Enviado por Diana Laura Soto Tovar
Los humanos, por desgracia, no tenemos la capacidad que tienen animales como los caracoles o las ranas de regenerar las conexiones nerviosas, y muchos estudios han intentado arrojar un poco de luz en este campo.
Ahora, una nueva investigación ha descubierto que p45, una pequeña molécula, podría ser la clave para persuadir a los nervios dañados de que vuelvan a crecer y funcionen con normalidad. Una vía que abriría las puertas a la cura para todo tipo de parálisis.
A lo largo del estudio, dirigido por el Instituto Salk (EEUU) los científicos descubrieron que la molécula p45, de la que carecemos los humanos, promovía la regeneración del nervio; y la p75, que sí poseemos los humanos, en vez de promover la regeneración del nervio, detiene el crecimiento en los nervios dañados. “Esta investigación sugiere que podríamos imitar los procesos de reparación neuronales que se producen de forma natural en los animales inferiores, algo realmente muy fascinante”, afirma Salk Kuo-Fen Lee, líder del estudio.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista PloS Biology, especula sobre la posibilidad de desarrollar terapias para tratar lesiones de médula espinal como pudiera ser la introducción de esta proteína en las neuronas lesionadas o incluso la inserción de una molécula pequeña que actuara de unión entre las dos proteínas p75 con objeto de hacer crecer los nervios y activar las conexiones neuronales.
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