Hace seis meses, en Pakistán llovió como no se recordaba. De hecho en una sola semana cayó la misma cantidad de agua que se esperaba para toda una década.
Los afectados humanos fueron millones, pero los animales también se vieron forzados a luchar por su supervivencia. Y esa es parte de la explicación de la fotografía que pueden en este blog.
Estos árboles, recubiertos por completo de telaraña, sirvieron de "isla de náufrago" a miles de estos arácnidos, que se vieron obligados a escapar de la lluvia subiéndose a los árboles.
Desde entonces, las enormes colonias de arañas se han apoderado de las copas de los árboles (ubicados cerca de un lago) y no han vuelto a bajar al suelo.
Ahora, según puedo leer al pie de la foto, el extraño comportamiento de los artrópodos ha supuesto una pequeña bendición para los habitantes de la zona, llamada Sindh.
Y es que este inusual fenómeno ha ayudado a que los mosquitos desciendan en número, ya que muchos se ven atrapados por las enormes telas casi inmediatamente después de abandonar las aguas, tras su fase de ninfa.
¿El resultado? Un descenso acusado en el riesgo de malaria para los lugareños. Y es que en este se caso se cumple el viejo refrán: "no hay mal que por bien no venga".
La foto y la explicación, las encontré en Flickr.
Fotos cortesía de Russell Watkins/Department for International Development
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