Los fósiles son los restos de animales y plantas con más de 10.000 años de antigüedad, que están conservados en las rocas sedimentarias, en el ámbar o en el hielo. En la mayoría de los casos, se trata de seres vivos ya extintos y no suelen encontrarse fósiles del organismo completo, sino su esqueleto, cuernos, dientes o huellas.
No todos los organismos muertos o extintos se convierten en fósiles. Además, existen distintos tipos de fosilización, que son procesos complejos que solo se dan cuando ocurren ciertas características químicas que permiten que el organismo o parte de él se conserve. Tal es el caso de la permineralización, la preservación o la compresión.
Los fósiles pueden ser: macrofósiles, cuando tienen tamaño grande (como el fósil de un dinosaurio), o microfósiles, cuando solo pueden ser apreciados por microscopios (como los organismos fósiles unicelulares), y son de gran importancia porque permiten conocer las características y el entorno de seres vivos que habitaron el planeta en otras eras geológicas.
La ciencia que estudia a los fósiles se llama paleontología y una de las especialidades dentro de esta disciplina es la tafonomía, que estudia los procesos de fosilización. Algunos fósiles encontrados a lo largo de la historia permitieron estudiar a organismos como los dinosaurios, los primates y comunidades de bacterias.
Fósiles guías
Los fósiles deben tener más de 10.000 años de antigüedad.
Los fósiles guías, también llamados fósiles director, son aquellos restos de organismos que habitaron la Tierra en un período geológico determinado y que permiten conocer información sobre el estrato rocoso en el que fueron encontrados y entender el proceso geológico del planeta.
Sus características son:Deben poder hallarse en un determinado territorio geográfico y de forma abundante.
Deben tener cierta distribución estrecha temporal, es decir, surgir en un período histórico determinado.
Deben haberse fosilizado hace más de 10.000 años.
En general, son especies que evolucionaron con rapidez y luego se extinguieron en un período corto de tiempo.
Proceso de fosilización
Las huellas que deja un organismo pueden convertirse en fósiles.
La fosilización es un proceso que no suele darse con frecuencia porque, luego de la muerte de un organismo, lo que comúnmente sucede es que comienza a descomponerse y luego emprende el proceso de putrefacción. En casos excepcionales y, sobre todo por condiciones ambientales diversas como la aparición de lava, pantano u otros fenómenos, se puede producir la fosilización.
El proceso de fosilización es muy lento y existen distintos tipos. Uno de los más representativos es la permineralización, un proceso que comienza cuando los restos de un organismo se cubren de sedimento, lo que los protege de las inclemencias del clima y del paso del oxígeno. Es importante mencionar que solamente se suelen fosilizar las partes duras del organismo como dientes, huesos y caparazones, y las partes blandas se desintegran. Una vez eliminadas las partes blandas, los minerales presentes en el sedimento ocupan estos huecos y permiten la fosilización.
También existen las llamadas trazas fósiles, que son los registros o marcas que deja un animal aún con vida, como las huellas o los senderos. El estudio de estas huellas es fundamental para la paleontología ya que permite conocer características e información de los seres que habitaron el planeta Tierra.
En otros casos, puede ocurrir la fosilización del organismo completo, cuando se conserva bajo hielo o queda atrapado en ámbar (resina de los vegetales que se fosiliza y puede atrapar pequeños organismos como insectos o arañas).
La fosilización es un proceso que no suele darse con frecuencia porque, luego de la muerte de un organismo, lo que comúnmente sucede es que comienza a descomponerse y luego emprende el proceso de putrefacción. En casos excepcionales y, sobre todo por condiciones ambientales diversas como la aparición de lava, pantano u otros fenómenos, se puede producir la fosilización.
El proceso de fosilización es muy lento y existen distintos tipos. Uno de los más representativos es la permineralización, un proceso que comienza cuando los restos de un organismo se cubren de sedimento, lo que los protege de las inclemencias del clima y del paso del oxígeno. Es importante mencionar que solamente se suelen fosilizar las partes duras del organismo como dientes, huesos y caparazones, y las partes blandas se desintegran. Una vez eliminadas las partes blandas, los minerales presentes en el sedimento ocupan estos huecos y permiten la fosilización.
También existen las llamadas trazas fósiles, que son los registros o marcas que deja un animal aún con vida, como las huellas o los senderos. El estudio de estas huellas es fundamental para la paleontología ya que permite conocer características e información de los seres que habitaron el planeta Tierra.
En otros casos, puede ocurrir la fosilización del organismo completo, cuando se conserva bajo hielo o queda atrapado en ámbar (resina de los vegetales que se fosiliza y puede atrapar pequeños organismos como insectos o arañas).
Hallazgos fósiles
Pueden encontrarse fragmentos de animales de gran tamaño o fósiles pequeños.
La paleontología trabaja en diferentes lugares del mundo recolectando los restos fósiles que permiten conocer y descubrir algunas verdades acerca de la vida en la Tierra. Al conjunto de fósiles encontrados se lo llama “registro fósil” y la mayoría de estas piezas están expuestas en museos a lo largo del mundo.
