Cáncer es un grupo de enfermedades en las que existe un crecimiento exagerado de un grupo de células. Este grupo de células puede provenir de cualquier órgano, y dependiendo de eso presentará diferentes síntomas y será más grave o menos grave. El crecimiento descontrolado de las células hace que se forme una masa de muchas células, a esta masa se la denomina TUMOR.
Pero ¿qué es lo que hace que las células se dividan exageradamente?
Bueno, empecemos por algo básico. Todas las células de nuestro cuerpo se dividen constantemente (con ciertas excepciones, como las neuronas o el músculo cardíaco). El objetivo de esto es principalmente reponer las células que con el tiempo van muriendo, reparar heridas, etc. Ahora bien, esta división de las células es un proceso que nuestro cuerpo suele mantener muy bien controlado y regulado, para que las células se dividan solamente cuando es necesario.
¿Qué controla la división de las células?
Muchos factores, pero principalmente el control está en los genes (ADN) de cada célula. Existen genes que le ordenan a la célula dividirse, y existen otros genes que le impiden a la célula dividirse. Podemos imaginar que este control es como un automóvil automático con 2 pedales: un acelerador (hace que la célula avance y se divida) y un freno (impide que la célula se divida). El cáncer, dicho de manera simple, puede producirse entonces porque "algo" aplasta demasiado fuerte el acelerador (se activan los genes que le dicen a la célula que se divida), o porque "algo" le quita los frenos (se inactivan los genes que le impiden a la célula que se divida).
¿Qué es ese "algo" que puede acelerar o inactivar el freno de la división de las células?
En realidad no es una sola cosa, son muchísmas. Se los conoce como CARCINÓGENOS. Los carcinógenos pueden ser un químico, un virus o radiación. Estos carcinógenos actúan en nuestro cuerpo en varios pasos: primero produciendo algún cambio en los genes que controlan la división (se conoce como MUTACIÓN) y luego estimulando la división descontrolada.
Algunos químicos asociados al cáncer son:
1. Humo de cigarrillo: asociado con múltiples cánceres, no solo de pulmón.
2. Asbesto: cáncer bronquial
3. Arsénico: cáncer de la piel, pulmón e hígado
4. Benceno: leucemias
5. Naftilamina: cáncer de vejiga urinaria
Algunos virus asociados al cáncer son:
1. Virus de la Hepatitis B: asociadao a cáncer de hígado
2. Virus Epstein Barr: asociado a linfomas y cáncer nasofaríngeo
3. Virus Papiloma Humano: asociado a cáncer del cuello del útero y cáncer anal en personas homosexuales.
4. Virus Herpes tipo 8: asociado a sarcoma de kaposi (tumor de la piel) generalmente en pacientes con SIDA.
La radiación ultravioleta (del sol por ejemplo) también afecta a los genes de las células y aumenta el riesgo de cáncer de la piel. Otros tipos de radiación son la que provino de la bomba atómica (asociada con leucemias, cáncer de tiroides), la proveniente de minas de uranio (asociada con cáncer de pulmón).
¿Qué tiene de malo que las células se dividan más?
Existen muchos problemas, entre ellos que mientras más se dividen, el tumor se hace más grande y ocupa más espacio, y para poder seguir creciendo, va aplastando lo que encuentra a su paso, que pueden ser otros órganos vecinos.
Pero ¿qué es lo que hace que las células se dividan exageradamente?
Bueno, empecemos por algo básico. Todas las células de nuestro cuerpo se dividen constantemente (con ciertas excepciones, como las neuronas o el músculo cardíaco). El objetivo de esto es principalmente reponer las células que con el tiempo van muriendo, reparar heridas, etc. Ahora bien, esta división de las células es un proceso que nuestro cuerpo suele mantener muy bien controlado y regulado, para que las células se dividan solamente cuando es necesario.
¿Qué controla la división de las células?
Muchos factores, pero principalmente el control está en los genes (ADN) de cada célula. Existen genes que le ordenan a la célula dividirse, y existen otros genes que le impiden a la célula dividirse. Podemos imaginar que este control es como un automóvil automático con 2 pedales: un acelerador (hace que la célula avance y se divida) y un freno (impide que la célula se divida). El cáncer, dicho de manera simple, puede producirse entonces porque "algo" aplasta demasiado fuerte el acelerador (se activan los genes que le dicen a la célula que se divida), o porque "algo" le quita los frenos (se inactivan los genes que le impiden a la célula que se divida).
¿Qué es ese "algo" que puede acelerar o inactivar el freno de la división de las células?
En realidad no es una sola cosa, son muchísmas. Se los conoce como CARCINÓGENOS. Los carcinógenos pueden ser un químico, un virus o radiación. Estos carcinógenos actúan en nuestro cuerpo en varios pasos: primero produciendo algún cambio en los genes que controlan la división (se conoce como MUTACIÓN) y luego estimulando la división descontrolada.
Algunos químicos asociados al cáncer son:
1. Humo de cigarrillo: asociado con múltiples cánceres, no solo de pulmón.
2. Asbesto: cáncer bronquial
3. Arsénico: cáncer de la piel, pulmón e hígado
4. Benceno: leucemias
5. Naftilamina: cáncer de vejiga urinaria
Algunos virus asociados al cáncer son:
1. Virus de la Hepatitis B: asociadao a cáncer de hígado
2. Virus Epstein Barr: asociado a linfomas y cáncer nasofaríngeo
3. Virus Papiloma Humano: asociado a cáncer del cuello del útero y cáncer anal en personas homosexuales.
4. Virus Herpes tipo 8: asociado a sarcoma de kaposi (tumor de la piel) generalmente en pacientes con SIDA.
La radiación ultravioleta (del sol por ejemplo) también afecta a los genes de las células y aumenta el riesgo de cáncer de la piel. Otros tipos de radiación son la que provino de la bomba atómica (asociada con leucemias, cáncer de tiroides), la proveniente de minas de uranio (asociada con cáncer de pulmón).
¿Qué tiene de malo que las células se dividan más?
Existen muchos problemas, entre ellos que mientras más se dividen, el tumor se hace más grande y ocupa más espacio, y para poder seguir creciendo, va aplastando lo que encuentra a su paso, que pueden ser otros órganos vecinos.
Además de esto, el órgano que tiene el tumor se va destruyendo y no puede cumplir con su función: por ejemplo, el pulmón está formado por muchos espacios vacíos donde debe entrar el aire para poder oxigenar la sangre, ¿correcto? Pues bien, si alguna célula del pulmón comienza a dividirse exageradamente, el tumor comienza a ocupar ese espacio que antes debía ocuparlo el aire, entonces no se podrá oxigenar bien la sangre y esto comenzará a traer problemas. Otro ejemplo: un tumor en el cerebro crecería y comenzaría a destruir las neuronas que están cerca, lo cual obviamente no es muy agradable. Otro problema es que alguna de esas células puede pasarse a la sangre o a los ganglios linfáticos y desde ahí puede regarse hacia otros órganos que antes estaban sanos (esto se llama METÁSTASIS). Cuando esto ocurre, es más difícil dar tratamiento debido a que el cáncer se encuentra diseminado en demasiados lugares, algunos inaccesibles para un cirujano o para la quimioterapia.
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