La mariposa Monarca (Danaus plexippus) es reconocida internacionalmente por su fenomenal migración. La migración de estos pequeños insectos, de medio gramo de peso, comprende gran parte de norte América y es un fenómeno maravilloso y muy complejo. Es una de las migraciones más largas y numerosas en el mundo de los insectos y además, la generación migratoria (los mismos individuos) hace el recorrido de ida y vuelta. Y a diferencia de las migraciones de aves, tortugas y ballenas, las mariposas Monarca nunca antes han estado en sus sitios de hibernación.
Ciclo de vida
Como todas las mariposas, la Monarca tiene un ciclo de vida breve que pasa por una impresionante metamorfosis. Para la primera etapa las hembras ponen sus pequeños huevos blancos en las hojas de los algodoncillos (Asclepias spp.). Cada hembra pone alrededor de 400 huevos, de dos milímetros de tamaño, individualmente (no en grupos) en la parte inferior (envés) de las hojas de las plantas. Después de cuatro a ocho días nacen unas diminutas orugas de rayas blancas, negras y amarillas que se alimentan vorazmente de las hojas del algodoncillo.
Después de nueve a quince días, la oruga busca un sitio escondido entre los arbustos y una vez colgada de cabeza, rompe su piel y por debajo la nueva piel se endurece en una verde crisálida. Dentro de la crisálida sucede una de las transformaciones más espectaculares del mundo animal. El cerebro, el corazón y el aparato digestivo de la oruga se modifican, al tiempo que se desarrollan músculos, ojos compuestos, tres pares de patas y dos pares de alas. Al pasar dos semanas, la crisálida se transparenta, se rompe y emerge un nuevo adulto.
Este ciclo de vida dura aproximadamente un mes y puede acelerarse o alentarse de acuerdo a las temperaturas del ambiente. Sin embargo, a mediados de agosto en las latitudes de Canadá y Estados Unidos, baja el ángulo de la luz del sol, bajan las temperaturas y se acortan los días. La generación que nace en esta época influenciada por los cambios ambientales es distinta a todas las generaciones anteriores. Retrasará su reproducción y vivirá hasta 9 meses, tiempo suficiente para viajar al sur (2 meses), pasar cinco meses en México o California y regresar hacia el norte. Esta generación es conocida como "Matusalén" por su longevidad.
En México, la mariposa Monarca se encuentra en la categoría de riesgo como Sujeta a Protección Especial por la Norma Oficial Mexicana 059.
Otras especies parecidas
La mariposa Monarca pertenece a la familia de las mariposas patas de cepillo (Nymphalidae). Estas mariposas son de mediano tamaño y se reconocen porque uno de sus pares de patas es corto y parecen cepillos. Si las observamos veremos claramente dos pares de patas y el tercer par es más difícil de ver.
Hay algunas especies muy parecidas a la mariposa Monarca, la mariposa Reina (Danaus gilippus), la mariposa soldado (Danaus eresimus) y la mariposa Virrey (Limenitis archippus).
Hábitat
El hábitat de la mariposa Monarca cambia radicalmente durante su ciclo anual. En Canadá y Estados Unidos frecuenta pastizales, zonas abiertas, jardines y en menor grado bosques. En México su hábitat más importante es el bosque y con mucho menor frecuencia los desiertos y matorrales.
Alimentación
Los algodoncillos (Asclepias spp.), también conocidos como venenillos, son el principal alimento de las orugas de la mariposa Monarca. Estas plantas producen sustancias tóxicas (Glicósidos cardiácos) que disminuyen la voracidad de sus depredadores. Sin embargo, las orugas de la Monarca, asimilan estas sustancias y las depositan en su piel, convirtiéndose a su vez en tóxicas y protegiéndose de esta forma de un gran número de depredadores. Las mariposas adulto también se alimentan del néctar de los algodoncillos.
Existen alrededor de 130 especies de algodoncillos (Asclepias spp.) de las cuales como 70 crecen en Canadá y Estados Unidos y el resto en México y centro América. Los algodoncillos son plantas oportunistas, crecen en zonas perturbadas, a lo largo de las carreteras y en campos de cultivo y son consideradas malezas que compiten con las plantaciones agrícolas.
Al parecer el algodoncillo común (Asclepias syriaca) es una de las principales fuentes de alimento de las orugas en Norte América y en particular de la generación "matusalén". En México una de las especies más importantes es el algodoncillo (Asclepias curassavica).
La mariposa Monarca visita una gran variedad de plantas melíferas (productoras de néctar) nativas como Cempasuchil (Tagetes erecta), Cempasuchil de campo (Tagetes tenuifolia), Anisillo (Tagetes lucida), y Cinco negritos (Lantana cámara).
Depredadores y parásitos
A pesar de que tanto orugas y adultos de la Monarca son tóxicos, hay algunos depredadores que pueden alimentarse de ellas. El bolsero tunero (Icterus parisorum) y el bolsero de dorso oscuro (Icterus abeillei) selectivamente se alimentan de los músculos del tórax y de la grasa abdominal sin comerse la piel tóxica. Por su parte, el picogordo tigrillo (Pheucticus melanocephalus) es menos selectivo y se come a la mariposa completa. También los ratones de campo de orejas negras (Peromyscus melanotis) que viven debajo de las colonias pueden alimentarse de mariposas Monarca muertas.
Uno de los principales parásitos de la mariposa Monarca es un protozoario (Ophryocystis elektroscirrha). Este parásito ampliamente distribuido en Norte América afecta la sobrevivencia de las mariposas.
Importancia ecológica
Durante su etapa de oruga la mariposa Monarca es un importante herbívoro que se alimenta vorazmente del varias especies de algodoncillo (Asclepias sp.). Durante la etapa de adulto, la mariposa se alimenta de néctar y pasa de ser un herbívoro a ser un importante polinizador. Millones de mariposas Monarca viven en Norteamérica y además a través de su migración mueven el polen de las plantas con flores, promoviendo así la diversidad genética de las plantas. Finalmente, a pesar de que tanto orugas como adultos son tóxicos, hay algunos depredadores y parásitos que no les hacen el feo.
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