Seguimos, en la línea de la anterior entrega de esta serie de artículos, descubriendo peculariadidades de animales muy comunes.
6. Ácaro
-Hay ácaros tan pequeños (de momento se han identificado 48.000 especies, aunque probablemente haya 10 veces más) que algunos pueden crear una familia en la tráquea de una abeja.
-Si aspiráis vuestra habitación y cogéis media cucharadita del polvo de la bolsa, entonces ahí lo tenéis:1.000 ácaros y 150.000 bolitas de sus excrementos.
7. Gato
-En Estados Unidos existen alrededor de 75 millones de gatos, que son los responsables de la muerte de 1.000 millones de pájaros y 5.000 millones de roedores por año.
-Los gatos pueden orientarse con los bigotes. Cuando extiende las zarpas, las pezuñas duplican su tamaño. A diferencia de los perros, pueden mover los dedos por separado y “preformar” el agarre antes de atacar.
8. Oveja
-Las ovejas atraen a los rayos, así que es mejor no andar cerca de ellas en una tormenta. La lana se carga fácilmente de electricidad estática, como sabe todo aquel que viste jerséis de lana, así que las ovejas sin trasquilar son algo así como pararrayos. O sea, pelorrayos.
-Aunque es cierto que solemos asociar las ovejas a la estupidez, al mimetismo y al gregarismo por su afición a organizarse en rebaños (los que siguen una moda ciegamente son catalogados de rebaño de ovejas), lo cierto es que las ovejas son muy inteligentes y astutas, y poseen también una gran memoria que les permite rostros de otros miembros del rebaño y el de sus pastor durante dos años.
9. Guepardo
-Se parecen a los jugadores de rugby y otros deportes que se practican en grandes estadios iluminados por brillantes focos en las manchas negras que tienen bajo los ojos. Como en aquéllos, los guepardos tienen estas manchas para reducir los destellos del sol sobre la piel y así obtener su excepcional visión otorgada por una raya ancha y sensible en la retina.
-Para contemplar el prodigio de un guepardo desarrollando más de 100 km/h de velocidad, nada como registrarlo en slow motion.
10. Erizo
-Tiene más de 5.000 y son cerdas huecas reforzadas con queratina (la misma sustancia presente en nuestras uñas). Son tan resistentes que podéis levantar a un erizo por una sola espina sin que ésta se rompa.
-La conducta más extraña de los erizos es el “ungimiento”: retorcerse para embadurnarse el lomo con saliva espumosa. Normalmente lo hacen después de masticar la piel tóxica de un sapo, creando así espuma tóxica para sus espinas.
Podéis seguir descubriendo cosas que no sabíais sobre animales que creíais conocer muy bien en la siguiente entrega de esta serie de artículos.
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