Enviado por Wendy Bernal
En un nuevo paso por un sendero que no mucho tiempo atrás era exclusivo de la ciencia-ficción, unos científicos han desarrollado un método novedoso con el que pueden generar células madre cerebrales e intestinales derivadas de personas que murieron hace décadas, usando ADN procedente de muestras de sangre almacenadas.
El propósito de esta práctica, que podría parecer un tanto lúgubre e inquietante, es disponer de células idóneas para hacer pruebas, en una placa de Petri, de nuevas terapias potenciales para enfermedades graves y hasta mortales.
Las repercusiones científicas potenciales de esta estrategia de investigación son de gran calado. La estrategia podría dar lugar a nuevas terapias para personas que sufren de enfermedades severas que afectan a neuronas motoras o a los intestinos y que acabaron matando a los pacientes cuyas muestras de sangre, autorizadas por ellos mismos en vida, son la base de la actual línea de investigación descrita.
Usando dichas muestras de sangre almacenadas de los pacientes fallecidos, el equipo de Dhruv Sareen, del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, California, Estados Unidos, ha demostrado que pueden desarrollar células madre del tipo conocido como células madre pluripotentes inducidas (iPSCs, por sus siglas en inglés) en una placa de Petri.
Este método permite a los científicos encontrar vínculos delatadores entre los síntomas del paciente fallecido, la información genética contenida en su ADN y el comportamiento de sus células madre en el laboratorio. Esto, a su vez, permite a los investigadores estudiar los mecanismos biológicos que se hallan detrás de diversas enfermedades, y diseñar potencialmente nuevas terapias.
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