La Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 16 de Abril como el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, donde se convoca a todos a tomar conciencia de que lamentablemente, en el 2018 hay muchos pequeños que trabajan en condiciones de explotación quienes son víctimas de tortura, prostituidas, casadas a la fuerza y convirtiéndose en empleados domésticos haciéndoles creer que valen menos que un animal.
¿Que se conmemora?
El asesinato de Iqbal Masih a los 12 años en 1995.
Quien con tan solo cuatro años de edad fue entregado por su padre al propietario de una fábrica de alfombras a cambio de un préstamo que pidió para pagar la boda de su hijo mayor. Desde entonces el pequeño tuvo que trabajar 12 horas diarias para saldar la deuda familiar. Sin embargo, con el paso del tiempo, la deuda no se reducía, sino que aumentaba con los intereses y con los nuevos préstamos que pedía su padre.
Este niño alzó la voz contra la explotación de los más débiles en 1992, hastiado de una vida a la cual fue sometido sin consideración alguna por su condición de ser humano. Este activismo se convirtió de inmediato en una molestia para aquellos empresarios que lucraban con el trabajo infantil, y el 16 de abril de 1995 fue asesinado de un disparo mientras montaba tranquilamente en bicicleta.
El discurso de un niño esclavo:
En sus discursos Iqbal Masih recordaba su propia experiencia como esclavo diciendo lo siguiente:
"Tengo que sentarme en la misma posición durante muchas horas. No me permiten moverme durante mis 12 horas de trabajo. No nos conceden días libres, incluso los niños enfermos no pueden descansar, cuelgan a algunos de mis pequeños compañeros cabeza abajo hasta que enferman mucho más. Nos dan latigazos en la espalda y cabeza cuando dormimos o trabajamos más lento, nos dejan sin comer. Si intentamos escapar nos amenazan con echarnos en aceite hirviendo. Tenemos tanto miedo que no nos atrevemos a ayudarnos los unos a los otros."
Luchador contra la esclavitud infantil.
Iqbal se convirtió en el líder infantil que visibilizaba las condiciones laborales, los horarios, y el régimen de esclavitud en el que aún viven los niños trabajadores en algunos telares. Se hizo mundialmente popular y numerosas asociaciones humanitarias comenzaron a prestar atención a la situación que el gobierno de Pakistán prefería ignorar.
En 1994 ganó el premio "Reebok a la juventud en acción" que reconoce las actividades en pro de la infancia, premio otorgado por la empresa multinacional que paradójicamente utilizaba mano de obra infantil en sus fábricas de Pakistán.
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