domingo, 9 de enero de 2022

Teporingo: el conejo mexicano en peligro de extinción

El teporingo es una especie originaria de México. Habita en las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y en otras zonas zacatonales del centro de nuestro país. Sin embargo, debido a que su hábitat está siendo destruido, este roedor está en peligro de desaparecer para siempre.

Los lagomorfos constituyen la base de las redes alimentarias de los ecosistemas mexicanos, ya que junto con los roedores representan el alimento de la mayor parte de depredadores como serpientes, aves rapaces (diurnas y nocturnas) y mamíferos como prociónidos, mustélidos, cánidos y félidos. Se ha observado que guarda una estrecha relación con otros vertebrados como lagartijas (Sceloporus spp.) y un pájaro (Psaltriparus minimus) el cual tapiza sus nidos con pelo de zacatuche. Por otro lado su dieta incluye grandes cantidades de partes vegetativas y reproductivas de pastos, hierbas, arbustos y árboles con lo cual se regulan sus poblaciones tanto en el aspecto florístico como en el estructural y contribuyen a la dispersión de las plantas al transportar sus semillas. 

Los teporingos tienen importancia económica en el ámbito local ya que los campesinos de los alrededores los utilizan como fuente de proteína animal aunque la cacería no esta dirigida a esta especie en particular y suelen consumirlos sólo en ocasiones especiales como cumpleaños; por otra parte son una fuente potencial de sueros y vacunas y su potencial turístico en un área bien manejada es enorme ya que se puede dar información sobre el valor histórico, étnico y cultural de este conejo exclusivo de la fauna mexicana.

Teporingo: el conejo de los volcanes
Conejo de tamaño pequeño con las extremidades cortas, orejas pequeñas y redondeadas, cola muy corta no visible externamente. 

Pelaje corto y denso de color amarillo mezclado con negro en el dorso y las partes laterales; la base y la punta de los pelos de guarda son negros con la parte media amarilla. La parte distal superior de las extremidades son ocre brillante y la superficie ventral marrón pálido. La cola rudimentaria presenta el mismo color que el pelaje del dorso. Los lados de la nariz y la región orbital son de color ocre; la base de los oídos ocre metálico; debajo de la garganta ocre mezclado con gris. Tiene un triángulo de pelo amarillento en la nuca entre la base de las orejas. La región pectoral se encuentre cubierta de pelos largos y suaves los cuales no contrastan con el color del dorso. Las hembras son más grandes que los machos, aunque esta diferencia no es significativa. Llega a medir entre 27 y 30 centímetros. 

Este roedor recibe distintos nombres como conejo zacatuche, conejo de los volcanes, tepoli, teporinco y teopolito. El origen de la palabra “teporingo” se ignora. Sin embargo, se sabe que “zacatuche” proviene del náhuatl zacatl y tochtli y significa “conejo de los zacatonales o del zacate”.

Este pequeño y tierno mamífero es endémico de México y pertenece a la familia Leporidae, la única del género monotípico Romerolagus. Habita principalmente en las faldas del volcán Popocatépetl y del Iztaccíhuatl aunque también se puede encontrar en bosques zacatonales subalpinos y alpinos que se encuentren entre 3,000 y 4,300 metros de altura.

El teporingo posee un pelaje corto y abundante de color amarillo mezclado con negro. La parte más suave de este pequeño suele ser la abdominal. Aunque, cabe señalar, que no posee defensas naturales muy efectivas.

El zacatuche se alimenta de las hojas tiernas de pastos y zacatones. Sus depredadores son vastos. Entre ellos están la víbora de cascabel, la comadreja, el coyote, el lince y el gavilán cola roja y por supuesto, el ser humano.

Es quizá este último el más peligroso ya que conforme avanza -junto con la mancha urbana-, el hábitat de este mamífero está siendo destruido. Debido a esto, el teporingo, igual que muchas otras especies mexicanas como el ajolote, el lobo mexicano, la vaquita marina y demás, está en peligro de extinción. Así lo señaló la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El zacatuche en peligro de desaparecer
Herbívoro se alimenta principalmente de las hojas tiernas de gramíneas amacolladas como Festuca amplisima, F. rosei, Muhlenbergia macroura y Stipa ichu. Además de los pastos consumen dicotiledóneas como Alchemilla spp., Donnnellsmithia juncea, Eryngium columnare y Cirsium jorullense, de semillas de la enredadera Sicyos parviflorus y de la corteza de árboles jóvenes de aile (Alnus spp.). También se alimentan de cultivos como maíz (Zea mays), avena forrajera (Avena sativa), papa (Solanum tuberosum), chícharo (Pisum sativum) y haba (Vicia faba).