Los fósiles suelen hallarse en lechos de rocas sedimentarias y algunas de las zonas del mundo en las que se encontraron fósiles son Messel (en Alemania), el gran valle del Rift (en África), los yacimientos de Liaoning (en China), el parque provincial de los dinosaurios (en Canadá), la zona de la Patagonia (en el sur de América del Sur), entre muchas otras.
Entre los hallazgos de fósiles más destacados están:
La paleontología trabaja en diferentes lugares del mundo recolectando los restos fósiles que permiten conocer y descubrir algunas verdades acerca de la vida en la Tierra. Al conjunto de fósiles encontrados se lo llama “registro fósil” y la mayoría de estas piezas están expuestas en museos a lo largo del mundo.
Los fósiles suelen hallarse en lechos de rocas sedimentarias y algunas de las zonas del mundo en las que se encontraron fósiles son Messel (en Alemania), el gran valle del Rift (en África), los yacimientos de Liaoning (en China), el parque provincial de los dinosaurios (en Canadá), la zona de la Patagonia (en el sur de América del Sur), entre muchas otras.
Entre los hallazgos de fósiles más destacados están:
Lucy. Es un esqueleto homínido, con más de 3,2 millones de años, que fue encontrado en 1974 en Etiopía, África. Era un ser que se desplazaba de forma bípeda y se encontraron fósiles de más de 50 huesos.
Ardi. Es un esqueleto de una hembra y es el hallazgo de homínido más antiguo. Se encontraron restos del cráneo, pies, tobillos y manos en el desierto de Afar en Etiopía, África.
Megalosaurus. Fue el primer dinosaurio en ser nombrado y fue descubierto en el siglo XVIII. Habitó durante el periodo Jurásico en el actual territorio europeo y fue una especie bípeda y depredadora.
Iguanodon. Fue el segundo dinosaurio en ser nombrado y los primeros restos de esta especie se encontraron en 1822. Habitó en Europa y fue un dinosaurio herbívoro.
Diplodocus. Fue un dinosaurio que habitó durante la era Jurásica en el actual territorio de América del Norte. Los primeros restos fueron descubiertos en 1877 y fue una especie de gran tamaño y con cuatro patas.
Tiranosaurio Rex. Fue un dinosaurio carnívoro y bípedo que habitó el actual territorio de América del Norte durante el período Cretácico. El primer fósil fue descubierto a principios del siglo XX y existe una gran cantidad de restos descubiertos de esta especie.
Patagotitan mayorum. Fue un dinosaurio que vivió durante el período Cretácico en el actual territorio de América del Sur. Fue descubierto en 2014 y es el dinosaurio más grande conocido hasta la actualidad. Tenía cuatro patas y era herbívoro.
Archaeopteryx. Fue una especie con alas y plumaje descubierta en 1861 en el actual territorio de Europa. Vivió durante el período Jurásico y su descubrimiento supuso un hito porque marcó una relación entre los dinosaurios y las aves modernas.
Yuka. Es el nombre que se le dio a una cría de mammuthus (animal de gran tamaño similar al elefante) hallada en Siberia en perfecto estado de conservación producto del hielo.
Ardi. Es un esqueleto de una hembra y es el hallazgo de homínido más antiguo. Se encontraron restos del cráneo, pies, tobillos y manos en el desierto de Afar en Etiopía, África.
Megalosaurus. Fue el primer dinosaurio en ser nombrado y fue descubierto en el siglo XVIII. Habitó durante el periodo Jurásico en el actual territorio europeo y fue una especie bípeda y depredadora.
Iguanodon. Fue el segundo dinosaurio en ser nombrado y los primeros restos de esta especie se encontraron en 1822. Habitó en Europa y fue un dinosaurio herbívoro.
Diplodocus. Fue un dinosaurio que habitó durante la era Jurásica en el actual territorio de América del Norte. Los primeros restos fueron descubiertos en 1877 y fue una especie de gran tamaño y con cuatro patas.
Tiranosaurio Rex. Fue un dinosaurio carnívoro y bípedo que habitó el actual territorio de América del Norte durante el período Cretácico. El primer fósil fue descubierto a principios del siglo XX y existe una gran cantidad de restos descubiertos de esta especie.
Patagotitan mayorum. Fue un dinosaurio que vivió durante el período Cretácico en el actual territorio de América del Sur. Fue descubierto en 2014 y es el dinosaurio más grande conocido hasta la actualidad. Tenía cuatro patas y era herbívoro.
Archaeopteryx. Fue una especie con alas y plumaje descubierta en 1861 en el actual territorio de Europa. Vivió durante el período Jurásico y su descubrimiento supuso un hito porque marcó una relación entre los dinosaurios y las aves modernas.
Yuka. Es el nombre que se le dio a una cría de mammuthus (animal de gran tamaño similar al elefante) hallada en Siberia en perfecto estado de conservación producto del hielo.
Tipos de fosilización
Los huevos y nidos fosilizados son difíciles de hallar.
