Enviado por Fernanda Calihua Vázquez
El simple hecho de nadar en aguas infectadas por la ameba es suficiente para que penetre en el organismo y alcance el cerebro de la víctima, donde provoca una meningoencefalitis amebiana primaria, una enfermedad que afecta al sistema nervioso central y que en la mayoría de los casos es mortal. Así, y según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, de las 128 personas infectadas por el organismo en dicho país entre 1962 y 2012, solo una consiguió sobrevivir.
Habitualmente, la Naegleria fowleri se encuentra en agua dulce templada, como lagos, ríos y aguas termales, aunque también puede estar en la tierra, o en piscinas en las que el agua no haya sido tratada con cloro de forma adecuada. Se desarrolla mejor a temperaturas altas, normalmente hasta un máximo de 46ºC, aunque puede sobrevivir cortos periodos a temperaturas superiores, y también puede permanecer en los sedimentos de lagos o ríos a temperaturas inferiores a las que se encuentra en el agua.
Síntomas de la infección por Naegleria fowleri
Los síntomas iniciales de la infección por Naegleria fowleri o ameba come-cerebros –y que se presentan alrededor de cinco días tras la exposición al organismo– son semejantes a los de una meningitis bacteriana, y suelen incluir fiebre, dolor de cabeza, náuseas o vómitos. Posteriormente aparece rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio, falta de atención, alucinaciones y convulsiones. La enfermedad progresa muy rápidamente y el paciente fallece entre 1 y 12 días tras la aparición de los primeros síntomas.
Aunque se han probado distintos medicamentos para combatir la infección que han resultado eficaces en el laboratorio, en los riesgos y tomar medidas para prevenirla. Así, en el caso de que te guste nadar en agua dulce templada y no clorada, como lagos, pantanos y ríos:
· Evita hacerlo en las épocas en que la temperatura del agua sea alta o cuando el nivel del agua esté bajo.
· No remuevas el sedimento cuando estés realizando actividades en zonas con agua dulce templada poco profundas.
· No sumerjas la cabeza bajo el agua para evitar que ésta penetre en la nariz, sobre todo si se trata de aguas termales que no hayan sido tratadas.
Además, irrigar las fosas nasales con agua corriente contaminada también permite a la ameba come-cerebros penetrar en el organismo. Por ello, para irrigar, lavar o enjuagar los senos nasales utiliza únicamente agua destilada o estéril, o que haya sido previamente filtrada (con un filtro adecuado de poro con un micrón o menos de tamaño absoluto), o hiérvela primero durante uno a tres minutos y enfríala.
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