martes, 16 de septiembre de 2025

Efímera

Su vida solo dura unas horas

Como su nombre indica, la efímera no tiene una larga vida. Es un insecto muy particular, cuyas numerosas especies constituyen uno de los órdenes más notables. Los adultos poseen dos alas anteriores bien desarrolladas. Por el contrario, el par de alas posteriores es pequeño o incluso puede llegar a faltar. 

El cuerpo, alargado, termina en largas sedas o filamentos llamados cercos. La biología de las efímeras es digna de interés, ya que estos frágiles insectos consagran prácticamente toda su breve existencia a la reproducción. Una vez nacido el insecto, no se alimenta, ya que no tiene boca funcional. Con este dato, se concibe que su vida no pueda durar mucho. 

Las efímeras nacen casi siempre al mismo tiempo y los machos se juntan en enjambres para revolotear en el aire como si de nubes se tratara. Estas concentraciones de machos atraen a las hembras, siendo, cada una de ellas, fecundada por un «bailarín». La pareja se aleja del enjambre para aparearse. El macho muere casi inmediatamente después de la copulación. La hembra vive justo el tiempo necesario para poner los huevos. Sobrevuela el agua y va dejando caer los huevos sin posarse. 


En algunas especies de efímeras, las hembras paren larvas vivientes que han hecho eclosión en el cuerpo materno. El desarrollo de las larvas siempre tiene lugar en el agua. Las larvas comen vegetales y tardan uno o varios años hasta que alcanzan el estado adulto. La ninfa sale del agua para transformarse en el insecto adulto.


Clase: Insectos
Orden: Efemerópteros
Familia: Efemeridos
Género y especie: Ephemera sp.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Trastornos mentales infantiles: Un peligro silencioso

Un trastorno mental es una afección que impacta las emociones, el estado de ánimo, los pensamientos y razonamientos, así como el comportamiento. Para que se considere trastorno mental, debe haber un patrón de síntomas que conduzca a algún nivel de angustia, discapacidad o interferencia con el funcionamiento diario, y un aumento en el riesgo de dolor, sufrimiento o pérdida de libertad.

Se estima que 1 de cada 5 niños (de edades de 1 a 5 años) tiene un trastorno mental que requiere atención de salud. Los problemas de salud mental pueden surgir en cualquier etapa de nuestra vida, comenzando en la infancia. Estos trastornos mentales que pueden ser agudos o crónicos según su duración se manifiestan en el desorden de las ideas y de los sentimientos con trastornos del razonamiento, del comportamiento, de la facultad de reconocer la realidad y de adaptarse a los retos normales de la vida, afectando su calidad de vida en el proceso.

Epigénesis: ¿Qué tan probable es desarrollar un trastorno mental?
La psicopatología del desarrollo es la rama de la ciencia que estudia cómo se desarrollan trastornos mentales. Las experiencias traumáticas de la infancia, maltrato, exposición a la violencia tanto física como psicológica, son factores de riesgo significativos para el desarrollo de alguna anomalía que conduzca a un trastorno mental.

Esto ocurre debido a que todas esas experiencias negativas desencadenas respuestas biológicas fuertes o prolongadas a la adversidad activando diferentes estados neurofisiológicos en nuestro cuerpo que conducen a un mayor estrés oxidativo en las células, que afecta la arquitectura cerebral aún en desarrollo.

Lamentablemente, la mayoría de los niños con problemas de salud mental no reciben servicios. Alrededor del 20% de los niños con problemas de salud mental tendrán dificultades significativas a lo largo de sus vidas, lo que sugiere que los trastornos psicológicos infantiles son duraderos y continúan hasta la edad adulta.

Consecuencias a futuro
Los niños con problemas de salud mental tienen un mayor riesgo de dificultades en la escuela y con sus compañeros, así como desafíos en el empleo en el futuro, problemas de consumo de alcohol y adicciones, ruptura de relaciones, violencia familiar, actividad delictiva, delincuencia juvenil e incluso suicidio.

