Enviado por Fernanda Ramirez
En lo profundo de los bosques lluviosos del Amazonas, habita un insecto cuya picadura, considerada la más dolorosa de todas, es 30 veces mayor al de una abeja o una avispa: la hormiga bala (Paraponera clavata).
Su nombre hace referencia a lo agonizante de su picadura, descrita como similar al disparo de una bala. Quienes han sufrido esta experiencia aseguran que el dolor se siente en todo el cuerpo y uno comienza a sudar y templar. El ritmo cardiaco se acelera y, si fuiste picado más de una vez, es probable que pierdas la conciencia.
Al igual que la abeja, la hormiga bala únicamente libera su veneno al sentirse amenazada. Normalmente, solo un centenar de hormigas ocupan los nidos, los cuales se encuentran en la base de los árboles. La reina es mucho más grande que las trabajadoras, las cuales miden entre 20mm y 30mm de longitud y son las más grandes de entre las hormigas. Su apariencia se asemeja al de una avispa sin alas, con un color negro-rojizo.
Los miembros de la tribu Satere-Mawe en Brasil, emplean a estos amenazantes artrópodos en un ritual para marcar el paso a la adultez. Los niños adolescentes deben portar guantes llenos de hormigas bala y guardar la compostura mientras experimentan terrible dolor.
A pesar de ser extremadamente potente, el veneno de la hormiga bala no es mortal. Al cabo de 24 horas, su ingrediente activo, llamado poneratoxina, abandona el cuerpo. Puesto que casi no contiene alérgenos, el peligro de una reacción histamínica es bajo. Se estima que 2, 250 picaduras serían necesarias para matar a una persona de 74Kg.
No hay comentarios:
Publicar un comentario