enviado por Mauricio Ordaz Olea
El equipo de investigadores, liderado por la Dra. Melinda Duer del Departamento de Química, encontró el fluido atrapado entre los cristales que forman los huesos. Se compone de citrato y agua y comprende cerca de la mitad del mineral óseo.
Los investigadores creen que esta nueva información será crucial en el desarrollo y tratamiento de enfermedades como la osteoportosis, la cual podría ser causada por la pérdida de este líquido. Sin la capa móvil de citrato, lo huesos se fusionarían y formarían grumos inflexibles, los cuales se romperían bajo presión.
El fluido, que funciona como un amortiguador, explica por qué los huesos no se rompen con mayor facilidad. Los científicos continuarán explorando esta nueva sustancia y su importancia en la salud ósea.
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