martes, 3 de octubre de 2017

Ácidos nucléicos

Este grupo de biomoléculas son de gran importancia en el avance del conocimiento del desarrollo de la estructura y función los seres vivos, sobre todo en los aspectos de la reproducción celular, de la conservación de la información y herencia genética, y del control de las funciones celulares.


Se les puede conceptuar de varias maneras, pero en general se les concibe como macromoléculas naturales, polímeros de nucleótidos de una cadena (ARN) o dos cadenas (ADN), cuya función principal es la de contener y permitir la transcripción y traducción de la información genética (código genético), para la elaboración de proteínas, sustancias importantes para la estructura y funcionamiento de las células. Es importante destacar que los nucleótidos son las unidades estructurales (monómeros) a partir de los cuales se forman las largas cadenas de ácidos nucleicos, por ello, es necesario desarrollar un concepto sobre estas sustancias.


Nucleótidos
Son moléculas formadas por un azúcar, una base nitrogenada y un radical fosfato. El azúcar puede ser ribosa en los ribonucleótidos, o desoxirribosa en los desoxirribonucleotidos; la diferencia entre estos azúcares es que la primera tiene un grupo —OH en la posición 2’ y la segunda sólo hidrógeno. Los carbonos de estos azúcares se numeran como primos debido a que los de las bases nitrogenadas a los que se unen llevan una numeración natural.

Bases nitrogenadas
Son compuestos derivados de la purina o de la pirimidina. Las púricas son adenina y guanina; y las pirimídicas son citosina, timina y uracilo.

Algunos nucleótidos como monómeros cumplen funciones específicas como el adenosín trifosfato (ATP), que es la molécula energética de los organismos.


El adenosín monofosfato (AMP) cíclico sirve como mensajero desde la membrana celular al interior de la célula y otros que actúan como parte de coenzimas o en procesos tales como la fotosíntesis.


Sin embargo, su papel más llamativo lo cumplen como elementos de construcción de los ácidos nucleicos: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y ácido ribonucleico (ARN). Éstos contienen la información genética que se transmite de una generación a otra y permiten su expresión en la síntesis de proteínas.

Ácidos nucleicos
En los ácidos nucleicos el azúcar de un nucleótido se une al azúcar del siguiente a través de un grupo fosfato formando un eje (o esqueleto) común. Las bases de los nucleótidos unidos de esta manera quedan perpendiculares al eje mencionado.

El emparejamiento de bases da lugar a la formación de una doble hélice, estructura helicoidal constituida por dos hebras que corren en sentidos opuestos. Estos pares de bases aportan dos mecanismos, siendo uno de ellos el responsable de copiar la información genética de una cadena del ADN existente para formar una nueva cadena doble y otro para pasar información a una cadena de ARN.

Diferencias fundamentales entre los ácidos nucleicos:
El ADN tiene las bases adenina, guanina, timina y citosina; mientras que el ARN en lugar de timina tiene uracilo.

El ADN está formado por dos cadenas de nucleótidos mientras que el ARN es de cadena sencilla.

El carbohidrato (monosacárido –pentosa de 5C- en ADN es la Desoxirribosa y en ARN, la Ribosa).

Una característica extraordinaria de las moléculas de ADN que se dan en la naturaleza es su longitud. Una molécula de ADN debe constar de muchos nucleótidos para portar la información genética necesaria incluso para los organismos más sencillos.

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