11. Ayuda a terminar con el insomnio
¿Problemas para dormir? Esta es la solución. Cuando se llega al orgasmo, se liberan grandes cantidades de oxitocina, hormona que produce somnolencia. De hecho, justamente esta es la razón por la que muchos se duerman prácticamente de inmediato luego de culminar el acto sexual.
10. Sube la autoestima
Investigaciones desarrolladas poco tiempo atrás en la Universidad de Texas, EE.UU., concluyeron que este es uno de los más destacables beneficios que la práctica sexual brinda a los individuos. Tras el seguimiento de un número de participantes, se encontró que aquellas personas que tenían relaciones sexuales más a menudo, se sentían más a gusto con su cuerpo, se mostraban más confiadas y seguras de sí mismas.
Investigaciones desarrolladas poco tiempo atrás en la Universidad de Texas, EE.UU., concluyeron que este es uno de los más destacables beneficios que la práctica sexual brinda a los individuos. Tras el seguimiento de un número de participantes, se encontró que aquellas personas que tenían relaciones sexuales más a menudo, se sentían más a gusto con su cuerpo, se mostraban más confiadas y seguras de sí mismas.
9. Te vuelve más atractivo
Y es un hecho. Se ha comprobado que aquellas personas con una elevada actividad sexual, registran mayores niveles de feromonas. Al liberarse las feromonas, crece el sentido de atracción en el sexo opuesto, razón por la cual mientras más relaciones sexuales se tiene con la pareja, mayor es el deseo de que la instancia se repita.
8. Brinda la posibilidad de una vida más prolongada
De acuerdo a un reciente estudio realizado en una universidad australiana, pudo notarse que las personas que logran llegar al clímax al menos tres veces a la semana tienen hasta 50% menos de probabilidades de perecer a causa de una condición médica. Ello se debería, entre otras cosas, a la liberación de hormonas y el desarrollo del sistema inmunológico, el cual es directamente estimulado por el orgasmo.
7. Es relajante
Cualquier práctica sexual que lleve al clímax produce un efecto de relajación en el organismo. Se ha constatado que durante el clímax, es decir el orgasmo o momento cúlmine del acto sexual, el cuerpo reduce sus niveles de cortisol o hidrocortisona. Esta hormona esteroidea, producida por la glándula suprarrenal, se libera como una respuesta al estrés y a los bajos niveles de glucocorticoides en la sangre, resultando en un agradable estado de calma y relajación.
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