Es claro que las condiciones de la Antártida no son las mejores para cultivar comida: no hay mucha luz ni tierra de las que plantas se puedan alimentar.
Pero fue esto, precisamente, lo que lo llamó la atención de un grupo de científicos alemanes que recolectaron su primera cosecha de vegetales cultivados sin tierra, luz solar y pesticidas, dentro de un proyecto que busca ayudar a los astronautas a cultivar alimentos frescos en otros planetas.
Investigadores de la base alemana Neumayer Station III recogieron 3,6 kilos de lechuga, 18 pepinos y 70 rábanos, que crecieron en el interior de un invernadero de alta tecnología mientras la temperatura exterior bajaba a los -20 grados Celsius, en dicho invernadero también se cultivan frutas, que serán complemento a la alimentación de los 10 habitantes de la base alemana.
Lograrlo fue claramente una odisea. Los científicos han trabajado en un laboratorio del tamaño de un contenedor de carga que está equipado con varias tecnologías. Algunas de las que se mencionan en la página web del proyecto son “un sistema avanzado de suministro de nutrientes, un sistema de iluminación LED de alto rendimiento y un sistema de biodetección y descontaminación”.
Además de proveer luz artificial, el sistema dentro del módulo aumenta la cantidad de dióxido de carbono en el aire y lo filtra para apoyar el crecimiento de los vegetales.
Aunque el cultivo hidropónico (que no depende de la tierra, sino de un sustrato inorgánico, y agua con nutrientes como sustrato) es algo muy conocido ( e inclusive se puede poner en práctica en forma casera), esta es la primera vez que se logra un cultivo en condiciones semejantes. Para mayo, los científicos esperan recolectar entre cuatro y cinco kilos de fruta y vegetales por semana, dijo el jueves el Centro Aeroespacial de Alemania (DLR), que coordina el proyecto.
Ante esto, el proyecto EDEN advierte que su gran innovación es que han logrado producir distintos tipos de vegetales que, eventualmente, podrían crecer en Marte o en la Luna. Hierbas, rúcula, lechugas y rábanos rojos son algunas de las exquisiteces.
Aunque la NASA ya logró producir con éxito vegetales en la Estación Espacial Internacional, el proyecto de la Antártida quiere producir un rango más amplio de verduras que quizás algún día puedan cosecharse en Marte o en la Luna, señaló Daniel Schubert, del DLR.
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