martes, 14 de enero de 2025

Higos y avispas: una relación compleja.

Los higos y las avispas tienen una relación única basada en la polinización y el desarrollo mutuo de sus ciclos. Las avispas entran en el higo a través de una abertura llama ostiolo, perdiendo alas y antenas, para depositar sus huevos. Mientras lo hacen, transfieren polen recogido previamente, permitiendo la fertilización de las flores internas del fruto. Las larvas crecen dentro del higo; los machos emergen primero, se aparean y crean túneles para que las hembras salgan. Al morir dentro del higo, las avispas son descompuestas por una enzima llamada ficina, convirtiéndose en nutrientes. Los higos comerciales suelen ser partenocárpicos, produciéndose sin necesidad de avispas, eliminando cualquier residuo en el fruto. Este ejemplo resalta cómo la coevolución entre dos especies asegura su supervivencia y el equilibrio en los ecosistemas. Consumir higos es seguro y nos conecta con una compleja y sorprendente historia natural de mutualismo.

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