Enviado por Moises León Sánchez
El cielo con una vista sorprendente y espectacular, como un cuadro surrealista, nos muestra en algunas ocasiones los paisajes más dispares como los de una formación de Nubes Mastodónticas o Mammatus.
No son nubes en sí mismas, sino la forma de presentación de la base de algunas nubes especialmente la Cumolunimbus. Como un conjunto de glóbulos colgados en la parte inferior de una nube de tormenta.
Su color es gis azulado generalmente y del mismo que el de la nube que forman parte o nube huésped. En algunos casos pueden tener un color rojizo a dorado, de acuerdo a la luz del sol. Generalmente se forman en tiempo caluroso y forman parte del telón de un tornado, aunque no lo provocan.
Pueden estar, incluso, a 35 Km de una tormenta. Su impresionante aspecto se debe a corrientes ascendentes y una atmósfera húmeda, que moldean su forma; son el resultado de un proceso de convección en el sentido inverso.
En ese escenario posiblemente exista alguna condición climática fuerte y las mammatus se irán difuminando en un tiempo que puede durar de minutos a horas.
Pero, aunque, su aspecto inquietante y amenazador provoca que, popularmente, su aparición se asocie a la inminencia de severos fenómenos atmosféricos, contrariamente a esta creencia, las nubes mammatus indican el debilitamiento de la tormenta asociada a ellas, o incluso su finalización.
Se pueden observar en todo el mundo menos en la Antártida, con más frecuencia en los trópicos. Son fáciles de observar al mediodía o primera hora de la tarde, cuando el calor del suelo y la actividad convectiva alcanzan su punto máximo Mirando esas imágenes como de un cielo lleno de palomitas de maíz en forma de nubes, volvemos a sorprendernos del planeta en que vivimos.