El ser humano ha contribuido a la extinción de especies prácticamente desde que comenzó su andadura por el mundo. Los ejemplos clásicos de especies extintas por la actividad humana son bien conocidos: el águila de Haast, el moa, la paloma migratoria, el cuaga o el tilacino engrosan una lista de especies populares extintas cuyo abanderado es, probablemente, el icónico dodo.
Pero el listado completo es mucho más larga, y aunque lleva sucediendo desde el paleolítico —como el rinoceronte lanudo, el ciervo gigante, el asno europeo o el mamut lanudo—, lo cierto es que la mayor cantidad de extinciones por causa antropogénica son modernas. Y las causas van más allá de la caza masiva o la destrucción del hábitat. El cambio climático antropogénico ya ha provocado la extinción de especies, como el melomy de Bramble Cay, y el mayor factor de pérdida de biodiversidad actualmente es el proceso de invasión biológica; especies como el bilbi menor australiano, el ‘o’o de Kawa’i o el chochín de Lyall encontraron su extinción gracias a la introducción de especies foráneas en sus hábitats.
La creación de la Lista Roja
La mayor autoridad internacional en materia de protección de flora y fauna es la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). En el año 1964, la UICN estableció la ‘Lista Roja de Especies Amenazadas’, también llamada ‘Libro rojo’.
El proyecto arrancó como una especie de catálogo de especies y una categorización de su estado de conservación, que ha ido variando con el tiempo. Sin embargo, hoy es una herramienta muy importante que recopila la información científica disponible sobre conservación, hábitats y amenazas de las distintas especies, con el fin de informar y catalizar la acción para la conservación de la biodiversidad y los cambios en las políticas.
La Lista Roja, por lo tanto, además de informar del estado de conservación de una especie, aporta información sobre su distribución nativa y su hábitat, la ecología, el tamaño y la fragmentación de sus poblaciones, el uso y el comercio de la especie, las amenazas que se ciernen en torno a ella y las distintas acciones de conservación, tanto efectivas como propuestas. Es, pues, una herramienta imprescindible en la toma de decisiones, empleada por todo tipo de agencias gubernamentales y no gubernamentales, investigadores, gestores, organizaciones educativas e incluso por la comunidad empresarial.
La Lista Roja recoge más de 150 000 especies silvestres: más de 62 000 especies de plantas y más de 60 000 de vertebrados se suman a casi 27 000 especies de invertebrados; la minoría restante, menos de 1 000 especies, incluye hongos, algas y otros grupos que han sido menos estudiados.
Las categorías de la Lista Roja
Especies extintas
La Lista Roja, además, agrupa dichas especies en distintas categorías y subcategorías. La categoría más severa es la de especies extintas, que recoge, a su vez, dos estados posibles: totalmente extinta, que implica que no hay duda razonable de que ha fallecido el último individuo, como ocurrió con el dodo; y extinta en el medio natural, que incluye especies de las que solo existen con vida poblaciones en cautividad, como el cuervo hawaiano. El motivo por el que se hace la diferenciación es que una especie que vive en cautividad tiene aún alguna esperanza de recuperación, por baja que sea.
Especies amenazadas
Para las especies no extintas, pero en riesgo de estarlo en un futuro más o menos inmediato, existe la categoría de especie amenazada, que a su vez distingue tres niveles de severidad. El más grave, las especies en peligro crítico, incluye especies que enfrentan un riesgo de extinción extremadamente alto en el medio natural. Una de las especies más emblemáticas de España en peligro crítico es el visón europeo.
Las especies en peligro de extinción también se encuentran en riesgo, pero menor al expresado por el peligro crítico. Estas especies presentan poblaciones más estables pero que aún con altas probabilidades de extinguirse a corto plazo. Probablemente, la especie española más emblemática en peligro de extinción sea el lince ibérico.
El nivel más leve de las especies amenazadas son las clasificadas como vulnerables. El riesgo de extinción es mucho más bajo, pero sigue siendo significativo. Son especies que, aunque en un mejor estado de preservación, siguen necesitando políticas de conservación para su mantenimiento a largo plazo.
Especies no amenazadas
Finalmente, hay una categoría de especies no amenazadas, que incluye, también, dos escenarios posibles. Las especies casi amenazadas, sin estar en peligro real, presentan una tendencia o unas poblaciones que se aproximan a un estado de amenaza. Por otro lado, las especies en preocupación menor son aquellas que, tras la evaluación, no se aprecian indicios de riesgo.
Y aún hay dos listados más: lista de datos insuficientes, que agrupa a especies de las que, tras ser estudiadas, no hay suficiente información para asignarlas en otra categoría; y especies no evaluadas, cuyo nombre habla por sí solo.
Ampliando la Lista Roja
La Lista Roja está en constante actualización. No es extraño que ocasionalmente alguna especie cambie de categoría. Por ejemplo, el lince ibérico originalmente fue clasificado como en peligro de extinción, pero su paupérrimo estado de conservación hizo que en el año 2002 pasase a la categoría de ‘en peligro crítico’. Sin embargo, más recientemente, en 2015, y gracias a los esfuerzos de conservación de la Estación Biológica de Doñana y otros organismos, volvió a reclasificarse en la categoría anterior.
Muchas de las especies evaluadas carecen de información completa; de algunas se desconoce su población global, su tendencia o su distribución real. Constantemente, se actualizan los datos y se amplía esa información. Asimismo, se van evaluando nuevas especies; el próximo objetivo de la IUCN es clasificar 160 000 especies, un aumento de casi 10 000 respecto de las ya clasificadas.
