sábado, 5 de abril de 2025

El ADN de dos momias de hace 7.000 años revela un linaje humano aislado cuando el Sáhara era verde

Han secuenciado el material genético de dos momias que murieron en el Sáhara cuando era una sábana fértil. Los resultados abren una nueva página del linaje humano.

Un equipo internacional de investigadores dirigido por expertos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, ha secuenciado los primeros genomas antiguos de una época de la historia en la que el desierto más grande del mundo, el Sáhara, era un entorno húmedo similar a una sábana.
Cuando el Sáhara era verde
Hoy en día es un lugar inhóspito; un paisaje árido y difícil, pero en el pasado prehistórico, el Sáhara era una región próspera con aguas cristalinas y un vergel verde y exuberante repleto de vida silvestre. En este escenario, no nos resulta extraño que nuestros ancestros se asentaran allí, pero ¿quiénes eran?
Los arqueólogos descubrieron dos momias que correspondían a dos mujeres que murieron hace unos 7.000 años y fueron enterradas en lo que actualmente es el suroeste de Libia, en el refugio rocoso de Takarkori. Pues el examen de su ADN ha revelado un hallazgo realmente extraordinario: estos antiguos habitantes pertenecían a un linaje humano norteafricano aislado del mundo que vivió durante el llamado Período Húmedo Africano –un período de hace entre 14.500 y 5.000 años atrás. Una rama previamente desconocida del árbol genealógico humano...

Un ADN distinto del esperado

Los genomas de estas dos mujeres no presentan ascendencia subsahariana, lo que sugiere que, contrariamente a interpretaciones previas, el Sáhara Verde no fue un corredor migratorio entre el norte y el África subsahariana. La ascendencia de los individuos del refugio donde fueron halladas las momias proviene principalmente de un linaje norteafricano que divergió de las poblaciones del África subsahariana aproximadamente al mismo tiempo que los linajes humanos modernos que se expandieron fuera de África hace unos 50.000 años.

Este linaje que permaneció aislado representa una continuidad genética que aún persiste en los habitantes norteafricanos contemporáneos, aunque ya no en su forma pura, claro está. Pero no es el único descubrimiento de este estudio. 

Contacto con neandertales

Otro de los factores más llamativos de la secuenciación genética de estas momias es su limitado porcentaje de ADN neandertal. Tienen diez veces menos material genético neandertal que las poblaciones humanas fuera de África, lo que sugiere que, aunque permaneció aislado durante el Sáhara verde, sí mantuvieron ciertos intercambios genéticos con poblaciones externas que sí contaban con ADN neandertal. 

¿Y qué habría llevado a estas poblaciones a no migrar tal y como se pensaba que habían hecho? Los investigadores sospechan que la diversa mezcla de ecosistemas, incluidas las montañas, podría haber constituido una barrera meridional para la migración. Ahora sabemos que el Sáhara verde no sirvió de corredor migratorio entre el norte de África y el África subsahariana.

"El estudio destaca la importancia del ADN antiguo para reconstruir la historia humana en regiones como el África Central y del Norte, lo que respalda las hipótesis arqueológicas", aclara David Caramelli, de la Universidad de Florencia y autor principal del estudio que recoge la prestigiosa revista Nature. La secuenciación genómica de estas momias ha sacado a la luz lo que parece un verdadero Edén perdido, pero aún quedan muchos misterios por resolver en las páginas del linaje humano.


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