Enviado por Edgar Lucero
El Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) con sede en Reynosa desarrolla bacterias benéficas que permiten estimular el sano desarrollo y crecimiento de las plantas de maíz y sorgo.María Antonia Cruz Hernández, investigadora del Centro de Biotecnológica Genómica incorporada al laboratorio interacción planta micro organismo del IPN, refirió que con la intención de contribuir en las diferentes áreas que se desarrollan en Reynosa, crearon una bacteria que estimula el sano crecimiento de los cultivos locales.
La entrevistada recordó que el centro de biotecnología genómica que se fundó hace poco más de 16 años en esta ciudad, tiene como visión hacer ciencia básica, que sirva al mejoramiento de diversos temas de la vida cotidiana.
Expresó que el interés de los investigadores del centro de biotecnología es poder hacer ciencia aplicada, que sirva para solucionar o mejorar problemas que existen en la sociedad.
Cruz Hernández destacó que los investigadores trabajan en biología molecular enfocada en diferentes áreas de la tecnología, medio ambiente, industrial, ganadera y agrícola, entre otras. -
Ejemplificó que esta zona se dedica a la siembra de maíz y sorgo por lo que la planta de interacción de microorganismos trabajan con bacterias que son benéficas a los cultivos, es decir, que no son bacterias patógenas.
"Trabajamos con una bacteria que estimula el desarrollo de la raíz de las plantas, ésta se encuentra de manera natural en las raíces del maíz y del sorgo", comentó.
"Lo que hacemos, agregó, es que vamos, la colectamos, la sembramos en el laboratorios en medio de cultivo y una vez que ha crecido se le hacen pruebas para seleccionar los mejores y la llevamos a campo a su hábitat normal, a las plantas de maíz y de sorgo".
La experta explicó que ya una vez en la raíz, la bacteria es detectada y libera compuestos químicos que le da a la planta una hormona que hace que la raíz crezca más grande y así será podrá absorber mayor cantidad de agua y de nutrientes.
"Eso le da ventaja en relación a otras plantas que no están en contacto con la bacteria, porque su crecimiento va a ser más lento", dijo.
La investigadora mencionó que en esta zona se fertiliza con productos químicos que, además de caros, contaminan el medio ambiente, por lo que el IPN trabaja en el uso de las mismas bacterias que están presentes en el ambiente para ponerlas en mayor cantidad y así las bioestimulen de manera natural.
Mencionó que esta bacteria permite reducir la cantidad de fertilizantes, situación que beneficia a los agricultores de esta región ya que se reduce el uso de químicos que son más caros.
Paulatinamente ha ido en aumento el uso de esta bacteria en los sembradíos de maíz y sorgo, apuntó.
"En el laboratorio sólo desarrollamos el estudio de la bacteria, hay otro departamento que la produce a mayores cantidades, esto dentro del mismo centro y se prepara de manera que ya pueda ser de fácil acceso a los agricultores", dijo.
Refirió que entre las organizaciones de agricultores locales y regionales existen programas de difusión para que conozcan los beneficios de utilizar esta bacteria en sus sembradios.
Finalmente, indicó que los programas que desarrollan en el centro de biotecnología genómica del Instituto Politécnico Nacional están encaminados a mejorar el entorno de los diversos sectores de la sociedad.
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