La IUCN clasifica las especies en función de su estado global, pero localmente, puede haber poblaciones en un estado más amenazado de lo que lo está toda la especie. Un animal podría estar en peligro de extinción en España y bien conservado en el norte de Europa. Por eso, cada país puede establecer sus propias Listas Rojas, que evalúen ese estado local, independientemente de su estado en otros lugares.
Bienvenidos al blog de ciencia para pasar el rato, siempre será mejor que ver la tele.
miércoles, 31 de mayo de 2023
miércoles, 24 de mayo de 2023
Tina Turner La reina del Rock
(Annie Mae Bullock; Brownsville, 1938) Cantante estadounidense. Inició su carrera artística junto a su esposo Ike Turner, formando un famoso dúo de soul (River deep, mountain high, 1966; Proud Mary, 1970). Tras su separación en 1978, Tina continuó su carrera en solitario, cosechando brillantes éxitos gracias a la potencia y calidad de su voz. Discos como Let's stay together (1983), Private dancer (1984), Break every rule (1986), Foreign affair (1989), Wildest dreams (1996) y Soul kiss (1998), entre otros, merecerían numerosos premios Grammy; un justo reconocimiento a la labor de esta incansable reina del rock.
Annie Bullock era ya conocida con el nombre artístico de Little Ann antes de contraer matrimonio con Ike Turner, por entonces toda una figura de la música negra en la ciudad de St. Louis. A finales de los años 50 formaron el dúo Ike and Tina Turner, que desde 1959 hasta 1973 desarrollaría una exitosa carrera artística. Ya en 1959 lanzaron sus primeros temas, pero hasta 1961 ninguna de sus canciones logró entrar en listas nacionales.
Ese año tres de sus temas llegaron al top 100 y la crítica los elogió como el grupo de mayor potencial del momento. Las actuaciones mostraban a Ike como un magnífico conocedor de los gustos del público que había sabido evolucionar desde el blues de sus primeros tiempos y adaptarse perfectamente al R&B que exigían los nuevos. Por su parte, la imagen sexy de Tina Turner, la calidad de su voz y su absoluta entrega sobre el escenario complementaban a Ike en perfecta simbiosis; era uno de los mejores dúos de los sesenta.
En 1966 el tema River deep, mountain high, producido por Phil Spector, les proporcionó una amplia proyección internacional. Los siguientes sencillos se mantuvieron en la línea de la pareja y las giras se sucedieron sin apenas interrupciones. Sin embargo, en el plano personal, el dúo Turner no funcionaba tan bien, y terminaría separándose. Ike Turner fue detenido en varias ocasiones, acusado de posesión de estupefacientes, y los conciertos se resentían de su falta de concentración y su mal estado de forma. A mitad de los setenta, Tina tomó la decisión de separarse personal y profesionalmente del hasta entonces su marido y comenzar su propia carrera artística.
Todo parecía indicar que era Ike Turner quien se hallaba en mejor disposición de superar el bache profesional, pero los hechos se encargarían de desmentirlo. En 1975 Tina participó en Tommy, la película de los Who, y grabó el álbum Acid Queen, con poca fortuna comercial. La misma suerte corrió su siguiente trabajo, Rough (1979). Aparentemente condenada al circuito de oldies, su carrera empezó a revitalizarse cuando fue invitada en 1982 a poner su voz en una versión de Ball of confusion del grupo B.E.F., que también produciría una versión del tema Let´s stay together (1983), de Al Green.
Pero el suceso importante de 1982 fue el éxito del disco Let's dance: producido con el apoyo de David Bowie, supuso el regreso de Tina a la condición de superestrella. Su lugar en el primer plano de la música internacional quedó definitivamente consolidado con el triunfo arrollador de su álbum Private Dancer (1984), del que a principio de la década de los noventa se llevaban vendidos más de diez millones de copias. Su fama seguiría creciendo tras interpretar un papel en la película de Mad Max II. Su sencillo We don´t need another hero fue incluido en la banda sonora del filme.
Su siguiente éxito fue Break every rule (1986), un álbum en el que estaban presentes invitados de la talla de Phil Collins o Steve Winwood y al que siguió una gira de catorce meses alrededor del mundo. En 1988 vio la luz Live in Europe, con colaboradores también importantes como Eric Clapton, David Bowie, Bryan Adams y el bluesman Robert Cray. En 1989 volvió a arrasar en las listas de medio mundo con el elepé Foreign affair, que contenía sencillos como The best o I don´t wanna lose You, y entró en los noventa con nuevas ventas millonarias.
Simply the best - Compilation se publicó en 1991 y What´s love got to do with it en 1993; en ellos mantuvo la línea musical y la imagen que siempre la han caracterizado. Pese a los rumores sobre su posible retirada, las giras internacionales se sucedían, y en 1995 interpretó el tema central del filme Golden eye, una nueva entrega de la saga James Bond. A principios de abril de 1996 se editó el álbum Wildest dreams (grabado en el Reino Unido bajo la producción de Trevor Horn), anticipo de su tour británico.
Con más de sesenta años y aún en plena forma, Tina Turner anunció su retirada en el verano del año 2000 desde su residencia de Zurich (Suiza). Antes del adiós definitivo realizó una dilatada gira de despedida que recorrió los Estados Unidos y varios países europeos: un total de 95 actuaciones en las que la electrizante cantante de Tennesse demostró su inagotable capacidad para entusiasmar al público.