Criterios de adaptación de Bower
Para conocer si un niño pudiera tener su salud mental comprometida en algún grado, los criterios de adaptación de Bower indican las competencias que normalmente se adquieren durante diferentes etapas del desarrollo:
- Manejo de símbolos: un niño debe acceder al conocimiento y adecuado manejo de los símbolos de su cultura. Esos símbolos son el lenguaje hablado y escrito, las operaciones de cálculo y los modos de comportarse socialmente.
- Aceptación de la autoridad: un niño debe ser capaz de aceptar las reglas y las consecuencias que se derivan de la trasgresión de aquellas. Hay que evitar los extremos como el castigo excesivo o la indisciplina, pues terminan afectando su desarrollo.
- Convivir con los compañeros: el niño normal ha de saber desenvolverse con los niños de su edad sin dejar de ser él mismo. Ha de lograr pertenecer a su grupo y saber relacionarse con los demás miembros viviendo la regla de dar y recibir, que le servirá de entrenamiento para que en la vida adulta sepa vivir bien sus deberes y derechos sociales.
- Regulación de las emociones: el niño debe adquirir el control de su reactividad emocional a los estímulos del ambiente. Este control supone que el signo y la intensidad de sus respuestas emocionales sean congruentes con los estímulos que las producen y a la edad del niño.

Cualquier tipo de trastorno psíquico infantil podrá afectar a una o varias de estas áreas de competencia. La gravedad del trastorno se medirá por la intensidad de la afectación.

Trastornos frecuentes en la infancia según el sexo
Los niños tienen en casi todas las edades más trastornos psíquicos que las niñas (11% por 7%). Los retrasos y dificultades en el aprendizaje afectan más a los niños que a las niñas. Los problemas de personalidad (desequilibrio emocional) son más frecuentes en los niños hasta los 8 años, pero, a partir de esa edad, suelen darse más en las niñas.

En los niños menores de 6 años son más frecuentes los trastornos menores, pero con un buen pronóstico, mientras que los niños mayores de 6 años tienen pocos trastornos, aunque de peor pronóstico.

Los trastornos más frecuentes en los niños incluyen la demanda de atención, hiperactividad, rabietas y mentiras. En las niñas los trastornos más frecuentes incluyen el miedo, timidez y tristeza. En general, los niños tienen más trastornos de conducta y las niñas más trastornos de personalidad. Existe una tendencia en que a los niños les cuesta más que a las niñas adaptarse a los cambios; por eso, sus trastornos psíquicos se dan más en los periodos de cambio.

Todas estas diferencias están influenciadas por las diferencias genéticas y de desarrollo entre hombres y mujeres, y probablemente debido a las diferencias culturales referentes al género.

domingo, 14 de septiembre de 2025

La biología posee una rica acumulación de antecedentes

Este conjunto de conceptos unificadores que forman parte de lo que aquí denominamos “paradigmas globales”, son fuente de otra serie de paradigmas específicos, particulares, que se desprenden de ellos y que nos permiten explicar los cuatro ordenes de problemas que en relación a lo biológico (no a la Biología) se plantearon desde la antigüedad y que son:

1) El problema del conocimiento del cuerpo
2) El problema de la diversidad de los seres vivos.
3) El problema de la generación de los seres vivos.
4) El problema de la noción de vida

Antes del surgimiento de los cuatro paradigmas globales formulados en el siglo XIX, lo que tenemos es una gran acumulación de información, tendiente a resolver los cuatro problemas enlistados, motivo por el que toda esa etapa previa a la formulación de los paradigmas globales le llamaríamos etapa precientífica, o bien pudiera decirse la “prehistoria de la Biología”.

Utilizando un criterio historiográfico, marcamos esta división de forma que la “historia de la Biología” parte del momento en que tenemos ya los paradigmas estructurados, siendo la “prehistoria” toda esa enorme etapa que le antecede, rica en información, plena en descripciones y que puede denominarse “naturalismo”.