Los principales procesos de fosilización son:
Los principales procesos de fosilización son:
Permineralización. Es el proceso de fosilización en el que se precipitan minerales en los poros o huecos de caparazones, huesos o tejidos, lo que permite la conservación de la estructura del animal o vegetal. Estos minerales luego se petrifican.
Moldes naturales. Es el proceso que ocurre cuando queda asentada sobre una roca la forma o estructura de un organismo. En este caso no se fosiliza el organismo en sí sino una impresión, por lo que no se puede hacer un estudio completo del ejemplar, y estos moldes luego suelen rellenarse con otras sustancias. Es un tipo de fosilización que se puede ver en conchas marinas.
Preservación. Es el proceso en el que los restos de un organismo se conservan de forma casi íntegra ya que se recubren de hielo o ámbar. En muchos casos, se conservan tanto las partes duras como los tejidos blandos del animal, por lo que es posible estudiar de forma más profunda al ejemplar.
Compresión. Es el proceso que se da cuando el organismo queda asentado sobre un fondo blando, como arena, y luego es cubierto por otra capa de sedimento.
Tipos de fósiles
Se pueden usar distintos criterios para distinguir los diferentes tipos de fósiles que se encontraron a lo largo de la historia.
De acuerdo a la parte del cuerpo o rastro del ser vivo que se fosiliza, pueden ser:
Se pueden usar distintos criterios para distinguir los diferentes tipos de fósiles que se encontraron a lo largo de la historia.
De acuerdo a la parte del cuerpo o rastro del ser vivo que se fosiliza, pueden ser:
Cuerpos fósiles. Son los restos de un ser vivo (suelen ser huesos, dientes o conchas) que atravesaron un proceso de fosilización y son encontrados mucho tiempo después.
Gastrolitos. Son piedras que ciertos animales, especialmente las aves, ingieren para favorecer su digestión y que son encontradas en el interior del tracto digestivo del animal fosilizado.
Coprolitos. Son el excremento de animal que se fosilizó y que permite estudiar los comportamientos alimenticios del individuo.
Icnofósiles. Son los rastros fosilizados que quedan de un organismo, como huellas, pisadas, huevos, madrigueras o nidos. Este tipo de fósiles permite el estudio del comportamiento de los seres vivos que habitaron la Tierra en otros períodos.
De acuerdo a su tamaño, los fósiles pueden ser:
De acuerdo a su tamaño, los fósiles pueden ser:
Microfósil. Es el fósil que solo puede ser observado a través de un instrumento, como un microscopio.
Macrofósil. Es el fósil que tiene un tamaño mediano o grande y puede ser observado de forma directa sin el uso de un instrumento de observación.
Importancia de los fósiles
El primer paso de algunos tipos de fosilización es la desintegración de las partes blandas.
Los fósiles son una de las principales fuentes de conocimiento para obtener información acerca de la vida en el planeta Tierra durante otras eras. Gracias a ellos, se pudo develar la existencia de especies vegetales y animales ya extintas y se pudo conocer acerca de su comportamiento, modo de vida y distribución territorial. Además, otorgaron información acerca del clima y el ecosistema en el que habitaba cada ser vivo hallado.
La paleontología es la ciencia que se encargó, a lo largo de los siglos, de estudiar a los fósiles y, basándose en la información que los fósiles guías brindaban, pudo establecer cierto orden cronológico en la evolución de la fauna y flora del planeta y obtener información geológica sobre las características de la Tierra a lo largo de los años. Muchos de estos descubrimientos permitieron conocer la existencia de un único supercontinente en el planeta.
Además, los fósiles brindan información que permite deducir las circunstancias ambientales que provocaron la extinción de los organismos encontrados. Así, se cree que algunas de las especies halladas pudieron haberse extinguido por períodos de lluvia intensa, tornados o vientos huracanados, erupciones volcánicas o períodos de enfriamiento o calentamiento global.
Los fósiles son una de las principales fuentes de conocimiento para obtener información acerca de la vida en el planeta Tierra durante otras eras. Gracias a ellos, se pudo develar la existencia de especies vegetales y animales ya extintas y se pudo conocer acerca de su comportamiento, modo de vida y distribución territorial. Además, otorgaron información acerca del clima y el ecosistema en el que habitaba cada ser vivo hallado.
La paleontología es la ciencia que se encargó, a lo largo de los siglos, de estudiar a los fósiles y, basándose en la información que los fósiles guías brindaban, pudo establecer cierto orden cronológico en la evolución de la fauna y flora del planeta y obtener información geológica sobre las características de la Tierra a lo largo de los años. Muchos de estos descubrimientos permitieron conocer la existencia de un único supercontinente en el planeta.
Además, los fósiles brindan información que permite deducir las circunstancias ambientales que provocaron la extinción de los organismos encontrados. Así, se cree que algunas de las especies halladas pudieron haberse extinguido por períodos de lluvia intensa, tornados o vientos huracanados, erupciones volcánicas o períodos de enfriamiento o calentamiento global.
No hay comentarios:
Publicar un comentario