Annie Bullock era ya conocida con el nombre artístico de Little Ann antes de contraer matrimonio con Ike Turner, por entonces toda una figura de la música negra en la ciudad de St. Louis. A finales de los años 50 formaron el dúo Ike and Tina Turner, que desde 1959 hasta 1973 desarrollaría una exitosa carrera artística. Ya en 1959 lanzaron sus primeros temas, pero hasta 1961 ninguna de sus canciones logró entrar en listas nacionales.
Ese año tres de sus temas llegaron al top 100 y la crítica los elogió como el grupo de mayor potencial del momento. Las actuaciones mostraban a Ike como un magnífico conocedor de los gustos del público que había sabido evolucionar desde el blues de sus primeros tiempos y adaptarse perfectamente al R&B que exigían los nuevos. Por su parte, la imagen sexy de Tina Turner, la calidad de su voz y su absoluta entrega sobre el escenario complementaban a Ike en perfecta simbiosis; era uno de los mejores dúos de los sesenta.
En 1966 el tema River deep, mountain high, producido por Phil Spector, les proporcionó una amplia proyección internacional. Los siguientes sencillos se mantuvieron en la línea de la pareja y las giras se sucedieron sin apenas interrupciones. Sin embargo, en el plano personal, el dúo Turner no funcionaba tan bien, y terminaría separándose. Ike Turner fue detenido en varias ocasiones, acusado de posesión de estupefacientes, y los conciertos se resentían de su falta de concentración y su mal estado de forma. A mitad de los setenta, Tina tomó la decisión de separarse personal y profesionalmente del hasta entonces su marido y comenzar su propia carrera artística.
Todo parecía indicar que era Ike Turner quien se hallaba en mejor disposición de superar el bache profesional, pero los hechos se encargarían de desmentirlo. En 1975 Tina participó en Tommy, la película de los Who, y grabó el álbum Acid Queen, con poca fortuna comercial. La misma suerte corrió su siguiente trabajo, Rough (1979). Aparentemente condenada al circuito de oldies, su carrera empezó a revitalizarse cuando fue invitada en 1982 a poner su voz en una versión de Ball of confusion del grupo B.E.F., que también produciría una versión del tema Let´s stay together (1983), de Al Green.
Pero el suceso importante de 1982 fue el éxito del disco Let's dance: producido con el apoyo de David Bowie, supuso el regreso de Tina a la condición de superestrella. Su lugar en el primer plano de la música internacional quedó definitivamente consolidado con el triunfo arrollador de su álbum Private Dancer (1984), del que a principio de la década de los noventa se llevaban vendidos más de diez millones de copias. Su fama seguiría creciendo tras interpretar un papel en la película de Mad Max II. Su sencillo We don´t need another hero fue incluido en la banda sonora del filme.
Su siguiente éxito fue Break every rule (1986), un álbum en el que estaban presentes invitados de la talla de Phil Collins o Steve Winwood y al que siguió una gira de catorce meses alrededor del mundo. En 1988 vio la luz Live in Europe, con colaboradores también importantes como Eric Clapton, David Bowie, Bryan Adams y el bluesman Robert Cray. En 1989 volvió a arrasar en las listas de medio mundo con el elepé Foreign affair, que contenía sencillos como The best o I don´t wanna lose You, y entró en los noventa con nuevas ventas millonarias.
Simply the best - Compilation se publicó en 1991 y What´s love got to do with it en 1993; en ellos mantuvo la línea musical y la imagen que siempre la han caracterizado. Pese a los rumores sobre su posible retirada, las giras internacionales se sucedían, y en 1995 interpretó el tema central del filme Golden eye, una nueva entrega de la saga James Bond. A principios de abril de 1996 se editó el álbum Wildest dreams (grabado en el Reino Unido bajo la producción de Trevor Horn), anticipo de su tour británico.
Con más de sesenta años y aún en plena forma, Tina Turner anunció su retirada en el verano del año 2000 desde su residencia de Zurich (Suiza). Antes del adiós definitivo realizó una dilatada gira de despedida que recorrió los Estados Unidos y varios países europeos: un total de 95 actuaciones en las que la electrizante cantante de Tennesse demostró su inagotable capacidad para entusiasmar al público.
Tomado de: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Tina Turner». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/turner_annie.htm [fecha de acceso: 24 de mayo de 2023]. Reproducido sin fines de lucro, todos los derechos reservados a sus respectivos autories
jueves, 4 de mayo de 2023
La constelación más brillante del firmamento
También llamada Ursa Major, la Osa Mayor es una de las constelaciones más conocidas e importantes de la historia astronómica. Una de sus principales características es que es visible durante todo el año en el hemisferio norte.
“LA OSA MAYOR ES UN ASTERISMO DE LA CONSTELACIÓN DE LA OSA MAYOR. ES UNA DE LAS FORMAS ESTELARES MÁS FAMILIARES DEL CIELO BOREAL Y UNA ÚTIL HERRAMIENTA DE NAVEGACIÓN”, INFORMA EL SITIO SPACE.
“LOS ASTERISMOS SON GRUPOS PROMINENTES DE ESTRELLAS QUE FORMAN PATRONES PERO SON MÁS PEQUEÑOS QUE UNA CONSTELACIÓN, O INCLUSO FORMAN PARTE DE ELLA. SUELEN SER FÁCILES DE ENCONTRAR PORQUE LAS ESTRELLAS ESTÁN CERCA UNAS DE OTRAS Y TIENEN APROXIMADAMENTE EL MISMO BRILLO”.
