Enviado por Brenda Fragoso
¿Buscando una explicación para las pesadillas recurrentes, como salir de casa sin su pantalón o perder los dientes? Una nueva investigación sugiere que se puede culpar al campo magnético terrestre, en lugar de una infancia reprimida, de acuerdo a la revista New Scientist.
Darren Lipnicki, un psicólogo que anteriormente trabajaba en el Centro de Medicina Espacial en Berlín, Alemania, encontró una correlación entre los sueños mas extravagantes y los extremos locales en la actividad geomagnética, analizando registros durante 8 años.
Otros estudios han vinculado la baja en la actividad geomagnética con aumentos en la producción de melatonina, una potente hormona que ayuda a configurar el reloj circadiano del organismo. Así, sobre la base de pruebas anecdóticas de que los suplementos de melatonina utilizados como una ayuda para dormir pueden causar desfases en los sueños, Lipnicki se pregunta si los campos magnéticos locales podrían inducir los mismos efectos.
Barómetro extravagante
Entre 1990 y 1997, mantuvo un minucioso registro de las noches con sueños, acumulando un total de 2387 cuentas por escrito durante sus años de adolescencia. "Siempre quise hacer ciencia con ellos", afirmo.
Para el estudio, se diseñó una puntuación de cinco valores para calificar el sistema de estos sueños extraños. En el extremo inferior, los sueños son totalmente representativos de la realidad; "Estoy sentado en una mesa haciendo la tarea de matemáticas o de física", por ejemplo.
Sueños en el numero tres que podrían ocurrir, pero parecen poco probables. Por ejemplo: "Un amigo está en el patio de mi casa, sobre la construcción de una plataforma de madera de 7 pies de alto".
Los sueños más extraños que había registrado Lipnicki tenían poca o ninguna conexión con la realidad: "Yo era un extranjero varado en la costa con un mono que habla Inglés y una mujer que de repente se hizo pequeña, casi del tamaño de una muñeca. Entonces yo aparecía en casa".
Resultados de ensueño
Lipnicki observo la actividad geomagnética diaria en Perth, Australia, donde el vivía entonces. La escala llamada índice k, cuantifica la actividad geomagnética local, y se incluyeron sólo los días que anotó en los extremos de este índice. Este registro señalo 66 días de baja actividad geomagnética y 70 días de alta actividad.
Al analizar estas cifras, Lipnicki descubrió una correlación estadística entre los sueños extravagantes y la actividad geomagnética, con sueños raros que ocurren en días con una menor actividad geomagnética.
Por supuesto, esta correlación no prueba que la actividad magnética de la Tierra determina si soñamos con un mundano día en el parque o algo más parecido a un viaje de LSD. Sin embargo, un mayor y mejor estudio controlado puede valer la pena de realizar afirma Lipnicki. "En esta etapa, es sólo cuestión de llevar esta día mas allá", concluye.
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