Se denominan elementos biogenésicos o bioelementos a aquellos elementos químicos que forman parte de los seres vivos. Atendiendo a su abundancia (no importancia) se pueden agrupar en tres categorías: macroelementos, microelementos y oligoelementos.
Macroelementos o bioelementos primarios
(C, H, O, N).
Son los elementos mayoritarios de la materia viva, constituyen el 95% de la masa total. Las propiedades físicoquímicas que los hacen idóneos son las siguientes:
· Forman entre ellos enlaces covalentes, compartiendo electrones
· El carbono, nitrógeno y oxígeno, pueden compartir más de un par de electrones, formando enlaces dobles y triples, lo cual les dota de una gran versatilidad para el enlace químico
· Son los elementos más ligeros con capacidad de formar enlace covalente, por lo que dichos enlaces son muy estables.
· A causa de la configuración tetraédrica de los enlaces del carbono, los diferentes tipos de moléculas orgánicas tienen estructuras tridimensionales diferentes. Esta conformación espacial es responsable de la actividad biológica.
· Las combinaciones del carbono con otros elementos, como el oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno, etc., permiten la aparición de muchos grupos funcionales que dan lugar a las diferentes familias de sustancias orgánicas. Estos presentan características físicas y químicas distintas, y dan a las moléculas orgánicas propiedades específicas, lo que aumenta las posibilidades de crear nuevas moléculas orgánicas por reacción entre los diferentes grupos.
· Los enlaces entre los átomos de carbono pueden ser simples (C - C), dobles (C = C) o triples.
Los encontramos formando parte de todos los seres vivos, y en una proporción del 4.5%.
Azufre: Se encuentra en dos aminoácidos (cisteína y metionina), presentes en todas las proteínas. También en sustancias como la coenzima A
Fósforo: Forma parte de los nucleótidos de los ácidos nucleicos, de coenzimas y fosfolípidos (esenciales de las membranas celulares). Forma parte de los fosfatos, sales minerales abundantes en los seres vivos.
Magnesio: Forma parte de la clorofila, y en forma iónica actúa como catalizador, junto con las enzimas, en muchas reacciones químicas del organismo.
Calcio: Forma el carbonato de calcio de los huesos. En forma iónica interviene en la contracción muscular, coagulación sanguínea y transmisión del impulso nervioso.
Sodio: Catión abundante en el medio extracelular; necesario para la conducción nerviosa y la contracción muscular.
Potasio: Catión más abundante en el interior de las células; necesario para la conducción nerviosa y la contracción muscular.
Cloro: Anión más frecuente; necesario para mantener el balance de agua en la sangre y fluido intersticial.
Hierro: Esencial para la síntesis de clorofila, catalizador en reacciones químicas y forma parte de los citocromos de la respiración celular, y en la hemoglobina para el transporte de oxígeno.
Manganeso: Interviene en la fotolisis del agua, durante el proceso de fotosíntesis en las plantas.
Yodo, Iodo: Necesario para la síntesis de la tiroxina, hormona que interviene en el metabolismo.
Flúor: Forma el esmalte dentario y de los huesos.
Cobalto: Forma parte de la vitamina B12, necesaria para la síntesis de hemoglobina.
Silicio: Proporciona resistencia al tejido conjuntivo, endurece tejidos vegetales como en las gramíneas.
Cromo: Interviene junto a la insulina en la regulación de glucosa en sangre.
Zinc: Actúa como catalizador en muchas reacciones del organismo.
Litio: Actúa sobre los neurotransmisores y la permeabilidad celular. En dosis adecuada puede prevenir estados depresivos.
Molibdeno: Forma parte de las enzimas vegetales que actúan en la reducción de los nitratos por parte de las plantas.
Níquel: Importante para el buen funcionamiento del páncreas..
Cobre: Interviene en la fotosíntesis, contribuye a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento de vasos sanguíneos, nervios, sistema inmunológico y huesos.
Boro: En las plantas es esencial para el mantenimiento de la estructura de la pared celular y de las membranas.
Vanadio: Regulación del metabolismo de los lípidos.Estaño: Importante para el crecimiento capilar, mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y de los reflejos.
Selenio: Es un antioxidante, estimula el sistema inmunológico e interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides.
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