miércoles, 22 de octubre de 2014

El agua o el sol ¿que fue primero?

Enviado por Carlos Brayan Garcia Briseño

El agua fue crucial para el surgimiento de la vida en la Tierra y además es importante para evaluar la posibilidad de vida en otros planetas. Identificar la fuente original del agua de la Tierra es clave para entender cómo se crean los entornos propicios para la vida y la probabilidad que existe de que encontremos esos ambientes en otros lugares.

Un nuevo trabajo de un equipo en el que se encuentra Conel Alexander, del Carnegie Institution for Science, encontró que mucha del agua de nuestro Sistema Solar probablemente fue antes hielo que se formó en el espacio interestelar. El trabajo ha sido publicado en la revista Science.

El agua se encuentra a lo largo de todo nuestro Sistema Solar. No sólo en la Tierra, sino en cometas y lunas de hielo, y en las cuencas sombrías de Mercurio. Se ha hallado agua en muestras de minerales de los meteoritos, en la
luna y en Marte.
Los cometas y los asteroides en particular, al ser objetos primitivos, constituyen una "cápsula del tiempo" natural de las condiciones en los inicios de nuestro Sistema Solar. El hielo que contienen puede decir a los científicos algo acerca del agua congelada que rodeó al Sol después de su nacimiento, el origen hasta ahora era una pregunta sin respuesta.

En su juventud, el Sol estaba rodeado por un disco protoplanetario, la llamada nebulosa solar, de la cual los planetas nacieron. Pero los investigadores no tenían claro si el hielo en ese disco se originó en la propia nube molecular interestelar que dio origen al Sol, o si esa agua interestelar había sido destruida y formada de nuevo a partir de las reacciones químicas que se registraron en la nebulosa solar.

¿Por qué es importante? Si el agua en los inicios del Sistema Solar fue heredada principalmente en forma de hielo desde el espacio interestelar, entonces es probable que hielos similares, junto con la materia orgánica prebiótica que contienen, sean abundantes en la mayoría o todos los discos protoplanetarios alrededor de la formación de estrellas", explicó Alexander.

"Pero si el agua en los comienzos del Sistema Solar fue en gran medida el resultado de procesos químicos locales durante el nacimiento del Sol, entonces es posible que la abundancia de agua varíe considerablemente en la formación de los sistemas planetarios, lo cual podría, obviamente, tener implicaciones en el potencial para la aparición de vida en otros lugares.

"Nuestros hallazgos muestran que una fracción significativa del agua de nuestro Sistema Solar, el ingrediente más importante para la vida, es más antigua que el Sol, lo que indica que abundantes hielos interestelares ricos en materia orgánica probablemente deberían encontrarse en todos los sistemas planetarios jóvenes", dijo Alexander.

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