Un poco de historia
La Osa Mayor se menciona en el Antiguo Testamento (Job 9:9; 38:32) y en la Ilíada, de Homero (xviii, 487). Los griegos identificaron esta constelación con la ninfa Calisto, que fue colocada en los cielos por Zeus en forma de osa junto con su hijo Arcas como «guardián del oso», o Arcturus; los griegos llamaron a la constelación Arctos, la osa, o Hélice, por su giro alrededor de Polaris, la estrella polar.
Los romanos la conocían como Arctos u Osa. Para los hindúes, estas siete estrellas representaban a los siete Rishis (o Sabios). Dos de las estrellas de la constelación, Dubhe y Merak, reciben el nombre de punteros porque la línea Merak-Dubhe apunta a la Estrella Polar.
¿Cómo se llaman las estrellas de la Osa Mayor?
La Osa Mayor tiene ocho estrellas. Siete son visibles a simple vista, mientras que la octava es una estrella doble visible que sólo es detectable en una zona despejada y con buena visión.
Las estrellas que componen el asterismo de la Osa Mayor son Alkaid, Mizar, Alioth, Megrez, Phecda, Merak y Dubhe.
Según Rick Raasch, de la Sociedad Astronómica de Texas, Mizar fue la primera estrella doble descubierta a través de un telescopio, en 1662; también fue la primera estrella fotografiada, en 1857; y también tiene el récord de ser la primera estrella identificada como binaria espectroscópica, en 1889.
Por otro lado, Ptolomeo catalogó ocho estrellas de la constelación. De ellas, las siete más brillantes constituyen una de las figuras más características del cielo boreal; el grupo ha recibido diversos nombres: Septentriones, el Carro, el Arado, la Osa Mayor y el Carro de Carlos.
La Osa Mayor se compone de 511 galaxias en total, pero solo unas pocas se ven bien. Con ayuda de telescopios de aficionados se pueden apreciar la Galaxia del Cigarro (M82, NGC 3034) y la Galaxia de Bode (M81, NGC 3031).
¿Dónde se ubica la Osa Mayor?
La Ursa Major es visible en latitudes entre 90° N y 30° S. Es la tercera constelación más grande, ya que cubre 1280 grados cuadrados o el 3,10% del cielo nocturno. Los observadores en el hemisferio norte pueden verla todas las noches durante todo el año.
La Osa Mayor está en lo alto del cielo durante los meses de primavera y cerca del horizonte durante el otoño, en el hemisferio norte. En el hemisferio sur, el asterismo se ve mejor de abril a junio en las regiones al norte de la latitud 25° S.
El Carro (o «el Arado» o «el Vagón») es el asterismo de la Osa Mayor, el patrón prominente de estrellas que es más pequeño que la propia constelación. En caso de que lo quieras ver, busca la figura del tazón con un asa. Además de ser el patrón más reconocible en el cielo, está formado por estrellas que forman la cola y los cuartos traseros de la Osa Mayor.
Para encontrar a la Osa Mayor en el cielo puedes utilizar aplicaciones como Star Walk 2, o Sky Tonight, que funcionan de manera muy similar. Solo toca el icono de la lupa y escribe «Osa» en el campo de búsqueda. Pulsa en el primer resultado y después en el icono de destino para ver su posición actual en el cielo.
En la mitología griega, la Osa Mayor representa a Calisto; una hermosa ninfa y cazadora de la que se enamoró Zeus, el dios del cielo. Zeus engendró al hijo de Calisto, Arcas, y por celos, Hera, la esposa de Zeus, convirtió a Calisto en un oso y la obligó a pasar el resto de su vida vagando por el bosque. Años más tarde, el hijo de Calisto, Arcas, se convirtió él mismo en un gran cazador. Un día, se encontró con un oso en el bosque y lo persiguió sin saber que la verdadera identidad del oso era su madre. Zeus detuvo a Arcas justo antes de lanzar su lanza para matarla. Para protegerla, Zeus levantó a Callisto por la cola hacia el cielo, estirándola a una longitud anormal.
Existen numerosas versiones de este mito. En una versión de la historia, tanto Callisto como Arcas fueron arrojados al cielo, convirtiéndose en Ursa Major y Ursa Minor (“Little Bear”). Se vieron obligados a rodear la estrella polar y nunca se les permitió descansar bajo el océano, lo que explica por qué la constelación es visible en el hemisferio norte durante todo el año.
“LA OSA MAYOR ES UN ASTERISMO DE LA CONSTELACIÓN DE LA OSA MAYOR. ES UNA DE LAS FORMAS ESTELARES MÁS FAMILIARES DEL CIELO BOREAL Y UNA ÚTIL HERRAMIENTA DE NAVEGACIÓN”, INFORMA EL SITIO SPACE.
“LOS ASTERISMOS SON GRUPOS PROMINENTES DE ESTRELLAS QUE FORMAN PATRONES PERO SON MÁS PEQUEÑOS QUE UNA CONSTELACIÓN, O INCLUSO FORMAN PARTE DE ELLA. SUELEN SER FÁCILES DE ENCONTRAR PORQUE LAS ESTRELLAS ESTÁN CERCA UNAS DE OTRAS Y TIENEN APROXIMADAMENTE EL MISMO BRILLO”.
