La extinción masiva del Pérmico-Triásico, ocurrió hace alrededor de 251,9 millones de años, al final del Período Pérmico, después de una serie de erupciones volcánicas masivas. La vida en los mares sufrió mucho. Más del 80 por ciento de las especies marinas se extinguieron. Algunos investigadores incluso han propuesto que niveles tróficos completos (castas en la red alimentaria de un ecosistema) pudieron haber desaparecido. Se considera la mayor extinción conocida ocurrida en el planeta Tierra.
Un periodo mucho más corto
Durante mucho tiempo, los paleontólogos creyeron que los ecosistemas oceánicos tardaron alrededor de 8 millones de años en recuperarse de este contratiempo y evolucionar a la forma moderna que conocemos hoy.
La Gran Muerte representó un importante periodo en la evolución: la recuperación anunció el desarrollo de ecosistemas reconociblemente modernos y ahora hemos descubierto que este periodo entre la desaparición de las especies y su recuperación, se produjo en un espacio de tiempo bastante corto.
Los paleontólogos han descubierto un conjunto de fósiles excepcionalmente bien conservado en la Formación Daye cerca de Guiyang, China. Llamado Guiyang Biota, el conjunto data de hace 250,83 millones de años (casi un millón de años después del evento de extinción) y presenta ejemplos de diversos peces, ammonoideos, bivalvos, protistas y artrópodos malacostracanos.
Entre los fósiles descubiertos hay al menos 40 especies diferentes de peces, almejas, amonites y crustáceos como camarones y langostas. Los fósiles incluyen representantes de todos los niveles de la cadena alimentaria, desde celacantos depredadores de 1 metro de largo hasta pequeñas amebas unicelulares. Si bien algunos grupos importantes de organismos sobrevivieron a la extinción masiva, muchos otros que habían sido abundantes antes, como los trilobites, se perdieron.
Biotas del Triásico
"Los fósiles de la región de Guizhou revelan un ecosistema oceánico con diversas especies que forman una cadena alimenticia compleja que incluye vida vegetal, peces óseos, peces con aletas radiadas, cangrejos, langostas, camarones y moluscos", explica Morgann Perrot, un paleontólogo de la Université du Québec à Montréal. "Descubrimos 12 clases de organismos e incluso encontramos heces fosilizadas, lo que revela pistas sobre las dietas de estos animales antiguos".
Esta evidencia puede representar los primeros cimientos de los ecosistemas que habitan en los océanos de la actualidad.
"Los fósiles de la región de Guizhou revelan un ecosistema oceánico con diversas especies que forman una cadena alimenticia compleja que incluye vida vegetal, peces óseos, peces con aletas radiadas, cangrejos, langostas, camarones y moluscos", explica Morgann Perrot, un paleontólogo de la Université du Québec à Montréal. "Descubrimos 12 clases de organismos e incluso encontramos heces fosilizadas, lo que revela pistas sobre las dietas de estos animales antiguos".
Esta evidencia puede representar los primeros cimientos de los ecosistemas que habitan en los océanos de la actualidad.
“Anteriormente, se pensaba que el ecosistema complejo necesitaría de 5 a 10 millones de años para evolucionar después de una extinción”, dijo Perrot. "Sin embargo, descubrimos que los especímenes en la región de Guizhou evolucionaron mucho más rápido que eso mediante el uso de datación radiométrica para fechar las rocas donde se descubrieron los fósiles. Todo esto tiene implicaciones para nuestra comprensión de la rapidez con la que la vida puede responder a crisis extremas. También requiere una reevaluación de las condiciones oceánicas del Triásico temprano”.
Parece claro que estos ecosistemas eran resistentes. Debido al movimiento de las placas tectónicas, la comunidad preservada en la biota de Guiyang se ubicó en los trópicos durante el Triásico temprano, donde había una temperatura en la superficie del mar de casi 35⁰ Celsius.
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