Descubren Quipu, la mayor estructura del Universo
Que el cosmos es inconmensurable -aunque todavía desconocemos si es finito o infinito– es una verdad prácticamente incuestionable. A pesar de ello, los científicos se las ingenian cada día para intentar darle sentido y poder medirlo de la manera más precisa posible.
Esto lo traigo a colación porque, el pasado 31 de enero, apareció publicado un extenso artículo en el repositorio Arxiv de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), en donde investigadores encabezados por Hans Bohringer, del Instituto Max Planckde Alemania, afirman haber descubierto la mayor estructura del Universo cercano(se espera que en unos días el trabajo aparezca publicado en una de las revistas más prestigiadas: Astronomy and Astrophysics).
Ésta fue bautizada como Quipu en honor a un sistema de medición ancestralutilizado por los habitantes del Imperio Inca, el cual, en su época de mayor esplendor, abarcó el territorio de lo que hoy es Perú y parte de Chile.
Quipu está formada por millones de galaxias que se agrupan como si fuesen racimos. De hecho, los astrónomos han podido determinar que estas superestructuras están constituidas, a su vez, por grupos más pequeños llamados cúmulos y supercúmulos. Cada uno de estos cúmulos y supercúmulos están formados por miles de galaxias.
Por ejemplo, la Vía Láctea, la galaxia a la que pertenecemos, se encuentra situada dentro de un cúmulo llamado Laniakea, el cual contiene alrededor de 100,000 galaxias.
Ahora bien, lo que Bohringer y su equipo descubrieron es que Quipu posee una masa de unos 200 cuatrillones de masas solares, lo cual significa que, si pudiésemos transportar estrellas como el Sol hacia esta superestructura, es probable que nunca terminemos nuestra tareadebido a que hablar de cuatrillones ya es en sí mismo una cifra que resulta bastante abrumadora. Además, de extremo a extremo, mide unos 1,300 millones de años luz, es decir, es unas 13,000 veces más grande que la Vía Láctea.
Con respecto a los efectos que tiene esta superestructura sobre todo lo que la rodea, Bohringer ha mencionado que “una estructura tan grande simplemente tiene que afectar su entorno, y comprender esos efectos es fundamental para entender el Universo”.
En otras palabras, que los físicos y astrónomos comprendan la influencia que tienen estructuras tan grandes como Quipu, partiendo de la idea de que el Universo es un todo donde cada parte afecta al conjunto, podría ayudarles a entender mejor cómo evolucionan las galaxias, así como a lograr un mayor entendimiento sobre los modelos cosmológicos actuales; también les permitiría mejorar la precisión de las mediciones que, gracias a instrumentos avanzados de observación, realizan.
En este sentido, las superestructuras afectan directamente cuestiones tales como la radiación de fondo de microondas. Dicha radiación es el remanente de la Gran Explosión -o Big Bang- que impregna todo el Universo y cuya presencia fue descubierta en los años sesenta por dos físicos estadounidenses: Arno Penzias y Robert Wilson.
Sobre esto, Bohringer ha comentado que “para determinar con precisión los parámetros cosmológicos, necesitamos comprender los efectos de la estructura local a gran escala del Universo sobre las mediciones de dicha radiación”.
Pero las superestructuras no solamente afectan a la radiación de fondo de microondas ya que, como también menciona este investigador, “estos efectos incluyen no solamente modificaciones del fondo cósmico de microondas, sino también distorsiones de las imágenes del cielopor el efecto de los lentes gravitacionales a gran escala, así como por la influencia de los movimientos de flujo a gran escala sobre las mediciones de la constante Hubble”.
Las lentes gravitacionales -un fenómeno descrito por la Teoría General de la Relatividad de Einstein- suelen producirse cuando, por ejemplo, una galaxia, al interponerse entre una estrella y otra galaxia, la luz que llega a la Tierra de esta segunda galaxia o de esa estrella, aparece distorsionada y magnificada(como si fuese una lupa) debido a las modificaciones ocurridas en la geometría del espacio-tiempo por la galaxia que se está interponiendo. Y las superestructuras, debido a su gran tamaño, podrían funcionar también como inmensas lentes gravitacionales.
La constante de Hubble, por su parte, a la que también alude Bohringer, es básicamente una unidad de medida –propuesta por Edwin Hubble en 1929– la cual utilizan los astrónomos para determinar la velocidad a la que el Universo se expande. Por lo tanto, las superestructuras también podrían tener un efecto directo sobre su tasa de expansión.
Por otro lado, todo apunta a que, al lograr tener una mayor comprensión de cómo afectan superestructuras como Quipu al entorno, los investigadores podrán tener no solamente una mejor comprensión sobre cómo se formó el Universo, sino también cómo las galaxias han ido evolucionando a lo largo del tiempo (porque recordemos que, a pesar de éste se expande y las galaxias se alejan unas de otras, existen, gracias a la gravedad, galaxias que se acercan unas a otras) y sobre todo qué es lo que sucederá con el Universo dentro de millones de años después de que éste se siga expandiendo y los astros comiencen a apagarse y, en definitiva, todo lo que nos rodea muy probablemente deje de existir.
Con respecto a lo que les depara a estas superestructuras, Hans Bohringer afirma que “en la futura evolución cósmica, éstas se desintegrarán en varias unidades que poco a poco se irán desintegrando. Por lo tanto, se trata de configuraciones transitorias que no durarán para siempre”.
Así, en el futuro, cuando seguramente los seres humanos ya no estemos presentes, muy probablemente el Universo adquirirá otra configuración. Afortunadamente, gracias a investigaciones como éstas, los científicos buscan intentar predecir su evolución y cuál podría ser su destino. El destino, finalmente, de la humanidad, de la Tierra y de todo aquello que nos rodea.
De ahí que este asunto tenga una importancia capital no solamente para la ciencia, sino también para el pensamiento y las ideas, pero, sobre todo, para hacernos más conscientes de que nuestra especie, a pesar de su pequeñez en comparación con el tamaño del Universo, paradójicamente no es insignificante ya que ha sido capaz de plantearse grandes preguntas y de seguir explorando de forma incansable, todo para saciar su ilimitada curiosidad que, al parecer, es innata.
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