Se ha descubierto un mecanismo previamente desconocido por el cual el cerebro produce nuevas neuronas después de sufrir un derrame cerebral.
Lo que se conoce popularmente como un derrame cerebral (descrito también como infarto cerebral o accidente cerebrovascular) es causado por un coágulo de sangre que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro, lo cual hace que se interrumpa el flujo sanguíneo y no llegue suficiente oxígeno. Muchas células nerviosas mueren, lo cual provoca problemas motores, sensoriales y cognitivos.
Unos investigadores de la Universidad de Lund y el Instituto Karolinska de Estocolmo, ambas instituciones en Suecia, han mostrado que después de un derrame cerebral en ratones, células cerebrales de una clase conocida como astrocitos, y consideradas tradicionalmente como células de importancia modesta, obran un prodigio inesperado: Comienzan a formar neuronas en la parte dañada del cerebro. Usando métodos genéticos para mapear el destino de dichas células, el equipo de Zaal Kokaia, profesor de Investigación Médica Experimental en la Universidad de Lund, ha logrado demostrar que los astrocitos en esta área formaron neuronas inmaduras, que luego se convirtieron en neuronas maduras.
Esta es la primera vez que se ha mostrado que los astrocitos tienen la capacidad de iniciar un proceso que conduce a la generación de nuevas neuronas después de un derrame cerebral.
Los científicos también pudieron identificar el mecanismo de señalización que regula la conversión de los astrocitos en neuronas. En un cerebro sano, este mecanismo de señalización está activo e inhibe la conversión, y, en consecuencia, los astrocitos no generan neuronas. A raíz de un derrame cerebral, se suprime dicho mecanismo de señalización y los astrocitos pueden comenzar a generar nuevas células.
Curiosamente, cuando Kokaia y sus colegas bloquearon ese mecanismo de señalización en ratones que no habían sufrido ningún derrame cerebral, los astrocitos formaron nuevas neuronas. Esto indica que un derrame cerebral no es lo único que puede activar este proceso latente en los astrocitos. Por tanto, el control de este mecanismo es un objetivo potencialmente útil para la producción de nuevas neuronas que reemplacen a las perdidas por lesiones u otras enfermedades cerebrales.
Se constató que las neuronas nuevas formaron contactos especializados con otras neuronas. Está por ver, no obstante, si las neuronas nuevas son realmente funcionales.
En cualquier caso, el principal avance que ha logrado el nuevo estudio es demostrar por vez primera que en la autorreparación en el cerebro adulto participan astrocitos que entran en un proceso por el cual se convierten en neuronas.
Algo que habrá ahora que investigar es si los astrocitos también se convierten en neuronas en el cerebro humano tras ciertas lesiones o enfermedades. Un hecho llamativo es que en el cerebro humano sano se forman neuronas nuevas en el estriado. Los nuevos datos plantean la posibilidad de que algunas de estas neuronas se produzcan a partir de astrocitos locales. Si el nuevo mecanismo también funciona en el cerebro humano y es posible controlarlo, esto podría tener importancia clínica no solo para pacientes que han sufrido un derrame cerebral, sino también para reemplazar neuronas que hayan muerto por otras causas, restaurando así funciones en pacientes con otros trastornos cerebrales, tales como la enfermedad de Parkinson y la de Huntington.
interesante, muy buena publicacion por cierto
ResponderEliminarEXCELENTE INFORMACIÓN
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