. Después, los machos mueren por estrés sexual. "[La nueva especie] probablemente sigue el patrón típico de Antechinus, en el que todos los machos mueren antes de cumplir un año de edad ", explicó Baker a ABC News.
La competición que surge entre los machos de esta familia de marsupiales, las agresiones entre ellos y la hiperactividad a la que están sometidos en periodos de cría provocan la muerte de estas criaturas.
Según señalan los investigadores, la tensión a la que están sometidos para conseguir que su material genético pase a la nuevas generaciones provoca infecciones, hemorragias internas, una desintegración de los tejidos del cuerpo y, finalmente, la muerte. Además, su sistema inmunitario también se debilita debido a que no se alimentan durante el frenético periodo de apareamiento.
"Es un poco angustioso verlos morir", asegura la bióloga Diana Fisher de la Universidad de Queensland, "Su piel se cae. Parecen muy enfermos y se tambalean. A veces tienen gangrenas debido a que su sistema inmune deja de funcionar", apunta.
Fue en el año 2013 cuando Diana Fisher desveló que la competición del esperma impulsa la "reproducción suicida" y provoca la muerte por estrés en algunos marsupiales australianos y, en menor medida, en los sudamericanos, dejando de lado la teoría de que los machos morían por puro altruismo al entregar alimentos a sus crías.
En su descubrimiento Fisher detalló que "cada apareamiento puede durar de 12 a 14 horas y lo hacen una y otra vez". Además, destacó que si sobreviven a este acontecimiento, "después son estériles".
Aún se desconoce el número exacto de ejemplares de esta especie, que se cree que habita solamente en las zonas altas y húmedas del Parque Nacional Springbrook, situado cerca de las zonas montañosas de la región de Gold Coast. Los investigadores tratan de incluir al nuevo marsupial dentro de la lista de especies en peligro de extinción.
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