En el mundo antiguo hay una inquietud por estos problemas que tienen que ver con la vida y los seres que la poseen; sin embargo, son preocupaciones inconsistentes, por lo que planteamos que en la “prehistoria de la Biología” se desarrolla una búsqueda en esas cuatro grandes líneas o problemas a los que, luego de la constitución de la Biología como ciencia, los paradigmas globales darán respuesta.

sábado, 13 de septiembre de 2025

La Biología como ciencia - 4 Paradigmas-

La Biología se constituye como ciencia hasta el siglo XIX, en un proceso que pudiéramos decir inicia en 1838 con la formulación de la Teoría Celular y que culmina en 1900, con el descubrimiento de las leyes de la herencia. Es en esta etapa cuando se construyen paradigmas de orden superior, esto es, que abordan problemas de carácter general y que por ello denominamos paradigmas globales de la Biología, siendo en este periodo cuando por vez primera contamos con conceptos unificadores de orden general y con posible aceptación universal.

En este orden de ideas, el primer paradigma global es la Teoría Celular formulada por Teodoro Schwann y Matias Jacobo Schleiden, quienes escriben la versión definitiva de su enunciado en 1839.

El segundo paradigma es la Teoría de la Evolución formulada por Charles Darwin en su obra “El origen de las especies” (1859), la cual, aunque es rechazada por ciertos sectores, genera una polémica que ya se da en el seno de una comunidad científica constituida.

El tercer paradigma es la Teoría de la Homeostasis, esto es, de la regulación del medio interno de los organismos, formulada por Claude Bernard y contenida en la obra “Lecciones sobre los fenómenos de la vida comunes a los animales y los vegetales” publicada en 1878.

El cuarto paradigma es la Teoría de la Herencia, planteada por el monje agustino Gregorio Mendel en 1865, en el texto “Experimentos sobre hibridación de las plantas” pero que carece de impacto científico hasta su redescubrimiento en 1900, al haber llegado a esas mismas conclusiones y trabajando por separado Carl Correns, Erich Tschermak y Hugo De Vries.

La vitamina D podría retrasar el envejecimiento

Enviado por

Jesús Leonardo Guerra Sánchez

Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard ha revelado que la vitamina D podría ralentizar el envejecimiento biológico. Los investigadores observaron que la suplementación con esta vitamina ayuda a preservar los telómeros, estructuras clave para la longevidad celular y la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la edad.

La vitamina D y su relación con el envejecimiento celular
Los telómeros, estructuras que protegen los extremos de los cromosomas, actúan como un reloj biológico. A medida que envejecemos, se acortan de forma natural, lo que incrementa el riesgo de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes o problemas cardiovasculares. El estudio VITAL, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, siguió durante cuatro años a miles de personas y demostró que quienes recibieron 2.000 UI de vitamina D3 al día mostraron un acortamiento de telómeros mucho menor que los que tomaron un placebo.

La diferencia fue tan notable que los científicos estimaron que la suplementación evitó el equivalente a casi tres años de envejecimiento biológico. Esto abre la posibilidad de que la vitamina D no solo sea esencial para la salud ósea e inmunológica, como ya se sabía, sino también para la longevidad celular. Según los autores, esta vitamina podría estimular la telomerasa —una enzima que reconstruye los telómeros— y reducir el daño oxidativo del ADN, uno de los principales factores del envejecimiento prematuro.

Para la doctora JoAnn Manson, profesora de Medicina en Harvard y autora principal del estudio, el hallazgo es prometedor: “La vitamina D reduce la inflamación, una de las principales causas del acortamiento de los telómeros y de las enfermedades crónicas del envejecimiento”.

Beneficios potenciales y precauciones necesarias

La investigación apunta a que la suplementación con vitamina D puede convertirse en una estrategia innovadora para retrasar el envejecimiento biológico y reducir la incidencia de enfermedades degenerativas. Los efectos serían especialmente relevantes en personas con altos niveles de inflamación o mayor riesgo de patologías crónicas.

Sin embargo, los expertos advierten que los suplementos no deben considerarse una solución mágica ni un sustituto de un estilo de vida saludable. Una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y la exposición moderada al sol siguen siendo pilares fundamentales para mantener una buena salud. De hecho, los investigadores señalaron que caminar 15 minutos varias veces a la semana bajo la luz solar del mediodía puede aportar suficiente vitamina D sin necesidad de recurrir a suplementos, al menos en personas sin deficiencias marcadas.

