INFORMACIÓN NUTRICIONAL
Una taza de piña fresca provee el 131% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Esta fruta también es muy rica en fibra, magnesio, manganeso y potasio. Además, es la única fuente conocida de una enzima digestiva llamada bromelina.
A pesar de su sabor dulce, su valor calórico es reducido: cada taza contiene aproximadamente 82 calorías, nada de grasa ni colesterol, 2mg de sodio y 1 gr de proteína.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Ayudan al buen funcionamiento del aparato digestivo
Por su contenido de fibra y agua, las piñas pueden ayudar a prevenir la constipación y a mantener un funcionamiento sano y regular del tracto digestivo. Además, contienen bromelina, que es similar a la pepsina, una enzima que compone el jugo gástrico. Es por eso que también estimulan una buena digestión, especialmente cuando se consumen alimentos ricos en proteínas.
Fortalecen el sistema inmunológico
Por su elevado contenido de vitamina C, las piñas fortalecen el sistema inmunológico. Así, ayudan a que el cuerpo se mantenga fuerte para combatir las enfermedades.
Reducen la inflamación y aceleran la curación de las heridas
Según lo indican en Medical News Today, algunos estudios han demostrado que la bromelina presente en las piñas puede reducir la inflamación, los moretones y el dolor asociado con lastimaduras e intervenciones quirúrgicas. También puede acelerar el proceso de cicatrización. En el mismo sitio señalan que esta enzima se utiliza hoy en día para tratar tendinitis, esguinces, desgarros y otras lesiones musculares.
Protegen al corazón
La fibra y la vitamina C presentes en la piña cuidan la salud del corazón. Sin embargo, es el alto nivel de potasio lo que reduce el riesgo de infartos.
Son depurativas
Por su alto contenido de agua y potasio, las piñas son un excelente diurético natural. Esta función es esencial para depurar el organismo.
Harán que tu piel se vea más bella
Cuando se consume en su forma natural, la vitamina C ayuda a combatir el daño que la contaminación y el sol ocasionan en la piel. También disminuye visiblemente las arrugas. Así, mejora la textura general de la piel. Además, la vitamina C es muy importante para la formación de colágeno, fundamental para que la piel se mantenga tersa y firme.
Ayudan a absorber el hierro
La vitamina C estimula la absorción del hierro. Combina la piña con alimentos ricos en este mineral para prevenir enfermedades derivadas de su deficiencia, tales como la anemia.
ALGUNAS IDEAS PARA INCORPORARLA A TU DIETA
Puedes consumir las piñas frescas o incluirlas en recetas tanto dulces como saladas. Si te gusta la comida agridulce, anímate a incorporar algunos trozos en tus ensaladas, brochetas, sándwiches o pizzas. También puedes usarlas para preparar jugos o batidos.
Al escogerlas, opta por aquellas que se vean grandes, firmes, con las hojas verdes. Nunca deben estar magulladas. Ten en cuenta que el color de la cáscara no es un indicador del grado de madurez de las piñas. Que se vean verdes por fuera no indica necesariamente que no estén listas para ser consumidas. A diferencia de otras frutas, no siguen madurando una vez que se las recoge de la planta.
Esta fruta es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. Antes de cortarla se la debe almacenar en un sitio fresco y seco. Sólo cuando la hayas cortado y pelado deberás conservarla en el refrigerador. Ten en cuenta que esta fruta pierde agua rápido por lo que dejará de ser jugosa al poco tiempo.
Para consumirla, corta la base y la parte superior, de donde salen las hojas. Colócala verticalmente sobre una superficie firme y córtala en rodajas. Luego, quítale la cáscara.
Las piñas también se comercializan enlatadas. Si sólo puedes conseguirla de esta manera, asegúrate de escoger aquellas variedades que vengan enlatadas en el mismo jugo de la fruta, no en almíbar. Así, serán más saludables.
Por su alto contenido de agua y potasio, las piñas son un excelente diurético natural. Esta función es esencial para depurar el organismo.
Harán que tu piel se vea más bella
Cuando se consume en su forma natural, la vitamina C ayuda a combatir el daño que la contaminación y el sol ocasionan en la piel. También disminuye visiblemente las arrugas. Así, mejora la textura general de la piel. Además, la vitamina C es muy importante para la formación de colágeno, fundamental para que la piel se mantenga tersa y firme.
Ayudan a absorber el hierro
La vitamina C estimula la absorción del hierro. Combina la piña con alimentos ricos en este mineral para prevenir enfermedades derivadas de su deficiencia, tales como la anemia.
ALGUNAS IDEAS PARA INCORPORARLA A TU DIETA
Puedes consumir las piñas frescas o incluirlas en recetas tanto dulces como saladas. Si te gusta la comida agridulce, anímate a incorporar algunos trozos en tus ensaladas, brochetas, sándwiches o pizzas. También puedes usarlas para preparar jugos o batidos.
Al escogerlas, opta por aquellas que se vean grandes, firmes, con las hojas verdes. Nunca deben estar magulladas. Ten en cuenta que el color de la cáscara no es un indicador del grado de madurez de las piñas. Que se vean verdes por fuera no indica necesariamente que no estén listas para ser consumidas. A diferencia de otras frutas, no siguen madurando una vez que se las recoge de la planta.
Esta fruta es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. Antes de cortarla se la debe almacenar en un sitio fresco y seco. Sólo cuando la hayas cortado y pelado deberás conservarla en el refrigerador. Ten en cuenta que esta fruta pierde agua rápido por lo que dejará de ser jugosa al poco tiempo.
Para consumirla, corta la base y la parte superior, de donde salen las hojas. Colócala verticalmente sobre una superficie firme y córtala en rodajas. Luego, quítale la cáscara.
Las piñas también se comercializan enlatadas. Si sólo puedes conseguirla de esta manera, asegúrate de escoger aquellas variedades que vengan enlatadas en el mismo jugo de la fruta, no en almíbar. Así, serán más saludables.
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