martes, 1 de agosto de 2017

La batalla de los sexos (II)

Desde Adan y Eva, las relaciones entre ambos sexos parecen estar regidas por sobrentendidos y malentendidos. Ahora, los especialistas han llegado a la conclusión de que la mayoría de las discusiones conyugales tienen como punto de partida las diferencias biológicas entre los dos sexos. Según los expertos, cuando el dice verde pero ella ve rojo.

O ella siente frio cuando él tiene calor. O ella decide abrir su corazón y él sigue impasible leyendo el periódico. O él dice "Tu no me entiendes" pero ella escucha "Ya no te quiero", es conveniente echar un vistazo a la biología antes de alegar "incompatibilidad de caracteres". Al parecer, esas sutiles batallas cotidianas no son mas que el resultado de las diferencias síquicas y fisicas entre los dos géneros, las cuales, son mas sutiles de lo que se aprecia a simple vista.

El color por ejemplo. Muchos hombres con 20120 de visión, no diferencian los colores tan bien como las mujeres. Si le exaspera que su marido se ponga una corbata amarilla con camisa rosada, o que posea un tedioso guardarropa donde todo lo que compra es gris y café, es posible que no sea, como usted piensa, una tapia en cuestiones de estética. Simplemente, pertenece a esa gran franja de hombres daltónicos o que padecen lo que los científicos conocen como "visión defectuosa del color", lo cual les impide distinguir un tono de otro. Este problema, que se presenta en un hombre de cada veinte, solamente lo sufre una de cada 200 mujeres. "En promedio, las mujeres distinguen mejor los colores que los hombres" dice un investigador de visión, el doctor Gerald Jacobs, de la Universidad de California-, muchos hombres sufren leves deficiencias de apreciacion del color sin que ni siquiera se hayan enterado.

Pero la percepción del color es sólo una de las razones por las cuales hombres y mujeres se enfrentan diariamente. Hay otras causas de conflicto que tienen origen genético. Una diferencia común, que origina frecuentes conflictos en el lecho conyugal se da cuando él retira las cobijas porque tiene calor mientras ella asegura que esta congelada.
No solamente las mujeres adquieren más enfermedades que las hacen sentir escalofriadas el mal de Raynaud, por ejemplo, se presenta en las mujeres cuatro veces mas que en los hombres, sino que en promedio, el metabolismo femenino es más lento, lo cual hace que las mujeres sean más "friolentas". La temperatura del cuerpo femenino también fluctúa más que la de los hombres. Según el doctor Murray Hamlet, director del Instituto de Medicina Ambiental de Massachusetts, el termostato del cuerpo masculino se mantiene generalmente en 37, con muy leves variaciones, mientras la temperatura del cuerpo femenino puede variar hasta en 3 grados en cuestión de minutos durante el ciclo menstrual. Como resultado, una mujer puede sentirse acalorada y al minuto siguiente estar muriéndose de frio.

Las diferencias en materia de sentidos son asombrosas. También las mujeres detectan mejor los olores que los hombres. Aunque los científicos aún no se han puesto de acuerdo sobre las razones, existen varias teorias al respecto. Algunos investigadores, como el doctor Robert Henkin, insisten en que esta sensibilidad a los olores está relacionada con las hormonas. Durante la ovulacion, los niveles de estrogeno aumentan y el sentido del olfato se agudiza de una a cien veces", dice el especialista. "A la inversa, las mujeres a quienes se les han extraído los ovarios, encuentran que su sentido olfativo desciende dramaticamente".

La percepción de los olores puede cambiar a traves del ciclo menstrual o durante el embarazo. Por esa una mujer que normalmente le gusta el olor de la tocineta, puede descubrir que éste le ocasiona náuseas cuando esta embarazada. Cualquiera que sea la razón, los especialistas están de acuerdo en que la mujeres son más sensibles a los olores. Y también sienten más intensamente los sabores de la comida.

Pero quizás uno de los puntos de mayor conflicto conyugal es el reclamo de las mujeres acerca de que "ellos nunca escuchan lo que se les dice".
Independientemente de qué tan distraido o indiferente sea su cónyuge, lo cierto es que los expertos estiman que los hombres sufren pérdida de la audición por lo menos dos veces más frecuentemente que las mujeres.
Y ésta puede comenzar incluso en los mozos años veinte. Una de las razones que dan los especialistas es que ellos están expuestos, por razones de trabajo, a ruidos de mayor intensidad. A menudo esa perdida de la audicion es tan sutil que la persona no lo nota, pero tiene por ejemplo, extraordinaria dificultad para oir si alguien les habla cuando existen ruidos de fondo tales como un radio o la television encendidos o el simple sonido del grifo del agua corriente, dice el doctor Maureen Hannley, director de un estudio sobre desórdenes de la comunicación. Así lo que las mujeres perciben como un "silencio anímico" de sus parejas puede ser simplemente sordera precoz.

Intentar hacer una dieta juntos también puede ser más causa de conflicto que de unión entre las parejas. Ni la intente: los hombres pierden peso más fácilmente. Para empezar, la razón es que las mujeres tienen más grasa y menos músculo. En promedio, los hombres tienen cerca de 7% más músculo y 13% menos grasa que las mujeres aun cuando ambos estén en su peso ideal. Por cuanto una libra de músculo quema hasta cinco calorías más por hora que una libra de grasa, un hombre quemará muchas más calorías, incluso mientras duerme. Por eso cuando él hace dieta y además ejercicio, su barriga empieza a desaparecer como por arte de magia.