Un poco de historia
La Osa Mayor se menciona en el Antiguo Testamento (Job 9:9; 38:32) y en la Ilíada, de Homero (xviii, 487). Los griegos identificaron esta constelación con la ninfa Calisto, que fue colocada en los cielos por Zeus en forma de osa junto con su hijo Arcas como «guardián del oso», o Arcturus; los griegos llamaron a la constelación Arctos, la osa, o Hélice, por su giro alrededor de Polaris, la estrella polar.
Los romanos la conocían como Arctos u Osa. Para los hindúes, estas siete estrellas representaban a los siete Rishis (o Sabios). Dos de las estrellas de la constelación, Dubhe y Merak, reciben el nombre de punteros porque la línea Merak-Dubhe apunta a la Estrella Polar.
¿Cómo se llaman las estrellas de la Osa Mayor?
La Osa Mayor tiene ocho estrellas. Siete son visibles a simple vista, mientras que la octava es una estrella doble visible que sólo es detectable en una zona despejada y con buena visión.
Las estrellas que componen el asterismo de la Osa Mayor son Alkaid, Mizar, Alioth, Megrez, Phecda, Merak y Dubhe.
Según Rick Raasch, de la Sociedad Astronómica de Texas, Mizar fue la primera estrella doble descubierta a través de un telescopio, en 1662; también fue la primera estrella fotografiada, en 1857; y también tiene el récord de ser la primera estrella identificada como binaria espectroscópica, en 1889.
Por otro lado, Ptolomeo catalogó ocho estrellas de la constelación. De ellas, las siete más brillantes constituyen una de las figuras más características del cielo boreal; el grupo ha recibido diversos nombres: Septentriones, el Carro, el Arado, la Osa Mayor y el Carro de Carlos.
La Osa Mayor se compone de 511 galaxias en total, pero solo unas pocas se ven bien. Con ayuda de telescopios de aficionados se pueden apreciar la Galaxia del Cigarro (M82, NGC 3034) y la Galaxia de Bode (M81, NGC 3031).
¿Dónde se ubica la Osa Mayor?
La Ursa Major es visible en latitudes entre 90° N y 30° S. Es la tercera constelación más grande, ya que cubre 1280 grados cuadrados o el 3,10% del cielo nocturno. Los observadores en el hemisferio norte pueden verla todas las noches durante todo el año.
La Osa Mayor está en lo alto del cielo durante los meses de primavera y cerca del horizonte durante el otoño, en el hemisferio norte. En el hemisferio sur, el asterismo se ve mejor de abril a junio en las regiones al norte de la latitud 25° S.
El Carro (o «el Arado» o «el Vagón») es el asterismo de la Osa Mayor, el patrón prominente de estrellas que es más pequeño que la propia constelación. En caso de que lo quieras ver, busca la figura del tazón con un asa. Además de ser el patrón más reconocible en el cielo, está formado por estrellas que forman la cola y los cuartos traseros de la Osa Mayor.
Para encontrar a la Osa Mayor en el cielo puedes utilizar aplicaciones como Star Walk 2, o Sky Tonight, que funcionan de manera muy similar. Solo toca el icono de la lupa y escribe «Osa» en el campo de búsqueda. Pulsa en el primer resultado y después en el icono de destino para ver su posición actual en el cielo.
En la mitología griega, la Osa Mayor representa a Calisto; una hermosa ninfa y cazadora de la que se enamoró Zeus, el dios del cielo. Zeus engendró al hijo de Calisto, Arcas, y por celos, Hera, la esposa de Zeus, convirtió a Calisto en un oso y la obligó a pasar el resto de su vida vagando por el bosque. Años más tarde, el hijo de Calisto, Arcas, se convirtió él mismo en un gran cazador. Un día, se encontró con un oso en el bosque y lo persiguió sin saber que la verdadera identidad del oso era su madre. Zeus detuvo a Arcas justo antes de lanzar su lanza para matarla. Para protegerla, Zeus levantó a Callisto por la cola hacia el cielo, estirándola a una longitud anormal.
Existen numerosas versiones de este mito. En una versión de la historia, tanto Callisto como Arcas fueron arrojados al cielo, convirtiéndose en Ursa Major y Ursa Minor (“Little Bear”). Se vieron obligados a rodear la estrella polar y nunca se les permitió descansar bajo el océano, lo que explica por qué la constelación es visible en el hemisferio norte durante todo el año.
La clase de mañana
Universo,
Universo de Mitología
miércoles, 3 de mayo de 2023
Suricatas
El suricata es un pequeño carnívoro, que apenas alcanza el kilogramo de peso y los 50 centímetros de longitud, de los que la mitad corresponden a la cola. Tiene un hocico largo y puntiagudo. El pelaje es de color marrón claro, con cortas franjas paralelas más oscuras en el dorso, con parches negros sobre los ojos y las orejas. El extremo de la cola es negro o rojizo oscuro.
Vive en llanuras secas y arenosas y en zonas rocosas de África austral, en partes del desierto de Kalahari, en Botswana y Sudáfrica. Tiene hábitos diurnos y sociales, y forma grupos de unos veinte individuos, de machos, hembras y crías de diversas edades. Es muy característica la posición erecta sobre las patas traseras de uno de los miembros del grupo mientras los demás buscan alimento, haciendo de guardian para evitar ser sorprendidos por depredadores.
Igualmente, un adulto se encarga de la vigilancia de los pequeños que no se alimentan solos.Los suricatas de guardia emiten casi continuamente leves sonidos para indicar que no hay peligro. La alerta se da mediante breves ladridos y silbidos.
