martes, 26 de febrero de 2013

Aprendizaje

El aprendizaje es un proceso que conduce a un cambio.

Un cambio en el conocimiento, las creencias, los comportamientos, las actitudes. Sólo si ocurre este cambio, a lo largo del tiempo, hay aprendizaje.

Es resultado de una experiencia, que incrementa el potencial de mejorar en lo que hacemos y nos ayuda a continuar aprendiendo.

Repetimos: el aprendizaje es un proceso, no un producto. Pero, debido a que ese proceso ocurre en la mente del estudiante, no tenemos otra manera de inferirlo que tomar como muestra de ello productos o acciones concretas de los estudiantes. (En llanas palabras: no debemos confundir el examen con el aprendizaje, pero la única manera de asumir que ha ocurrido el aprendizaje es a través de exámenes y de trabajos.)

El aprendizaje, como ya decía Plutarco, no es algo que pueda dárseles a los estudiantes. Más bien es algo que ellos mismos deben hacer. El aprendizaje es el resultado directo de cómo los estudiantes interpretan y responden a sus experiencias.


¿Por qué los estudiantes no logran aplicar lo que les hemos enseñado?

¿Por qué se aferran tanto a sus ideas erróneas?

¿Por qué no se interesan más en lo que a uno mismo le parece fascintante?

¿Por qué creen saber más de lo que realmente saben?

¿Por qué continúan usando las mismas técnicas de estudio que no les son provechosas?

¿Por qué a todos nos puede pasar lo mismo?

¿Por qué?

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