Activista de los derechos civiles desde muy joven, organizó y llevó a cabo diversas actividades pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación, y otros derechos civiles básicos logrando así igualdad de acceso en las bibliotecas, comedores, estacionamientos y autobuses para los negros.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream (Tengo un sueño), una bellísima alocución en favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos, su esperanza de conocer una América fraternal. King y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente John F. Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
El 14 de octubre de 1964, Martin Luther King se convirtió en el galardonado más joven con el Premio Nobel de la Paz, por haber dirigido una resistencia no violenta con el objetivo de eliminar los prejuicios raciales en los Estados Unidos.
El 4 de abril del 1968, el autor de esas palabras -destinadas a convertirse en todo un símbolo para los activistas de los derechos civiles- fue asesinado en un motel de Memphis, en el estado de Tennessee, por un segregacionista blanco que odiaba profundamente a los negros.
Y qué mejor que recordarlo con su discurso más bonito, emotivo, poderoso y memorable, "I have a Dream" (Tengo un Sueño), el sueño que muchos compartimos.
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