Excavan profundas madrigueras, utilizando las fuertes uñas curvadas de sus garras anteriores que alcanzan los 2 centímetros de tamaño, y como no se alejan demasiado de ellas, los recursos alimenticios de la zona se ven fuertemente mermados, lo que obliga a la colonia a realizar pequeñas emigraciones ocasionales.
Se alimentan de sobre todo de artrópodos y pequeños vertebrados. Son inmunes a ciertos venenos, incluidos los de los escorpiones.
Puede reproducirse varias veces por temporada y en cualquier época del año, con camadas de entre 1 y 5 cachorros, después de una gestación de unas 11 semanas. Los cachorros nacen ciegos y sordos y no saldrán de la madriguera hasta las tres semanas de edad.
Vive en llanuras secas y arenosas y en zonas rocosas de África austral, en partes del desierto de Kalahari, en Botswana y Sudáfrica. Tiene hábitos diurnos y sociales, y forma grupos de unos veinte individuos, de machos, hembras y crías de diversas edades. Es muy característica la posición erecta sobre las patas traseras de uno de los miembros del grupo mientras los demás buscan alimento, haciendo de guardian para evitar ser sorprendidos por depredadores.
Igualmente, un adulto se encarga de la vigilancia de los pequeños que no se alimentan solos.Los suricatas de guardia emiten casi continuamente leves sonidos para indicar que no hay peligro. La alerta se da mediante breves ladridos y silbidos.
Excavan profundas madrigueras, utilizando las fuertes uñas curvadas de sus garras anteriores que alcanzan los 2 centímetros de tamaño, y como no se alejan demasiado de ellas, los recursos alimenticios de la zona se ven fuertemente mermados, lo que obliga a la colonia a realizar pequeñas emigraciones ocasionales.
Se alimentan de sobre todo de artrópodos y pequeños vertebrados. Son inmunes a ciertos venenos, incluidos los de los escorpiones.
Puede reproducirse varias veces por temporada y en cualquier época del año, con camadas de entre 1 y 5 cachorros, después de una gestación de unas 11 semanas. Los cachorros nacen ciegos y sordos y no saldrán de la madriguera hasta las tres semanas de edad.
Grupo: Vertebrados
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Herpestidae
Genero y esepcie: Suricata suricatta
La clase de mañana
El animal de hoy,
Mamiferos
martes, 2 de mayo de 2023
Insulina
LA INSULINA ES UNA HORMONA QUE PERMITE A LAS CÉLULAS DE NUESTRO CUERPO UTILIZAR LA GLUCOSA O AZÚCAR EN SANGRE (PROVENIENTE DE LOS HIDRATOS DE CARBONO) COMO FUENTE DE ENERGÍA.
Para mantener el azúcar en sangre controlada durante la noche, en ayunas y entre comidas, el cuerpo libera un nivel bajo, de fondo de insulina. Cuando come, hay una gran explosión de insulina. Este pico de insulina es necesario para desechar todos los carbohidratos o azúcar que se está absorbiendo de la comida. Todo esto sucede automáticamente.
La insulina se libera continuamente desde el páncreas hacia la corriente sanguínea. A pesar de que la insulina se destruye rápidamente (5-6 minutos) el efecto sobre las células puede durar 1-1/2 horas. Cuando el cuerpo necesita más insulina, los niveles en sangre se elevan rápidamente, y, al contrario, cuando necesita menos, los niveles en sangre caen rápidamente. —La situación es diferente cuando tiene diabetes y está bajo terapia de reemplazo de insulina. Una vez que se inyectó una dosis de insulina, va a absorberse en su corriente sanguínea la necesite o no.
Durante la hora de la comida, se libera un poco de insulina aunque apenas esté oliendo o masticando por primera vez la comida. Esto prepara al cuerpo para recibir la carga de azúcar de la comida. Luego, a medida que come y se digiere la comida, los niveles de azúcar se elevan, lo que causa una ráfaga de insulina. Los niveles de insulina suben rápidamente y llegan a un pico en aproximadamente 45 minutos a 1 hora, antes de volver a caer a los niveles de fondo o basales –La situación es diferente cuando tiene diabetes y está bajo terapia de reemplazo de insulina. Tiene que calcular cuántos carbohidratos va a comer y cuánta insulina necesitará. Y tiene que tratar de imitar la liberación natural de insulina durante la noche, en ayunas (o entre comidas) y a la hora de la comida, con insulina inyectada.
En el caso de la Diabetes tipo 1 y en algunos casos de Diabetes tipo 2, es necesario aplicar insulina para facilitar la utilización del azúcar en sangre y evitar que se acumule, lo que puede tener efectos nocivos para la salud.
Existen diferentes tipos de insulina, de acuerdo a su inicio de acción, el momento en el que alcanzan su punto máximo, y su tiempo de duración.La insulina de acción rápida comienza a actuar aproximadamente 15 minutos después de la inyección, alcanza su punto máximo en aproximadamente una o dos horas después de la inyección y dura entre dos y cuatro horas.
Existen diferentes tipos de insulina, de acuerdo a su inicio de acción, el momento en el que alcanzan su punto máximo, y su tiempo de duración.La insulina de acción rápida comienza a actuar aproximadamente 15 minutos después de la inyección, alcanza su punto máximo en aproximadamente una o dos horas después de la inyección y dura entre dos y cuatro horas.
