Haría falta tener mucha imaginación para encontrar algo simpático en la tenia. Por su forma, color y, sobre todo, por su forma de vida parasitaria en las visceras de los animales, la tenia sólo puede inspirar repugnancia. Realmente pensamos que el reino animal no sufriría nada si se desembarazase de las tenias, cuya utilidad nunca ha podido ser demostrada.
Son parásitos altamente especializados, incapaces de vivir en lugares que no sean las entrañas de otros animales, a los que ponen enfermos e incluso, en algunos casos, pueden causar la muerte. Existen muchas especies y los zoólogos coinciden en admitir que quedan bastantes más por descubrir, puesto que aún no se ha llegado a analizar los órganos internos de todas las especies animales.
Las tenias se caracterizan por una resistencia física extrema, que les permite vivir bien en el medio ácido del estómago y crecer tranquilamente en el líquido digestivo del intestino. La biología y el ciclo de vida de las tenias son de una complejidad que sobrepasa cualquier descripción.
Prácticamente todas las especies están obligadas a pasar a través del sistema digestivo de varios huéspedes, que, por otra parte, no tienen relación alguna entre ellos y que no están emparentados zoológicamente. El paso de un animal a otro, como puede suponerse, es de lo más aleatorio, y por esta razón, sólo un número muy pequeño de tenias consigue efectuar el ciclo vital completo. Esta enorme pérdida queda compensada por una fecundidad increíble que permite asegurar, si no la proliferación, sí, al menos, la supervivencia de la especie.
Grupo:Platelmintos
Clase: Cestodos
Orden: Ciclofilidos
Familia: Ténidos
Género y especie: Taenia serrata (Tenias dentada)
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