¿Colapso en ciernes?
Ya se sabía que las corrientes oceánicas vitales, llamada Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (Amoc) por los científicos y que representa un sistema crucial de corrientes oceánicas que transportan aguas cálidas hacia el norte en el Atlántico Norte , estaba en su punto más débil en 1.600 años debido al calentamiento global y los investigadores detectaron señales de advertencia de un punto de inflexión en 2021.
Centrándose en las temperaturas de la superficie del mar en una región particular del Atlántico Norte desde 1870 hasta la actualidad, los investigadores determinaron que estas temperaturas eran "huellas dactilares" de la fuerza de AMOC, que se ha medido directamente solo en los últimos 15 años.
El nuevo análisis estima una escala de tiempo para el colapso entre 2025 y 2095 con consecuencias climáticas catastróficas si las emisiones globales de carbono no se reducen. AMOC es responsable de transportar aguas superficiales cálidas desde los trópicos a latitudes más altas en el Atlántico Norte, donde el agua libera calor a la atmósfera, lo que influye en el clima regional y los patrones meteorológicos. Se considera uno de los elementos de inflexión más importantes en el sistema climático de la Tierra y se ha ido desacelerando desde mediados del siglo XX.
"Estos resultados se basan en el supuesto de que el modelo es aproximadamente correcto y, por supuesto, no podemos descartar que estén en juego otros mecanismos y, por lo tanto, la incertidumbre es mayor", explican los científicos en su estudio publicado en la revista Nature Communications.
La película estadounidense “The day after tomorrow”, en el que las corrientes oceánicas de todo el mundo se detienen como resultado del calentamiento global, lo que desencadena una nueva Edad de Hielo en la Tierra, parece cada vez menos ficción y más una posibilidad real, plantean los expertos. Tal evento podría afectar las temperaturas regionales, el hielo marino, los patrones climáticos, así como la distribución de nutrientes y los ecosistemas marinos.
Si colapsara la corriente, su impacto sería devastador
Los científicos dicen que tal escenario es '95 por ciento seguro' para finales de este siglo si persisten las emisiones actuales de gases de efecto invernadero. Lo más probable es que, sin una acción significativa para abordar el cambio climático, este dramático suceso tenga lugar en 2057, aunque existe la posibilidad de que el colapso se produzca tan pronto como en 2025.
“El colapso de AMOC puede tener consecuencias muy graves para el clima de la Tierra, por ejemplo, al cambiar la forma en que el calor y la precipitación se distribuyen globalmente”, comenta Peter Ditlevsen del Instituto Niels Bohr. “Si bien un enfriamiento de Europa puede parecer menos severo a medida que el mundo en su conjunto se vuelve más cálido y las olas de calor ocurren con mayor frecuencia, este cierre contribuirá a un mayor calentamiento de los trópicos, donde el aumento de las temperaturas ya ha dado lugar a condiciones de vida desafiantes. Nuestro resultado subraya la importancia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero lo antes posible”.
No todos los científicos aceptan estas conclusiones. Sin ir más lejos, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) dice que es poco probable que se produzca un colapso total de AMOC en el siglo actual, según los modelos climáticos. Otros científicos también piensan que este momento es difícil de predecir:
“No estoy de acuerdo con los resultados del estudio. Aunque la afirmación cualitativa de que la AMOC ha ido perdiendo estabilidad en el transcurso del último siglo es cierta y está respaldada por los datos, las incertidumbres son demasiado elevadas para estimar con fiabilidad el momento de la inflexión. En particular, las incertidumbres en los supuestos del modelo —muy simplificados por los autores— son demasiado altas”, explica Niklas Boers, catedrático de Modelización del Sistema Terrestre en la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), a Science Media Centre. “Además, las incertidumbres en los conjuntos de datos subyacentes son enormes y harían que la extrapolación llevada a cabo por los autores fuera demasiado incierta como para informar realmente de un año o incluso una década para la inflexión de la AMOC”.
Los científicos dicen que tal escenario es '95 por ciento seguro' para finales de este siglo si persisten las emisiones actuales de gases de efecto invernadero. Lo más probable es que, sin una acción significativa para abordar el cambio climático, este dramático suceso tenga lugar en 2057, aunque existe la posibilidad de que el colapso se produzca tan pronto como en 2025.
“El colapso de AMOC puede tener consecuencias muy graves para el clima de la Tierra, por ejemplo, al cambiar la forma en que el calor y la precipitación se distribuyen globalmente”, comenta Peter Ditlevsen del Instituto Niels Bohr. “Si bien un enfriamiento de Europa puede parecer menos severo a medida que el mundo en su conjunto se vuelve más cálido y las olas de calor ocurren con mayor frecuencia, este cierre contribuirá a un mayor calentamiento de los trópicos, donde el aumento de las temperaturas ya ha dado lugar a condiciones de vida desafiantes. Nuestro resultado subraya la importancia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero lo antes posible”.
No todos los científicos aceptan estas conclusiones. Sin ir más lejos, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) dice que es poco probable que se produzca un colapso total de AMOC en el siglo actual, según los modelos climáticos. Otros científicos también piensan que este momento es difícil de predecir:
“No estoy de acuerdo con los resultados del estudio. Aunque la afirmación cualitativa de que la AMOC ha ido perdiendo estabilidad en el transcurso del último siglo es cierta y está respaldada por los datos, las incertidumbres son demasiado elevadas para estimar con fiabilidad el momento de la inflexión. En particular, las incertidumbres en los supuestos del modelo —muy simplificados por los autores— son demasiado altas”, explica Niklas Boers, catedrático de Modelización del Sistema Terrestre en la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), a Science Media Centre. “Además, las incertidumbres en los conjuntos de datos subyacentes son enormes y harían que la extrapolación llevada a cabo por los autores fuera demasiado incierta como para informar realmente de un año o incluso una década para la inflexión de la AMOC”.
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