La insulina regular o de acción corta generalmente llega al torrente sanguíneo dentro de los 30 minutos posteriores a la inyección, alcanza su punto máximo entre dos y tres horas después de la inyección y es efectiva durante aproximadamente tres a seis horas.
La insulina de acción intermedia generalmente llega al torrente sanguíneo aproximadamente de dos a cuatro horas después de la inyección, alcanza su punto máximo de cuatro a 12 horas más tarde y es efectiva durante aproximadamente 12 a 18 horas.
La insulina de acción prolongada llega al torrente sanguíneo varias horas después de la inyección y tiende a reducir los niveles de glucosa hasta 24 horas.
La acción ultralarga llega al torrente sanguíneo en seis horas, no alcanza su punto máximo y dura aproximadamente 36 horas o más.
En las personas con diabetes tipo 1, el páncreas ya no produce insulina. Las células beta se han destruido y necesitan inyecciones de insulina para utilizar la glucosa de las comidas. Las personas con diabetes tipo 2 producen insulina, pero sus cuerpos no responden bien a ella. Algunas personas con diabetes tipo 2 necesitan pastillas para la diabetes o inyecciones de insulina para ayudar a sus cuerpos a utilizar la glucosa como energía.
En las personas con diabetes tipo 1, el páncreas ya no produce insulina. Las células beta se han destruido y necesitan inyecciones de insulina para utilizar la glucosa de las comidas. Las personas con diabetes tipo 2 producen insulina, pero sus cuerpos no responden bien a ella. Algunas personas con diabetes tipo 2 necesitan pastillas para la diabetes o inyecciones de insulina para ayudar a sus cuerpos a utilizar la glucosa como energía.
lunes, 1 de mayo de 2023
Las bacterias: la pieza secreta que hizo posible la evolución de nuestros ojos
Desde el punto de vista de la biología evolutiva, el ojo de los vertebrados es uno de los órganos que despierta más curiosidad y fascinación. El ojo, como órgano visual, ha surgido en distintos grupos animales, de forma independiente en el proceso evolutivo, en numerosas ocasiones.
En el caso concreto del ojo de los vertebrados, su evolución está bastante bien trazada, desde una especie de mancha pigmentaria en la epidermis, capaz de distinguir la luz de la oscuridad, pasando por una concavidad, un recubrimiento de células transparentes y la formación de una lente cristalina. Pequeños pasos evolutivos, lentos, que, adaptación tras adaptación, dotaban al portador de las novedades de ventajas significativas respecto a los órganos heredados de sus ancestros.
No obstante, como en todo conocimiento humano, hay lagunas, puntos específicos donde los sucesos concretos acaecidos son desconocidos. Con buen criterio, el ojo de los vertebrados fue descrito por Charles Darwin como uno de los mayores desafíos para la teoría de la selección natural.
El misterio de la proteína IRBP
Una de las incógnitas está relacionada con la proteína interfotorreceptora de unión al retinol (IRBP, por sus siglas en inglés, interphotoreceptor retinoid-binding protein), que permite la separación física entre las células que captan la luz, o fotorreceptoras, de aquellas que reciclan los retinoides, moléculas involucradas en el proceso de visión, y químicamente relacionados con la vitamina A, las células del epitelio pigmentario de la retina. La separación entre estos dos tipos celulares es un medio mediante el cual los vertebrados son capaces de ver en condiciones de baja iluminación.
Debido al papel central de esta IRBP en el sistema visual de los vertebrados, las mutaciones que suceden en los genes que la codifican suelen desembocar en enfermedades retinianas; en el ser humano, estas enfermedades incluyen la retinosis pigmentaria y la distrofia retiniana. Por ello, las mutaciones tienden a ser rechazadas por el proceso evolutivo, y como consecuencia, los genes responsables suelen tener secuencias muy conservadas en la evolución. Tanto, que estos genes normalmente se utilizan para analizar relaciones evolutivas entre vertebrados. Esta proteína ya debía de estar presente en los ojos de los vertebrados durante el Cámbrico, hace unos 500 millones de años.
Pero la incógnita que encierra este asunto es que no existe un gen homólogo a la IRBP en los invertebrados, y por tanto, tampoco hay proteínas que cumplan su función. Ni siquiera en grupos como los cefalópodos, con unos ojos tan complejos y desarrollados. Hay, por lo tanto, algunos aspectos de determinadas transiciones evolutivas en la formación del ojo vertebrado que parecen ser exclusivas de este grupo, y que no presentan paralelismos en los invertebrados. Ni aun en aquellos evolutivamente más cercanos a los vertebrados, como los equinodermos o los cefalocordados.
En el caso concreto del ojo de los vertebrados, su evolución está bastante bien trazada, desde una especie de mancha pigmentaria en la epidermis, capaz de distinguir la luz de la oscuridad, pasando por una concavidad, un recubrimiento de células transparentes y la formación de una lente cristalina. Pequeños pasos evolutivos, lentos, que, adaptación tras adaptación, dotaban al portador de las novedades de ventajas significativas respecto a los órganos heredados de sus ancestros.
No obstante, como en todo conocimiento humano, hay lagunas, puntos específicos donde los sucesos concretos acaecidos son desconocidos. Con buen criterio, el ojo de los vertebrados fue descrito por Charles Darwin como uno de los mayores desafíos para la teoría de la selección natural.
