lunes, 2 de octubre de 2017

Enzimas

Son catalizadores biológicos por excelencia, todas las reacciones metabólicas dependen de ellas. Hasta 1989 se pensaba que todas las enzimas eran de naturaleza proteica; los estudios de los premios Nobel de Química, el estadounidense Thomas Cech y el canadiense Sidney Altman, demostraron que moléculas de ARN tienen funciones catalíticas durante la síntesis de proteínas y la maduración del propio ARN. Se ha propuesto que en este caso se hable de ribozimas, término que deriva de la combinación de enzima y ácido ribonucleico.

Aunque cada enzima tiene su propio mecanismo de acción, podemos decir que todas disminuyen la energía de activación de la reacción que catalizan.
Debemos recordar que la energía de activación es aquella que debe aportarse para que una reacción ocurra; por lo tanto, si ésta disminuye la reacción se facilita.

Una enzima actúa sobre uno o varios reactantes, que reciben el nombre de sustratos, para lograr uno o varios productos. Esta acción involucra una serie de cambios conformacionales que permiten la interacción con los sustratos, su transformación y hasta la producción y liberación de los mismos.La unión del sustrato a la enzima se lleva a cabo en el sitio activo, que siempre es una hendidura o bolsa hidrofóbica en la estructura proteica. Esta unión se describe mediante el modelo de la llave y la cerradura.
De acuerdo con este modelo, el sitio activo tiene una conformación que cambia a la entrada del sustrato (sufre un cambio conformacional) y obliga a éste a cambiar, pero al formarse el producto se da un nuevo cambio conformacional que provoca la salida del mismo. De esta manera, el sitio activo puede compararse con un guante que adopta la forma exacta de la mano sólo hasta que ésta se encuentra dentro del guante; este modelo fue dado por Daniel Koshlan en Berkeley.

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