miércoles, 19 de febrero de 2025

Descubren ADN oculto en pergaminos medievales y revelan información jamás vista en documentos históricos gracias a una nueva técnica

 

Los manuscritos medievales guardan más secretos de los que imaginábamos. Hasta ahora, los historiadores y paleógrafos habían centrado su atención en la caligrafía, las ilustraciones y la tinta de estos documentos, pero un nuevo enfoque está cambiando radicalmente el estudio de la historia. Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han logrado extraer ADN de antiguos pergaminos sin dañarlos, abriendo una puerta inesperada al pasado.

Un tesoro biológico en los documentos históricos: El pergamino, utilizado durante siglos como soporte de escritura, es mucho más que un simple medio para transmitir ideas. Fabricado a partir de piel de animales, principalmente ovejas, cabras y vacas, este material conserva información genética de los mismos, convirtiéndose en un testimonio biológico del pasado. Ahora, gracias a un innovador método de extracción de ADN, es posible conocer detalles sobre las especies utilizadas, las condiciones en las que vivían y, potencialmente, las enfermedades que afectaban tanto a los animales como a las poblaciones humanas que los criaban.

Hasta hace poco, obtener esta información requería métodos invasivos que dañaban estos valiosos documentos. Sin embargo, un equipo de investigadores ha perfeccionado una técnica no destructiva que permite extraer material genético sin comprometer la integridad de los manuscritos. Esta innovación está revolucionando el campo de la biocodicología, la disciplina que estudia los rastros biológicos en documentos antiguos.

Adiós a los métodos destructivos: la revolución del cepillo citológico

Anteriormente, los intentos por recuperar ADN de los pergaminos requerían cortar pequeñas muestras del material o frotarlos con gomas de borrar especiales para recoger restos celulares. Estos métodos, aunque efectivos, eran poco prácticos y podían alterar la apariencia de los documentos. Además, el proceso con borradores resultaba tedioso, requiriendo largos periodos de trabajo para analizar un solo manuscrito.

Ahora, los investigadores han recurrido a un objeto inesperado: los cepillos citológicos, normalmente utilizados en pruebas médicas para la detección del cáncer de cuello uterino. Estos pequeños instrumentos, diseñados para recoger células de manera suave y eficaz, han demostrado ser la herramienta perfecta para extraer ADN de los pergaminos sin afectar su apariencia ni estructura.

La técnica consiste en pasar el cepillo por la superficie del documento, recogiendo células sin dejar marcas visibles. Luego, estas muestras son analizadas para extraer y secuenciar ADN mitocondrial, lo que permite identificar con precisión la especie animal de la que proviene el pergamino.

Registros judiciales señoriales: el siguiente gran objetivo

El equipo de investigadores ha puesto su mirada en un tipo particular de documentos que hasta ahora no habían recibido mucha atención: los registros judiciales señoriales. Estos registros medievales, utilizados en los feudos de Europa para documentar juicios, transacciones de tierras, nacimientos y defunciones, presentan una característica única: en muchos casos, fueron ampliados a lo largo de los siglos añadiendo nuevos fragmentos de pergamino cosidos a los originales.

Esto significa que un solo registro judicial señorial (o rollos de los tribunales manoriales) puede contener información genética de diferentes animales a lo largo de varios siglos, lo que lo convierte en un recurso inigualable para estudiar la evolución de la ganadería, la agricultura e incluso las epidemias que afectaron a las comunidades medievales. Los investigadores ya han comenzado a analizar documentos conservados en prestigiosas instituciones como la Biblioteca de Derecho de Harvard, la Folger Shakespeare Library y la Norfolk Record Office, con la esperanza de descubrir nuevos datos sobre la vida en la Europa feudal.

Más allá del ADN: una ventana al pasado desconocido

El impacto de esta investigación va mucho más allá de identificar la especie de un pergamino. Al analizar el material genético recuperado, los científicos pueden reconstruir aspectos clave del mundo medieval. Por ejemplo, se pueden identificar antiguas cepas de enfermedades animales que podrían haber afectado la producción agrícola o haber sido transmitidas a los humanos, lo que permitiría comprender mejor la historia de las pandemias.

Asimismo, el análisis de estos documentos puede revelar cambios en las prácticas ganaderas a lo largo del tiempo, arrojando luz sobre cómo la domesticación y la selección de animales han evolucionado durante siglos. En última instancia, el estudio del ADN en pergaminos podría proporcionar pistas sobre migraciones humanas y el comercio de animales en distintas épocas.

El futuro de la biocodicología: un campo en expansión

La posibilidad de extraer información genética de documentos históricos abre un sinfín de posibilidades para los historiadores, arqueólogos y científicos. Gracias a esta innovadora técnica, los manuscritos medievales pueden convertirse en verdaderas "cápsulas del tiempo" biológicas, permitiendo explorar la historia desde un enfoque totalmente nuevo.

En los próximos años, es probable que esta metodología se expanda y se aplique a otros materiales históricos, como papiros, pergaminos orientales e incluso documentos más recientes fabricados con papel a base de pulpa de madera. Con cada nuevo avance, la biocodicología sigue demostrando que los archivos y bibliotecas del mundo aún tienen muchos secretos por revelar.


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