El 8 de Octubre de 2008, murió uno de los grandes científicos que abrió camino en el campo de la biología celular.
Sus descubrimientos fueron esenciales para el desarrollo de la citología moderna: gracias a sus investigaciones, hoy conocemos la ultraestructura de orgánulos como las mitocondrias (sabemos que su fuente de energía es el ATP), los cloroplastos y el complejo de Golgi. También sabemos que las proteínas que se sintetizan en el retículo endoplasmático son “empaquetadas” y transportadas en vesículas fuera de la célula.
Si todo esto os suena a chino, sólo hace falta que sepáis que sus descubrimientos fueron de tal importancia que, sin ellos, gran parte del conocimiento que tenemos hoy sobre cómo funcionan los seres vivos no existiría.
Palade fué un gran biólogo, y me gustaría dar importancia al hecho de que se formó en su país natal, en Rumania. Estudió allí la carrera, aunque posteriormente se fué con una beca a USA y allí se quedó toda su vida, haciendo investigación en los laboratorios más punteros de su época.
Desde el siglo XXI nos quitamos el sombrero ante uno de los personajes más destacados de la biología celular del siglo XX, que fué capaz de descubrir “submundos” impresionantes dentro de la increíble complejidad de las minúsculas células.
George Palade, que recibió el premio Nobel de fisiología y medicina en 1974, junto con A.Claude y C. de Duve, nos dejó hace unos días, a los 96 años de edad.
Sus descubrimientos fueron esenciales para el desarrollo de la citología moderna: gracias a sus investigaciones, hoy conocemos la ultraestructura de orgánulos como las mitocondrias (sabemos que su fuente de energía es el ATP), los cloroplastos y el complejo de Golgi. También sabemos que las proteínas que se sintetizan en el retículo endoplasmático son “empaquetadas” y transportadas en vesículas fuera de la célula.
Si todo esto os suena a chino, sólo hace falta que sepáis que sus descubrimientos fueron de tal importancia que, sin ellos, gran parte del conocimiento que tenemos hoy sobre cómo funcionan los seres vivos no existiría.
Palade fué un gran biólogo, y me gustaría dar importancia al hecho de que se formó en su país natal, en Rumania. Estudió allí la carrera, aunque posteriormente se fué con una beca a USA y allí se quedó toda su vida, haciendo investigación en los laboratorios más punteros de su época.
Desde el siglo XXI nos quitamos el sombrero ante uno de los personajes más destacados de la biología celular del siglo XX, que fué capaz de descubrir “submundos” impresionantes dentro de la increíble complejidad de las minúsculas células.
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