Un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano se pierde o desperdicia, llegando hasta 1.3 mil millones de toneladas métricas, según una nueva investigación comisionada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO).
Los investigadores encontraron que, cada año, los consumidores en países ricos desperdician alrededor de 220 millones de toneladas métricas, casi tanto como toda la producción neta de alimentos en África subsahariana. Las frutas, los vegetales, las raíces y los tubérculos tuvieron las mayores tasas de desperdicio de todos los alimentos.
Alimentos desperdiciados, Seúl, Corea, Marzo de 2009
(Foto: temp13rec))
A la vez, 925 millones de personas están hambrientas, y la pobre nutrición tiene un papel en por lo menos la mitad de las muertes de 10.9 millones de niños que ocurren cada año, según estimados de la FAO para 2010.
La pérdida y desperdicio de alimentos viene a ser un gran despilfarro de recursos, incluyendo agua, tierra, energía, trabajo y capital e innecesariamente produce emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.
Para este informe, la FAO contrató los servicios del Instituto sueco para Alimentos y Biotecnología para que realizara dos estudios sobre la extensión y los efectos, causas y prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos - uno para países de ingresos altos y medios y otro para países de bajo ingresos.
El informe fue preparado para Save Food! ("¡Salvemos alimentos!"), un congreso internacional realizado en Dusseldorf, Alemania durante los días 16 y 17 de mayo de 2011 en una feria comercial de la industria internacional de empaquetamiento Interpack2011.
Save Food! busca elevar el conocimiento pública sobre las pérdidas y desperdicios globales de alimentos y del impacto de ellas sobre la pobreza y hambre en el mundo lo mismo que sobre el cambio climático y el uso de los recursos naturales.
Transporte de leche sin refrigeración en el cálido y húmedo Bangladesh.
(Foto: G. Diana / FAO))
El informe distingue entre pérdida y desperdicio de alimentos.
Las pérdidas de alimentos ocurren más frecuentemente en países en desarrollo debido a pobre infraestructura, bajos niveles de tecnología y baja inversión en los sistemas de producción de alimentos.
Por ejemplo, en el mercado central mayorisa en Lahore, Pakistán, los plátanos son comercializados en condiciones no sanitarias, causando peligros a la salud ya que el alimento es manejado y apilado en el suelo próximo al canal, dice el informe, añadiendo: "Esta clase de ambiente en el mercado también determina desperdicios de alimentos ya que las condiciones no sanitarios y el rudo manejo causa deterioro de frágiles productos frescos".
En los países en desarrollo, 40 por ciento de las pérdidas de alimentos ocurre en los niveles de post-cosecha y de procesamiento mientras que en los países industrializados más de 40 de las pérdidas suceden en los niveles de venta al detalle y por los consumidores.
El desperdicio de alimentos es más un problema en países industrializados, donde es más frecuente que los vendedores y los consumidores echen alimentos comestibles en la basura.
El desperdicio per capita por los consumidores está entre 95-115 kilogramos al año en Europa y América del Norte mientras que los consumidores en África subsahariana y del sur y el sureste de Asia botan cada uno solamente 6-11 kg al año.
Frutas y vegetales recuperados de la basura
de un supermercado en Los Ángeles
(Foto: Eric Einem))
El informe ofrece varias sugerencias práctica en como reducir las pérdidas y los desperdicios.
En los países en desarrollo, la cadena de abastecimiento de alimentos podría fortalecers ayudando a que los pequeños granjeros entre en contacto directo con los compradores. El informe también recomienda que tanto los sectors privados como públicos deben invertir más en infraestructura, transportación y en el procesamiento y empaquetamiento.
En países de ingresos medios y altos, las pérdidas y desperdicios de alimentos se deben al comportamiento de los consumidores y a la falta de comunicación entre los diferentes actores en la cadena de abastecimiento.
"Quizás una de las razones más importante del desperdicio de alimentos en el nivel de consumo en países ricos es que las personas simplemente pueden darse el lujo de desperdiciar alimentos", dice el informe.
En el nivel de venta al detalle, el informe encontró que grandes cantidades de alimentos se desperdician debido a los estándares de calidad que sobre-enfatizan la apariencia.
Pero los investigadores se refieren a otros estudios que muestran que los consumidores están dispuestos a comprar productos que no reúnen los estándares de apariencia siempre que sean seguros y tengan buen sabor. El informe agrega que los clientes tienen el poder para influenciar los estándares de calidad y deben ejercerlo.
Los autores sugieren que los productos de la granja podrían venderse más cerca de los consumidores en mercados y tiendas de productores, sin tener que ajustarse a los estándares de apariencia de los supermercados.
Toneladas de alimentos descartados en una localidad remota
en el desierto de Mohave, California.
(Foto: Troy Paiva))
Debe encontrarse buenos usos para alimentos que de otra manera sería descartados. "Las organizaciones comerciales y de caridad podría trabajar con los detallistas para recoger y luego vender o usar productos que habría sido descartados pero que todavía están en buenas condiciones en términos de seguridad, sabor y valor nutritivo", recomienda el informe.
A los consumidores de países ricos generalmente son animados a comprar más alimentos de los que necesitan. Un ejemplo son las promociones "Compre tres, pague dos", mientras que las generosas comidas "listas para comer" producidas por la industria alimenticia es otro ejemplo. Es frecuente que los restaurantes ofrezcan buffets de precios fijos que estimula a que los clientes rellenen sus platos.
Al mismo tiempo, los consumidores en países ricos fallan en planificar apropiadamente sus compras de alimentos, encuentra el informe. Esto significa que con frecuencia tiran alimentos cuando expiran las fechas "consumir mejor si antes".
El informe sugiere que la educación en las escuelas y las iniciativas políticas son posibles puntos iniciales para cambiar las actitudes de los consumidores. "Se debe enseñar a los países de países ricos que botar comida sin necesidad es inaceptable".
"Se debe darles a conocer que dadas las limitadas disponibilidades de recursos naturales, es más efectivo reducir las pérdidas de alimentos que aumentar la producción de alimentos para alientar una creciente población mundial", aconsejan los autores.