El misterio de la proteína IRBP
Una de las incógnitas está relacionada con la proteína interfotorreceptora de unión al retinol (IRBP, por sus siglas en inglés, interphotoreceptor retinoid-binding protein), que permite la separación física entre las células que captan la luz, o fotorreceptoras, de aquellas que reciclan los retinoides, moléculas involucradas en el proceso de visión, y químicamente relacionados con la vitamina A, las células del epitelio pigmentario de la retina. La separación entre estos dos tipos celulares es un medio mediante el cual los vertebrados son capaces de ver en condiciones de baja iluminación.
Debido al papel central de esta IRBP en el sistema visual de los vertebrados, las mutaciones que suceden en los genes que la codifican suelen desembocar en enfermedades retinianas; en el ser humano, estas enfermedades incluyen la retinosis pigmentaria y la distrofia retiniana. Por ello, las mutaciones tienden a ser rechazadas por el proceso evolutivo, y como consecuencia, los genes responsables suelen tener secuencias muy conservadas en la evolución. Tanto, que estos genes normalmente se utilizan para analizar relaciones evolutivas entre vertebrados. Esta proteína ya debía de estar presente en los ojos de los vertebrados durante el Cámbrico, hace unos 500 millones de años.
Pero la incógnita que encierra este asunto es que no existe un gen homólogo a la IRBP en los invertebrados, y por tanto, tampoco hay proteínas que cumplan su función. Ni siquiera en grupos como los cefalópodos, con unos ojos tan complejos y desarrollados. Hay, por lo tanto, algunos aspectos de determinadas transiciones evolutivas en la formación del ojo vertebrado que parecen ser exclusivas de este grupo, y que no presentan paralelismos en los invertebrados. Ni aun en aquellos evolutivamente más cercanos a los vertebrados, como los equinodermos o los cefalocordados.
Vertebrados con genes de bacteria
Este fenómeno causa una rareza digna de atención: si se trata de una secuencia genética que tiende a conservarse, y sufre cambios mínimos en el proceso evolutivo, ¿cómo pudo surgir de repente en los vertebrados, y que ningún grupo de invertebrados tenga ni siquiera rudimentos de este gen? ¿Acaso la aparición de este gen es un ejemplo de complejidad irreductible, y los creacionistas tienen razón? Nada más lejos de la realidad.
En lugar de aceptar una respuesta no comprobada como cierta solo porque no hay una explicación contraria, la ciencia invita a investigar, a analizar y a comprobar. Y, movidos por la curiosidad científica, un grupo de investigadores liderado por Chinmay A. Kalluraya, de la Universidad de California en San Diego, ha tratado de rastrear el misterioso origen de este gen. Con éxito.
Los investigadores han obtenido las secuencias conservativas de este gen en más de 900 genomas distintos a lo largo y ancho de todo el árbol de la vida y han localizado un candidato verosímil, una fuente más que probable para el misterioso gen de la IRBP de los vertebrados. Pero no en animales, ni en plantas o en otros organismos eucariotas, sino en bacterias. Específicamente, genes bacterianos de peptidasas. El descubrimiento ha sido recientemente publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Es sabido desde hace años, que algunas bacterias son capaces de depositar sus propios genes en otros seres vivos, en un proceso denominado transferencia horizontal; una especie de transgénesis natural. Ese es el motivo por el que, en la historia evolutiva de los animales, hay un momento puntual en el que un gen completo, complejo y ampliamente conservativo, parece surgir de la nada. Un gen que se mantiene en todos los vertebrados durante más de cinco millones de siglos; un gen que alguna bacteria transfirió a un vertebrado primitivo, que este asimiló, y que le supuso una gran ventaja evolutiva respecto a sus congéneres. La selección natural se encargó, como es habitual, del resto.
Este fenómeno causa una rareza digna de atención: si se trata de una secuencia genética que tiende a conservarse, y sufre cambios mínimos en el proceso evolutivo, ¿cómo pudo surgir de repente en los vertebrados, y que ningún grupo de invertebrados tenga ni siquiera rudimentos de este gen? ¿Acaso la aparición de este gen es un ejemplo de complejidad irreductible, y los creacionistas tienen razón? Nada más lejos de la realidad.
En lugar de aceptar una respuesta no comprobada como cierta solo porque no hay una explicación contraria, la ciencia invita a investigar, a analizar y a comprobar. Y, movidos por la curiosidad científica, un grupo de investigadores liderado por Chinmay A. Kalluraya, de la Universidad de California en San Diego, ha tratado de rastrear el misterioso origen de este gen. Con éxito.
Los investigadores han obtenido las secuencias conservativas de este gen en más de 900 genomas distintos a lo largo y ancho de todo el árbol de la vida y han localizado un candidato verosímil, una fuente más que probable para el misterioso gen de la IRBP de los vertebrados. Pero no en animales, ni en plantas o en otros organismos eucariotas, sino en bacterias. Específicamente, genes bacterianos de peptidasas. El descubrimiento ha sido recientemente publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Es sabido desde hace años, que algunas bacterias son capaces de depositar sus propios genes en otros seres vivos, en un proceso denominado transferencia horizontal; una especie de transgénesis natural. Ese es el motivo por el que, en la historia evolutiva de los animales, hay un momento puntual en el que un gen completo, complejo y ampliamente conservativo, parece surgir de la nada. Un gen que se mantiene en todos los vertebrados durante más de cinco millones de siglos; un gen que alguna bacteria transfirió a un vertebrado primitivo, que este asimiló, y que le supuso una gran ventaja evolutiva respecto a sus congéneres. La selección natural se encargó, como es habitual, del resto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)