Asi que mientras usted sigue un régimen draconiano y él rompe la dieta de vez en cuando, él termina perdiendo peso más rapidamente.

Aunque estas son las más frecuentes fuentes genéticas de discusión entre los dos sexos, lo cierto es que existen muchas otras diferencias. Se ha preguntado por ejemplo, ¿por qué después de un partido de tenis juntos, usted siente ganas de salir a bailar por la noche mientras el se queda fundido en un sillón viendo televisión? Algunos científicos afirman que gracias a esas reservas de grasa, las mujeres tienen mas energía y manejan mucho mejor el estrés. El organismo femenino responde a la tensión con una menor liberación de las hormonas de estrés, e igualmente su presión arterial no es comúnmente tan alta. Pero en contraposición, el esqueleto masculino parece estar mejor construido para realizar ejercicios fuertes. Así que es factible que él físicamente pueda subir las escaleras más fácilmente, pero es mas probable que usted las suba cantando. Según las estadísticas, las mujeres tararean canciones seis veces mas que los hombres.

Pero también lloran mas. La razón no es, como muchos creen, una cuestión de educación o machismo. Los cientificos no piensan, como el resto de la gente, que simplemente ellos se reprimen porque no esta socialmente aceptado que se les encharquen los ojos al primer disgusto o decepción.
Según los investigadores, la principal razón para que las mujeres lloren más que los hombres radica en una diferencia hormonal. La culpa la tiene la prolactina, una hormona que el sexo femenino posee en una cantidad 60 o superior a los hombres. En los niños no se presenta esta diferencia, porque la prolactina aparece con el desarrollo de las glandulas mamarias. Los científicos creen que la hormona estimula la producción de lagrimas. En cambio, los hombres parecen tener en sus hormonas un inhibidor de las lágrimas.


Experimentos con ratas de laboratorio muestran que la producción de lagrimas es reducida cuando a los animales se les suministran altas dosis de hormonas masculinas -andrógenos-. Aunque la idea general es que es mejor reprimir las lágrimas, una teoría muy aceptada sugiere que las lágrimas emocionales liberan químicos nocivos que se producen en el organismo por el estrés. Siendo así, llorar puede ser un signo, no de debilidad emocional, sino de buena salud.

Pero sin duda el mayor campo de batalla se da en el lenguaje. En "La insoportable levedad del ser" el novelista checo Milan Kundera asegura que cuando hablan de amor las mujeres son liricas y los hombres son picos.
Mientras ellos relatan una conquista sentimental en forma anecdótica, casi como una canción de gesta, las mujeres cuentan la misma historia en forma intimista internándose en el laberinto de los sentimientos. La respuesta a porqué las mujeres quieren siempre discutir los íntimos detalles de su relación, mientras los hombres manejan el tema como si fueran marcadores de fúlbol, parece tenerla la linguista Irma Kurtz, autora del libro "Porqué los hombres dicen lo que dicen y las mujeres oyen lo que oyen". La escritora asegura que hombres y mujeres manejan un lenguaje distinto. Cada sexo tiene una idea diferente acerca de lo que es la comunicacion. Lo que ellos entienden por conversar es realmente discutir un hecho concreto, por ejempló, qué clase de carro van a comprar. Mientras para ellas conversar significa establecer intimidad compartiendo experiencias, inquietudes y sentimientos. Esto, desde el punto de vista masculino es algo así como "no hablar de nada".
Con la autoridad que le dan 17 años analizando conversaciones entre los dos sexos y la publicación de cinco libros sobre el tema, la experta asegura: Cuando las mujeres comparten sus problemas diarios, los hombres sienten que tienen que resolverlos.

Así que mientras ellas buscan comprension, ellos dan soluciones practicas. Esto corta la conversacion de un tajo.
Pero el hecho de que las fuentes de conflicto estén grabadas en los genes no quiere decir que las peleas sean inevitables. "El ser humano solo es esclavo de la biologia si asilo quiere", dice la experta consejera sentimental Joyce Brothers, autora del libro "Lo que toda mujer debería saber sobre los hombres". "El solo hecho de conocer las diferencias permite evitar conflictos innecesarios sobre problemas insolubles". Los consejos de la experta en estas cuestiones son: Nunca solicite opiniones sobre combinaciones de colores. Es un asunto en el cual pocos hombres pueden ayudar.

Si en la noche usted se congela mientras él se cocina, compre una cobija eléctrica y déjelo a él acostarse del lado de la ventana abierta.

No deje que los conflictos por diferencias biológicas tomen ventaja. Es posible que una discusión sobre si el sofá es verdoso o azuloso, termine tocando terrenos emocionales mucho mas delicados.

Evite llegar a conclusiones apresuradas sobre su comportamiento. Antes de recriminarle por su indiferencia ante sus sentimientos, es más sano preguntarle si fue que no la oyó porque el televisor estaba encendido.
Aunque las diferencias biológicas rara vez causan las grandes batallas conyugales, si constituyen la mayor fuente de las fricciones cotidianas que, con el tiempo, pueden llegar a convertir la relación en una especie de tortura china.

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