El debate sobre qué nivel de vitamina D en sangre se considera “adecuado” continúa abierto. Diferentes países y organismos de salud ofrecen cifras distintas, lo que genera confusión sobre la suplementación óptima. Aunque en este ensayo clínico no se observaron efectos secundarios con 2.000 UI diarias, la ingesta excesiva puede causar hipercalcemia, una acumulación de calcio en la sangre que provoca vómitos, debilidad muscular y problemas renales. Por ello, cualquier suplementación debe hacerse bajo supervisión médica.

Lo que queda por investigar sobre la vitamina D y la longevidad
A pesar de los resultados alentadores, los investigadores de Harvard subrayan que aún se necesitan más estudios para confirmar los beneficios de la vitamina D sobre el envejecimiento y establecer la dosis adecuada para distintos grupos de población. Además, se desconoce si la vitamina D tendría el mismo impacto en personas con niveles sanguíneos normales en comparación con aquellas que presentan deficiencias.

El interés científico en los telómeros y su relación con la longevidad no es nuevo, pero este ensayo marca un paso importante en el campo de la medicina preventiva. Si futuras investigaciones confirman estos hallazgos, la vitamina D podría convertirse en una herramienta accesible para retrasar la aparición de enfermedades propias de la edad avanzada.

Mientras tanto, la recomendación de los especialistas es clara: mantener hábitos saludables y consultar con un médico antes de iniciar cualquier suplementación. El camino hacia una vida más larga y saludable probablemente sea el resultado de una combinación equilibrada de factores y no de un único suplemento.

El estudio de Harvard ofrece nuevas evidencias de que la vitamina D puede ayudar a frenar el envejecimiento celular, preservando los telómeros y reduciendo la inflamación. Aunque los resultados son prometedores, la ciencia aún busca confirmar la dosis y condiciones óptimas para aprovechar su potencial.

viernes, 12 de septiembre de 2025

El Parkinson: Más Allá de los Temblores, una Mirada a su Biología

Cuando pensamos en la enfermedad de Parkinson, la imagen que suele venir a nuestra mente es la de una persona con un temblor incontrolable en las manos. Y aunque este es un síntoma distintivo, el Parkinson es mucho más que eso. Es una enfermedad neurodegenerativa compleja y, para entenderla, debemos ir más allá de los síntomas visibles y adentrarnos en la fascinante, y a la vez trágica, biología que subyace en ella.

¿Qué es el Parkinson a Nivel Biológico? La Clave está en la Dopamina

En su esencia, la enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento causado por la pérdida progresiva de neuronas productoras de una sustancia química vital: la dopamina. Estas neuronas se encuentran en una región del cerebro llamada la sustancia negra.

La dopamina no es solo una "hormona de la felicidad", como a veces se le llama popularmente. En el contexto del movimiento, la dopamina actúa como un mensajero químico (un neurotransmisor) que permite una comunicación fluida entre la sustancia negra y otra área del cerebro conocida como el cuerpo estriado. Esta comunicación es crucial para iniciar y coordinar los movimientos. Piensa en la dopamina como el lubricante que permite que el motor de tu cuerpo, el sistema de movimiento, funcione sin problemas.

En el Parkinson, estas neuronas de la sustancia negra comienzan a morir. Con cada neurona que desaparece, disminuye la producción de dopamina. Cuando se ha perdido entre el 60% y el 80% de estas neuronas, la deficiencia de dopamina se vuelve tan significativa que interrumpe la comunicación con el cuerpo estriado, lo que se manifiesta en los síntomas motores característicos de la enfermedad:

  • Bradicinesia: La lentitud de los movimientos. Tareas cotidianas como abotonarse una camisa o caminar se vuelven extremadamente difíciles.

  • Temblor en reposo: El famoso temblor que ocurre cuando el músculo está en reposo.

