Enviado por Débora Cristina Nieto Pérez
Un colisionador es una de las herramientas más útiles de la actualidad para los físicos, ya que permite estrellar haces de partículas y comprobar de primera mano su reacción.
Suena tonto, pero la verdad es que estrellar dos cosas entre sí supone una gran fuente de información y nos permite saber mejor cómo funciona nuestro universo. El colisionador más conocido es el LHC en Ginebra, gracias al que se han podido confirmar teorías como la del Bosón de Higgs, y descubrir nuevas partículas como el pentaquark.
El mayor colisionador de partículas del planeta ahora estará en ChinaAhora China también quiere convertirse en el centro mundial de investigación con la construcción de un nuevo colisionador con el que pretende batir todos los récords. El diseño final será terminado en 2016, y su construcción dará inicio en 2020. Al igual que el LHC será subterráneo, y aunque no se ha publicado su distancia total, se espera que sea el doble de grande que el LHC, que usa un túnel de unos 27 kilómetros de circunferencia.
Con semejante tamaño se espera generar millones de partículas de Higgs, mucho más de lo que puede el LHC en la actualidad; eso permitiría a los científicos avanzar la investigación del Bosón de Higgs a un ritmo mayor y responder las preguntas que aún quedan sobre la llamada “partícula de la masa” ya que explica el origen de la masa de las partículas que conforman los elementos. En otras palabras, gracias a las partículas de Higgs podemos explicar porqué los elementos tienen masa, todo ello encajando con el modelo estándar de física que llevamos décadas siguiendo.
Este mismo 2015 el LHC volvió a abrir usando el doble de energía que antes, pero todo el mundo sabe que tarde o temprano llegará a su límite y por eso este proyecto de China es importante para continuar la investigación sobre el mundo que nos rodea.
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