Enviado por Sahian Miranda Mondragón
Una técnica novedosa no invasiva denominada estimulación magnética transcraneal (EMT)permite tratar la depresión moderada. El método consiste en el envío de impulsos electromagnéticos hacia la zona del cerebro que regula el afecto y la cognición.
Gerhard Heinze Martin, jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló que se trata de estimular la actividad motora de las neuronas de la región prefrontal dorsolateral, que están vinculadas con las patologías mentales, particularmente con la depresión.
“Por medio de un equipo especializado, al paciente se le transmite una serie de señales eléctricas tenues de un hertz. El campo magnético de éstas atraviesan la piel, el hueso y las meninges pero sin causar daño ni sensación alguna”, comentó.
En comparación con la terapia electroconvulsiva o por electrochoques, la cual resulta efectiva en las depresiones severas, la EMT es un procedimiento más amigable, pues únicamente se colocan unos electrodos en una de las sienes del paciente y a través de un magneto se le transmite una serie de impulsos eléctricos tenues a fin de estimular las neuronas corticales.
El experto destacó que los pacientes presentan una mejoría de su estado de ánimo después de 15 sesiones y posteriormente en su memoria y atención.
“Algunos investigadores recomiendan aplicar tres sesiones al cabo de tres o seis meses, pues parece ser que esto ayuda, de manera significativa, a mantener durante los próximos meses la mejoría alcanzada”, señaló Heinze Martin.
Aseguró que tras cada sesión lo único que el paciente suele experimentar es una cefalea leve de breve duración, debida principalmente a la contracción de los músculos superficiales de la frente y la sien.
Si se utiliza una potencia mayor con cinco o más hertz, existe la posibilidad de que algunos pacientes sufran una convulsión, lo cual suele deberse a un problema previo de tipo epiléptico que no se ha manifestado, o bien, a un umbral a la convulsión demasiado bajo.
Pese a que la EMT es recomendada principalmente para los estados depresivos moderados, también posee aplicaciones en pacientes con esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo, anorexia nerviosa, autismo, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer en su etapa inicial y epilepsia, así como en la rehabilitación de quienes han sufrido un infarto cerebral.
Aseveró que el primer tratamiento con esta técnica tuvo lugar en 1896, gracias al biofísico e inventor francés Jacques Arsene d’Arsonval, quien en algunos casos reportó fosfenos (manchas luminosas y vértigo); y en otros síncope (desmayo).
Subrayó que el Instituto Nacional de Psiquiatría fue la primera institución del país en contar con un equipo de EMT, en 2013. Ahora, el aparato también se encuentra en la clínica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM para tratar la depresión, gracias a que fue donado por la Fundación Gonzalo Río Arronte.
La clínica solo atiende a los alumnos de la UNAM, sin embargo existen otras instituciones que cuentan con dicho equipo, entre las cuales se encuentran los institutos nacionales de Psiquiatría y de Neurología, donde se aprovecha con fines de investigación, el Hospital Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional y Médica Sur.
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