Aunque el color de ojos no es determinante en la comunicación, resulta que cuanto más raro sea este más atrae la atención. Y es que ya sabemos que los seres humanos nos sentimos fascinados por los rasgos singulares.
En un mundo en el que más del 50 % de la población mundial posee los ojos de color marrón, es normal que volvamos nuestra mirada con curiosidad y asombro hacia el resto de tonalidades. Pero hay mucho más que tonos de azules en la paleta de colores, y es que los ojos pueden verse negros, violetas y hasta rojos.
Es el color menos raro de entre los raros, pero aún así merece estar en esta clasificación. Según las últimas investigaciones todas las personas con ojos azules descienden de un mismo antepasado común que vivió en la península ibérica hace más de 10.000 años. Desde entonces este gen recesivo ha conseguido transmitirse de generación en generación creando esta bella tonalidad, una tarea complicada si tenemos en cuenta que solo en las últimas 8 generaciones de tu familia posees 128 antepasados.
Ojos verdes Solo el 2% de la población mundial posee esta bonita tonalidad debido a una baja proporción de melanina (tono azulado) y mucho lipocromo (un pigmento de tono amarillento) lo que resulta verde.
Curiosamente este tono es más frecuente en mujeres que en hombres y suele darse en mayor proporción en Europa continental. Aunque es un color raro, no lo es tanto en Hungría donde un 20% de la población disfruta de esta tonalidad, una cifra alta pero insignificante al lado del 80% de la población con ojos verde de Islandia.
Ojos negros
Los ojos negros son resultado de una altísima cantidad de melanina en el iris, haciendo que unos ojos marrones se oscurezcan hasta verse negros. Este color lo tiene 1% de la población mundial y suele darse ciudadanos de ascendencia africana.
Ojos miel – Ambar
Dorados, ambar, miel, este color es difícil de definir pero no es marrón ni castaño claro o avellana. Los ojos de color miel recuerdan a los de los lobos, y son más frecuentes en países como Brasil y ciertas zonas de Asia.
Geneticamente no existe explicación para esta fortuita tonalidad, pero sí se sabe que el responsable del color es nuevamente un alto lipocromo.
Ojos violetas
Este color no existe como tal pues es una extraña mezcla de tonos cobrizos y reflejos azules que crean esta coloración azulada casi violeta. Puede darse con mayor o menor intensidad según la persona y la luz que la rodee. Así ocurría con la famosa actriz Liz Taylor, quien además poseía dos líneas de pestañas, dos particularidades que hicieron de su mirada una de las más famosas de la historia.
Ojos sin iris
No son como los ojos negros, sino más extraños todavía. Están provocados por una enfermedad llamada aniridia, heredable y muy poco frecuente, que afecta a la calidad de la vista y la sensibilidad a la luz. La razón es que los sujetos nacen sin iris, por lo que todo es pupila y por ello se perciben de un negro profundo casi irreal. El inconveniente es que, sin iras no pueden regular el paso de la luz y de ahí sus problemas de visión y fotofobia.
Ojos rojos En los casos severos de albinismo oculocutáneo, debido a la falta total de melanina en el ojo, la luz puede atravesar los tejidos del iris y reflejar la hemoglobina de los vasos sanguíneos de la retina. Esto provoca que los ojos se perciban de color rojo a pesar de ser blancos.
Heterocromía parcial
La heterocromía es una condición poco frecuente en la que el individuo o animal posee un ojo de cada color. Sin embargo existe también la heterocromía parcial en la que un ojo presenta dos colores diferenciados.
Puede que tus ojos no sean los más raros pero son únicos.
Al igual que las huellas dactilares, la configuración del iris muestra un patrón complejo y único que se desarrolla en el feto y que, salvo enfermedad o lesión, se mantiene de por vida. De esta forma la biometría puede asegurar tu identidad a partir del escáner de tu globo ocular.
Así que puede que estos sean los colores de ojos más raros del mundo pero resulta que, incluso si tus ojos son marrones, son únicos.