  • Rigidez: Una sensación de inflexibilidad en los músculos y las articulaciones.

  • Inestabilidad postural: Dificultad para mantener el equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caídas.

La Acumulación Proteica: El Lado Oscuro de la Biología Celular

Aunque la pérdida de dopamina es el resultado final, la pregunta clave sigue siendo: ¿por qué mueren estas neuronas? La respuesta, en gran parte, reside en una proteína llamada alfa-sinucleína.

En las neuronas de las personas con Parkinson, la alfa-sinucleína, que normalmente es una proteína soluble y funcional, comienza a plegarse de forma incorrecta y a acumularse. Estas proteínas mal plegadas se agrupan, formando lo que los científicos llaman cuerpos de Lewy. Piénsalo como pequeñas "bolas de basura" tóxicas dentro de las células.

Se cree que la formación de estos cuerpos de Lewy interrumpe el funcionamiento normal de la neurona, dañando estructuras vitales como las mitocondrias (las "centrales energéticas" de la célula) y alterando los sistemas de transporte intracelular, hasta que la neurona finalmente colapsa y muere.

La biología del Parkinson no es solo una cuestión de pérdida neuronal; es un intrincado proceso de mal funcionamiento celular, de proteínas que se pliegan de manera anormal y de sistemas de limpieza celular que no dan abasto. Los cuerpos de Lewy no solo se encuentran en la sustancia negra, sino que se distribuyen por varias áreas del cerebro, lo que explica la amplia gama de síntomas no motores que a menudo acompañan a la enfermedad, como la depresión, el estreñimiento, los trastornos del sueño y los problemas cognitivos.

¿Es el Parkinson una Enfermedad Genética?

La mayoría de los casos de Parkinson son lo que se conoce como "idiopáticos", lo que significa que no se conoce una causa específica. Sin embargo, la genética juega un papel importante. Se han identificado varias mutaciones genéticas, como las que afectan a los genes SNCA (que codifica la alfa-sinucleína), LRRK2 y PARK2, que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Estos hallazgos genéticos han sido cruciales para entender los mecanismos biológicos subyacentes, ya que muchos de estos genes están implicados en el procesamiento de proteínas y el funcionamiento de las mitocondrias.

Un Futuro de Esperanza: El Enfoque en la Biología

Actualmente, el tratamiento estándar para el Parkinson, la levodopa, se enfoca en reemplazar la dopamina perdida, lo que ayuda a controlar los síntomas motores. No obstante, este enfoque no detiene la progresión de la enfermedad.

La esperanza para el futuro radica en la comprensión de las bases biológicas. La investigación actual se está centrando en:

  • Terapias que ataquen los cuerpos de Lewy: Desarrollar fármacos que impidan el mal plegamiento de la alfa-sinucleína o que ayuden a la célula a deshacerse de los cuerpos de Lewy.

  • Neuroprotección: Encontrar maneras de proteger las neuronas de la sustancia negra para que no mueran.

  • Terapia génica: Utilizar la genética para corregir las deficiencias subyacentes.

Comprender que el Parkinson es un problema de biología celular, de dopamina deficiente y de proteínas que se agrupan de forma tóxica, nos permite ver la enfermedad con una nueva perspectiva. Ya no es solo un trastorno del movimiento, sino una compleja batalla a nivel molecular dentro del cerebro. Y es en esta batalla, con cada avance científico, donde se encuentra la verdadera esperanza para el futuro de millones de personas.

¿Es primero la observación o el problema?

En cuanto al método, sobre todo en su enseñanza, ha predominado la idea de que el método experimental consiste en una serie de pasos que comienzan con la observación, que consiste en fijar la atención detenidamente en algo que ha despertado nuestro interés, de la cual surge el problema.(formular preguntas sobre lo observado). 

Una vez planteado éste, se inicia la revisión bibliográfica que dará sustento a las hipótesis (explicación tentativa o suposición), que se comprobarán mediante la puesta en práctica de un diseño experimental (plan de actividades a realizar) cuyos resultados permitirán determinar si las hipótesis se ratifican o se rechazan. 

