Enviado por Monica Hernández
Científicos del Instituto de Biotecnología y Biomedicina (IBB) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han conseguido crear un virus artificial inocuo como alternativa al uso de virus para la terapia génica, informa la agencia Efe.
Los investigadores han sintetizado nanopartículas que actúan como virus artificiales, capaces de envolver fragmentos de ADN y liberarlos con objetivos terapéuticos, sin riesgo biológico, en el interior de las células.
Según ha informado hoy la UAB, investigadores de la Unidad de Nanobiotecnología del Instituto de Biotecnología y de Biomedicina de la UAB, liderados por Antonio Villaverde, han logrado construir virus artificiales, complejos de proteínas con capacidad de autoensamblar, formando nanopartículas que son capaces de envolver fragmentos de ADN, penetrar en las células y llegar al núcleo de manera eficiente para liberarlos con objetivos terapéuticos.
La terapia génica es la inserción de genes en el genoma con fines terapéuticos y necesita elementos que transfieran estos genes hasta el núcleo de las células.
Una de las posibilidades para llevar a cabo esta transferencia es el uso de virus, pero esta técnica no está exenta de riesgos, por eso los científicos buscan alternativas a los virus.
Con este objetivo, las nanomedicinas emergentes pretenden imitar las actividades virales en forma de nanopartículas modulables para entregar ácidos nucleicos y otros fármacos en las célula diana.
Entre los materiales probados por los investigadores, las proteínas son biocompatibles, biodegradables y ofrecen gran variedad de funciones que se pueden ajustar por ingeniería genética.
Sin embargo, es complicado controlar la forma en que se organizan los bloques de proteínas, para formar estructuras más complejas que permitan su uso para transportar el ADN de manera eficiente, como sucede con los virus.
El grupo del profesor Antonio Villaverde ha descubierto la combinación necesaria para que estas proteínas actúen como virus artificiales y puedan autoensamblar formando nanopartículas proteicas regulares, con la capacidad de penetrar en las células diana y conseguir el núcleo de manera muy eficiente.
Los investigadores de la UAB han demostrado como, en presencia de ADN, estos virus artificiales lo rodean y hacen reajustes estructurales de modo que el ADN queda protegido de agentes externos como lo hacen los virus naturales protegiendo el ADN en el interior de una cáscara proteica.
Según ha destacado Villaverde, «incluso las formas que adoptan las estructuras resultantes recuerda a las de los virus».
«Esta capacidad de autoensamblaje -ha añadido- no depende de la proteína estructural, lo que abre la posibilidad de seleccionar proteínas que eviten cualquier respuesta inmune después de ser administradas, que es un gran ventaja para su uso terapéutico».
«Estos virus artificiales son alternativas prometedoras a las nanopartículas proteicas naturales, incluidas los virus, que debido a varias limitaciones, incluyendo la arquitectura rígida y los temas de bioseguridad, pueden resultar menos adecuados para su uso en nanomedicina», ha afirmado Esther Vázquez, coautora del estudio y responsable de la línea de investigación Nanobiotecnología Clínica dentro de la Unidad de Nanobiotecnología del IBB.
En el caso de la quimioterapia para el tratamiento del cáncer ocurre algo similar a lo que sucede con la terapia génica ya que los tratamientos convencionales tienen una toxicidad muy elevada que limita su aplicabilidad.
Por este motivo, los investigadores de la UAB, en colaboración con el profesor Ramón Mangues del Hospital de Sant Pau y el profesor Ramón Eritja del CSIC, están adaptando ahora estos virus artificiales para transportar fármacos antitumorales dirigido directamente hacia las células del tumor, lo que permitirá liberar grandes dosis terapéuticas de forma muy localizada.
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