La equinoterapia y los beneficios que produce, posibilita una vida diferente para aquellas personas con discapacidad ya que, ofrece un abanico muy amplio de posibilidades a personas con problemas físicos, psíquicos, sensoriales y comportamentales.
La terapia con caballos es una terapia asistida e integral que como herramienta terapéutica, es cada vez más usada y recomendada por los profesionales de la salud física o mental.
Los caballos han sido usados desde hace miles años por los seres humanos para muchas actividades, actualmente la actividad terapéutica es una más de estas actividades. La equitación produce resultados excelentes en todas aquellas patologías que conlleven alguna limitación del aparato motor o muscular debido a la posición del cuerpo y al movimiento que produce el caballo al galopar.
El caballo posee características musculares únicas, que se valoran por la agilidad, la armonía y la fuerza. El caballo al paso, transmite vibraciones al cuerpo del jinete y en consecuencia a su cerebro, fomentando las conexiones nerviosas del mismo. En definitiva, consiste en aprovechar los movimientos multidimensionales del caballo para estimular musculatura, huesos y articulaciones.
Otro punto a favor de este tipo de terapias es que se desarrollan al aire libre, normalmente rodeados de vegetación, esto favorece el contacto con diferentes sensaciones y texturas, por no hablar de la gama de colores y estímulos visuales que la naturaleza nos proporciona. Lo que causa un efecto muy beneficioso sobre el sistema sensorial y cognitivo sin hacer prácticamente ningún esfuerzo al respecto.
Modalidades terapéuticas de la equinoterapia
Dentro de la equinoterapia ponemos contemplar varias modalidades o metodologías para practicarla. Estas modalidades se diferencian entre ellas según las posibilidades físicas de las personas que la realizan, siendo la primera de ellas la más básica y en la que menos movimiento corporal se necesita y la última en la que hay que tener un buen control del sistema locomotor. Entre estas modalidades podemos encontrar:
Hipoterapia, que está destinada a personas que debido a una grave discapacidad física no pueden montar en el caballo ni llevar a cabo muchas acciones con él.
Monta terapéutica que está dirigida a personas que pueden realizar alguna acción sobre el caballo
Volteo adaptado, sin necesidad de llevar el caballo el paciente puede disfrutar de todos los beneficios del caballo.
Equitación adaptada, equitación propiamente dicha, pero con las adaptaciones necesarias para la persona jinete.
Igualmente también podemos distinguir la equinoterapia como terapia pasiva o terapia activa.En la terapia pasiva el paciente se adapta a los movimientos del caballo sin realizar ninguna acción por su parte, en ocasiones irá un terapeuta montado detrás para controlar al menor encima del caballo. En la terapia activa se añade a la monta la realización de ejercicios neuromusculares para estimular en mayor grado y producir mejores beneficios.
Beneficios de la Equinoterapia
Entre los beneficios físicos que se consiguen se pueden destacar la mejora del equilibrio, el control de la postura, el fortalecimiento del tono muscular, la coordinación neuromotora y orientación, el espacio temporal y la lateralidad, mejora de la percepción del esquema corporal.
También se producen numerosos beneficios psicológicos como pueden ser: el aumento de la autoestima, mejora de la confianza y de la autoconfianza, estimulación de la atención y la concentración, desarrollo del autocontrol, estimulación de la comunicación y el lenguaje, nuevos aprendizajes como por ejemplo el respeto por los demás y la naturaleza.
Principios terapéuticos de la equinoterapiaLos principios en los que se basa la equinoterapia son los mismo principios en lo que se basa la equitación en general y se pueden reducir en la transmisión del calor corporal del caballo, la transmisión de los impulsos rítmicos del dorso del caballo al jinete y la transmisión de un patrón de locomoción tridimensional equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana.
El tratamiento de hipoterapia para una persona debe empezar por conocer a es persona, cuáles son sus posibilidades y sus limitaciones. Una vez realizado esto, es de suma importancia el primer contacto del niño o la niña con el caballo, se debe establecer una relación de confianza con entre ambos donde el menor confíe en el caballo para posteriormente estar relajado cuando se suba encima de él.
Al principio puede empezar dándole de comer y cepillándole el pelo y acariciarlo. Debe producirse contacto físico entre el animal y el paciente. Cuando ya pase a la monta es importante que antes de la misma se realicen sesiones de calentamiento ya que la equitación está considerada una actividad física y se debe preparar previamente la musculatura. Normalmente la periodicidad de las sesiones será una vez por semana y las personas encargadas de las sesiones deben valorar los avances del menor.
No todos los caballos valen para ejercer de co-terapeutas en una sesión de equinoterapia, por ello es necesario que cumplan varias características, como por ejemplo, deben ser caballos nobles con un temperamento dócil y tranquilo, deben ser entrenados de manera natural (sin sometimiento) ya que esto asegurará la confianza en el caballo. Debe estar familiarizado con las personas y con los materiales que se utilicen durante las sesiones de terapia como pueden ser pelotas, aros, conos, etc.
Los caballos también pueden ser útiles en otras aplicaciones como por ejemplo en enfermedades mentales como esquizofrenia, bipolaridad o depresión, también se usan drogodependencias y problemas conductuales.
La equinoterapia y los beneficios que se generan son esenciales no solo para la persona que recibe la técnica, sino para los propios familiares y el entorno más próximo, ya que la mejora del estado de ánimo, sobretodo en el caso de los niños, es una fuente motivadora que impulsa al paciente.
No gustaría conocer tu opinión, sobre todo, si has tenido la oportunidad de presenciar una sesión de equinoterapia, ¡No olvides comentar!
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