De nuevo se observa que esta concepción incluye las ideas de la curiosidad, objetividad, precisión de las observaciones y rigurosidad del método con el cumplimiento ordenado de sus pasos.

A estas ideas se opone la concepción del conocimiento y las ciencias como procesos dialécticos en los que tanto el sujeto como el objeto se influyen y modifican. Cuando un objeto real se toma como objeto de conocimiento esto se debe a que antes hubo un interés, una necesidad, un proyecto, unos conocimientos y un problema por resolver. Si no existe un conocimiento previo, una mínima teoría, una pregunta, los objetos reales seguirán como tales sin convertirse en objetos de conocimiento. 

Se puede ejemplificar lo anterior tanto como un caso en la historia de la Biología, como con una situación de la vida diaria.

El microscopio se inventó en el siglo XVII. Los microbios y células observadas despertaban curiosidad pero no se transformaron en objetos de conocimiento sino dos siglos después, cuando el trabajo de reflexión teórica permitió plantearse problemas científicos acerca de ellos y culminar en una teoría explicativa. Lo mismo ocurre cuando a los alumnos de secundaria o bachillerato se les pide observar microorganismos por medio del microscopio; si no cuentan con los conocimientos previos, difícilmente podrán dibujar e interpretar sus observaciones y, mucho menos, plantearse problemas. 

Por lo que la observación no puede ser el inicio de una investigación científica, se requiere primero del planteamiento del problema surgido de unos intereses y de un marco teórico previo.

La rigurosidad metodológica no consiste en seguir una secuencia de pasos. De hecho, el proceso de pensamiento no sigue esa secuencia paso a paso, pues hay un ir y venir a lo largo del método. Al plantear el problema inicial seguramente es ambiguo. Por lo tanto es necesario acumular y organizar información para la formulación de la hipótesis, pero también hay que regresar al problema para precisarlo y delimitarlo. Las observaciones en un experimento no llevan de manera directa a unos resultados, sino que con seguridad obligarán a volver sobre el marco teórico y las hipótesis. Ser riguroso en el método científico significa mantener una congruencia con la teoría que guía la investigación y a la luz de la cual se interpretan los resultados.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Cangrejo de los cocoteros

Es terrestre, trepa a los árboles y se reproduce en el mar

El cangrejo de los cocoteros todavía no ha dejado de asombrar a los sabios. Es un animal de gran tamaño, que recibió su nombre debido a su extraña facultad de escalar los troncos de los cocoteros con una facilidad desconcertante. Se sabe que se reproduce en el mar y que sus larvas pasan su existencia en el agua hasta que la metamorfosis les convierte en adultos capaces de afrontar los mil peligros de una vida en tierra firme. 

Esta particularidad no es excepcional y muchas especies de cangrejos llevan una existencia similar. Como respiran el aire atmosférico, los individuos adultos no sienten ninguna necesidad de sumergirse en el agua, siempre que encuentren lugares suficientemente húmedos en tierra. El cangrejo de los cocoteros está tan adaptado a la vida terrestre que una inmersión de un día en el agua puede ahogarle. 

Hoy en día se sabe que la presunta facultad que tiene el cangrejo de los cocoteros de cortar el pedúnculo de las nueces para hacerlas caer al suelo, para comérselas tras haberlas abierto, es una leyenda. La realidad es bien distinta. Efectivamente, el alimento esencial del cangrejo de los cocoteros se compone de materias carnosas en descomposición, que encuentra abundantemente en las playas. 

Cuando puede, se deleita con la pulpa de una nuez de coco abierta por una rata o por una ardilla. Sin embargo, le es imposible recolectar estas nueces y menos aún abrirlas, a pesar de la notable fuerza de sus pinzas. Se ha experimentado con cangrejos de los cocoteros cautivos, que colocados sobre un montón de nueces de coco, ha perecido miserablemente de hambre sin ni siquiera intentar abrir los frutos.

Grupo: Artrópodos

Clase: Crustáceos

Orden: Decápodos

Familia: Cenobítidos

Género y especie: Birgus latro (cangrejo de los cocoteros)