No solo purifica el aire de una treintena de plantas, sino que también puede capturar compuestos orgánicos volátiles.
Está demostrado que incluir plantas de interior en el hogar (no artificiales, por supuesto, naturales), mejora nuestro estado de ánimo y ahora pueden literalmente, limpiar el aire que respiramos.
Una startup con sede en París llamada Neoplants tiene como objetivo aprovechar las propiedades naturales de filtración de aire de las plantas y mejorarlas. La clave está en la modificación genética. De hecho, probaron a modificar genéticamente tanto una planta de pothos (Epipremnum aureum) como su microbioma de raíz asociado, consiguiendo un organismo que, apuntan, es capaz de hacer el trabajo de hasta 30 plantas de interior. Ahora, la nueva planta supereficiente ha llegado al mercado y muy bien podría revolucionar la industria de la purificación del aire.
El futuro de la filtración de aire
Una de sus ventajas, aparte de la menor cantidad de espacio, dinero y tiempo que necesitarían 30 plantas de interior, es que no requiere electricidad. Es una planta al uso, que no contamina sino que purifica el aire con el potencial de eliminar compuestos orgánicos volátiles que muchos purificadores de aire al uso no son capaces de procesar y que causan dolores de cabeza, irritación de ojos y garganta y, en algunos casos extremos, incluso daño hepático o cáncer.
Si bien un informe de la NASA de 1989 muy citado afirmaba que las plantas pueden limpiar el aire en un ambiente cerrado, una investigación más reciente encontró que la flora solo tiene un efecto modesto sobre este tipo de contaminantes. Y lo que han hecho desde Neoplants es realizar un pequeño ajuste metabólico para que todo funcione más eficientemente.
Les llevó cuatro años dar con los genes adecuados de las plantas, pero finalmente, consiguieron crear una que metabolizaba cuatro contaminantes importantes del aire interior, incluido el formaldehído y el tolueno. La primera planta de interior de alta tecnología de la compañía, llamada Neo P1, ya se ha estrenado en el mercado, aunque es bastante más cara que una planta convencional. Su precio es de 179 dólares.
Ahora, la empresa está centrada en modificar otros tipos de plantas para satisfacer diferentes gustos e intentar rebajar el precio base de la fabricación de la planta modificada genéticamente para que sea accesible al mayor número de personas.
¿Podría servir en el futuro como herramienta en la lucha contra el cambio climático realizando pequeñas modificaciones que hagan que capturen y almacenen más carbono de lo normal?
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