La desaparición, hace 40.000 años, de la especie arcaica humana neandertal ha sido un misterio para la ciencia.
La estirpe neandertal sobrevivió durante cientos de miles de años, en medio de severas fluctuaciones de temperatura, solo para ser testigos de la colonización de Europa por el Homo sapiens, los ancestros del humano moderno, hace 43.000 años.
El declive y eventual extinción del neandertal, apenas tres milenios después, se ha atribuido a que homo sapiens tenía una dieta más flexible y variada, y pudo ajustarse mejor a los tiempos de escasez.
Sin embargo, un equipo internacional de científicos basados en Tubinga, Alemania, echa por tierra esa teoría.
En un reciente estudio publicado en el periódico especializado Scientific Reports, sostienen que el menú de nuestros ancestros era básicamente mamut y plantas, igual al de los neandertales.
Así que esta última especie fue desplazada y desapareció, desafortunadamente, en una feroz competencia directa por los recursos disponibles, concluyeron.
"Muchos estudios examinan la cuestión de lo que produjo este desplazamiento", comentó el profesor Hervé Bocherens, del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoecología (HEP), de la Universidad de Tubinga.
"Una hipótesis sostiene que la dieta del humano anatómicamente moderno era más diversa y flexible y frecuentemente incluía pescado", explicó.
El doctor Bocherens y su colega la doctora Dorothée Drucker, un biogeóloga de la misma institución, decidieron poner a prueba la hipótesis analizando los hábitos dietéticos de estos ancestros humanos en base a los fósiles más antiguos encontrados en las cavernas de Buran Kaya, en la península de Crimea, en Ucrania.
"En el transcurso de este estudio, examinamos los restos de los antiguos humanos en el contexto de la fauna local", señaló Drucker.
"Hasta ahora, todos los análisis de la dieta de los humanos modernos estaban basados en descubrimientos aislados, de manera que son muy difíciles de interpretar".
A pesar de la falta de un registro fósil de dieta, el equipo de Tubinga reconstruyó el menú de nuestros ancestros midiendo el porcentaje de carbón estable y los isótopos de nitrógeno en los huesos de los antiguos humanos y de los animales presentes que potencialmente cazarían como antílopes saiga, caballos y venados.
También analizaron el contenido de nitrógeno-15 en aminoácidos individuales, permitiéndoles determinar no solo el origen del nitrógeno (uno de los elementos más importantes en la química orgánica) sino la proporción de este nitrógeno.
"Nuestros resultados revelan una proporción muy alta del isótopo de nitrógeno 15N en los humanos modernos del pasado", dijo Hervé Bocherens.
"Sin embargo, estos no tienen su origen en el consumo de pescado y productos afines sino, principalmente, de mamuts", resaltó.
El mamut también figuraba ampliamente como fuente de proteína en el plato de los neandertales, según lo establecido por otros estudios anteriores.
Huesos de estos enormes paquidermos y otros grandes mamíferos han sido encontrados cerca de los huesos de neandertales.
A través de análisis de los isótopos en el colágeno de esos huesos se pudo determinar que la dieta principal de la especie neandertal fue de grandes mamíferos herbívoros, como el mamut, con una quinta parte compuesta por plantas.
Aunque la nueva investigación del equipo de Tubinga demostró una sorpresivamente alta proporción de plantas en la dieta de los humanos anatómicamente modernos, comparablemente mayor que para los neandertales, las principales fuentes de carne en ambas especies eran las misma.
"Según nuestros resultados, los neandertales y los ancestrales humanos modernos estaban en competencia directa en cuanto a su dieta", afirmó la doctora Drucker.
"Y parece que los neandertales salieron perdiendo en esta competencia", concluyó.
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