El Premio Nobel de Medicina 2024 fue otorgado a los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por su descubrimiento de los microARN y su papel crucial en la regulación génica post-transcripcional. Su investigación abrió una nueva dimensión en la comprensión de cómo se controla la actividad de los genes en los organismos multicelulares.
Los microARN son pequeñas moléculas de ARN no codificantes que regulan la expresión génica al bloquear la producción de proteínas a partir de ciertos genes. Este mecanismo es fundamental para el desarrollo de diferentes tipos de células, lo que permite que, aunque todas las células de un organismo compartan el mismo ADN, tengan funciones y características distintas, como ocurre con las neuronas y las células musculares.
Ambros y Ruvkun hicieron este hallazgo en el gusano Caenorhabditis elegans a principios de los años 90, un organismo modelo común en estudios de biología del desarrollo. A pesar del escepticismo inicial, sus descubrimientos demostraron ser relevantes no solo en estos organismos, sino también en humanos. Hoy en día, se sabe que el genoma humano codifica más de mil microARN diferentes, lo que subraya la importancia de este sistema de regulación en la biología humana y la salud.
Este descubrimiento ha revolucionado áreas como la investigación del cáncer y las enfermedades neurodegenerativas, ya que los microARN están implicados en procesos celulares clave que, cuando fallan, pueden contribuir al desarrollo de estas enfermedades.
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