Enviado por Daniela Garcìa.
¿A quién no le gustaría ver en la oscuridad? Parece un poder propio de superhéroes, sin embargo, tener visión nocturna puede tener aplicaciones más terrenales como por ejemplo, aplicaciones militares, investigación en espeleología, funciones de rescate nocturno o tratar la ceguera nocturna.
Ahora, un grupo ha descubierto una forma de inyectar una sustancia en los glóbulos oculares para permitirnos tener visión nocturna o en condiciones de baja luz. Este descubrimiento permite a una persona poder ver hasta 50 metros en la oscuridad, aunque sólo temporalmente.
El equipo de California de Science for the Masses (SfM), utilizó un compuesto llamada Cloro e6 (o Ce6) que se encuentra en algunos peces abisales. Este compuesto se ha utilizado ocasionalmente para tratar la ceguera nocturna e incluso el cáncer. Para llegar a la experimentación en humanos, previamente se hicieron experimentos en animales y una vez se superó esta fase, tocaba dar el siguiente paso. El investigador Gabriel Licina aceptó ser la rata humana de laboratorio.
Inyectar un compuesto para tener visión nocturna
En primer lugar, los ojos de Licina se limpiaron y se mantuvieron abiertos los párpados gracias a un espéculo. A continuación Tibbetts uno de los investigadores, depositó 50 microlitros una solución negruzca de Ce6 mezclada con solución salina, insulina y dimetilsulfato (DMSO) en los ojos. El propósito era alcanzar el saco conjutival para mejorar la absorción del compuesto y que llegara mejor a la retina, que es la parte sensible a la luz del ojo. El objetivo de utilizar DMSO era incrementar la permeabilidad e las células al compuesto.
Al principio, Licina veía en color negro-verdoso, pero luego se disolvió en los ojos. A continuación, tuvo que utilizar protección en los ojos para la luz, como gafas de sol.
Después de dos horas, el equipo probó cómo era la nueva visión nocturna de Licina en un campo a oscuras. Al principio, Licina podía ver formas del tamaño de una mano a 10 metros de distancia. Con el tiempo, llegó a identificar símbolos como números y letras así como objetos moviéndose en diferentes fondos y distancias más largas.
En otra prueba, pudo identificar dónde se ubicaban personas en un bosque a 50 metros utilizando un puntero láser. Pudo hacerlo correctamente incluso cuando las personas permanecían de pie contra un árbol o arbusto. Las cuatro personas en el grupo de control tuvieron éxito un tercio del tiempo.
A la mañana siguiente, sus vista parecía haber vuelto a la normalidad sin ningún efecto secundario destacable. Sin embargo, al ser una prueba con un único individuo puede ser subjetiva por lo que se necesitan muchos más ensayos para ver si estos resultados son concluyentes.
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