Pueden estar activos a cualquier hora del día o la noche, aunque tienen picos de actividad al amanecer y en el crepúsculo. Entre las 10:00-14:00 hrs. es posible encontrarlos fuera de sus refugios. Es usual observarlos interactuando entre ellos en áreas cubiertas con zacatón, sin embargo en ocasiones se exponen a condiciones abiertas en busca de alimento en cultivos o áreas quemadas. 

Es gregario y vive en grupos de 2 a 5 individuos y presentan un patrón de organización social bien definido ya que es territorial y defiende a su territorio y/o compañero mediante agresiones físicas como morder; los individuos grandes (hembras por lo general) son los que ocupan la jerarquía más alta en las colonias. 

El teporingo realiza con frecuencia vocalizaciones agudas y fuertes para informar a otros de la presencia de algún depredador mientras huye o incluso se puede detener y seguir vocalizando para mimetizarse con el medio, mientras otros individuos a su vez vocalicen; sin embargo en ausencia de peligro el zacatuche utiliza un amplio repertorio de vocalizaciones como parte normal de sus interacciones sociales, similar al observado en las pikas (Ochotona). 

Cava túneles que utiliza como madrigueras en la base de los zacatones hasta con 3 entradas las cuales son oblicuas con 10.8 cm de alto por 9.3 cm de ancho, miden hasta 5 m de longitud por 40 cm de profundidad y poseen bifurcaciones y cambios de dirección; en el interior de estos nunca se han encontrado sus excrementos. Las madrigueras se hallan en suelos suaves, húmicos, poco pedregosos en pendientes menores a 43° y las puede compartir con salamandras (Plethodontidae), musarañas (Sorex spp.), ratones como el meteorito (Microtus mexicanus) y el de los volcanes (Neotomodon alstoni), aunque también utiliza madrigueras de tuzas (Pappogeomys merriami), ardillones de tierra (Spermophilus variegatus), armadillos (Dasypus novemcinctus) y tlalcoyotes (Taxidea taxus); sin embargo usa cualquier tipo de refugio como troncos, hoyos y grietas entre las rocas y montículos pedregosos. 

Al igual que otros lagomorfos ingieren sus excrementos directamente del ano (coprofagía) para digerirlos nuevamente y asimilar la mayor cantidad de nutrientes posible; la presencia de letrinas (acumulaciones de excremento) es un buen indicador de la presencia de teporingos. Forma parte de la dieta de varios depredadores como la comadreja (Mustela frenata), el lince (Lynx rufus), el coyote (Canis latrans), la víbora de cascabel (Crotalus spp.), el zorro gris (Urocyon cinereoargenteus), el cacomixtle (Bassariscus astutus), el tlalcoyote (Taxidea taxus), el halcón cola roja (Buteo jamaicensis) y el búho cornudo (Bubo virginianus). Otros depredadores incluyen a los perros y gatos domésticos y por supuesto al hombre.

Se reproducen durante todo el año dependiendo de la disponibilidad del alimento; la madurez sexual no ha sido determinada pero esta en relación con el peso corporal, ya que cuando alcanzan los 400-450 g se inicia; las hembras no presentan un ciclo estral definido sino que permanecen en estado de constante aceptación sexual y los machos sexualmente activos presentan testículos escrotados y el glande del pene extrusible; el coito induce la ovulación, los embriones se desarrollan en la región media del útero y no se han encontrado más de 2 embriones en un sólo cuerno. 

El período de gestación comprende de 38-41 días con un promedio de 39.8 después del cual nacen de 1-4 gazapos (generalmente 2), los cuales nacen en nidos (el parto es nocturno) dentro de las madrigueras o en medio de los zacatones (los nidos se encuentran forrados con pelo y ramitas) y poseen un pelaje rojizo fino, con los ojos cerrados, cola visible y las uñas y dientes bien desarrollados y son destetados entre los 21-28 días después de nacidos ya que la hembra puede volver a quedar preñada.

Además de la continúa amenaza de depredadores, el zacatuche o teporingo debe enfrentarse a la cacería furtiva a cargo del ser humano, la destrucción de su hábitat por actividades agrícolas y ganaderas e incluso a incendios.

Cabe resaltar que el teporingo es un animal indispensable para el equilibrio ecológico. Esto es debido a que forma parte cadena trófica pues funge como un dispersador natural de semillas que permite la reproducción de las plantas y a su vez, la existencia de la vida.

¡Salvemos al teporingo!

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