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lunes, 23 de mayo de 2022

El cubo de Rubik

Nacido el 13 de julio de 1944, Erno Rubik, el creador del "cubo mágico", fue hijo de un ingeniero aeronáutico. Erno admiraba enormemente a su progenitor, del que dijo haber aprendido "mucho sobre el trabajo en el sentido de que es un proceso de creación que tiene un objetivo y un resultado positivo también. 

Tanto en sentido figurado como literal, mi padre era una persona capaz de mover una montaña. No había nada que le impidiera hacer lo que había decidido o llevar a cabo un proyecto, si era necesario incluso con sus propias manos. Ningún trabajo era indigno para él". 

Rubik estudió Escultura en la Universidad Técnica de Budapest y Arquitectura en la Academia de Artes Aplicadas y Diseño de la capital magiar. Uno de los pasatiempos preferidos del joven Erno era construir modelos geométricos. Fue gracias a ello que siendo profesor de Arquitectura en la Facultad de Artes Aplicadas de Budapest, en 1974, ideó un cubo hecho con veintisiete bloques de madera para enseñar a sus alumnos algunos conceptos de espacio y geometría tridimensional.

Originalmente llamado «cubo mágico», el rompecabezas fue licenciado por Rubik para ser vendido por Ideal Toy Corp. en 1980 y ganó el premio alemán a mejor juego del año en la categoría Mejor rompecabezas ese mismo año.

En un cubo de Rubik clásico, cada una de las seis caras está cubierta por nueve pegatinas de seis colores uniformes (tradicionalmente blanco, rojo, azul, naranja, verde y amarillo). Un mecanismo de ejes permite a cada cara girar independientemente, mezclando así los colores. Para resolver el rompecabezas, cada cara debe volver a consistir en un solo color.

Este juego de rompecabezas (que podemos encontrarlo en versiones de cubo de bolsillo, estándar o versión profesor) permite 43.252.003.274.489.856.000 permutaciones; y gracias a un algoritmo más moderno es posible resolverlo en tan solo 20 movimientos.

El cubo de Rubik ha sido sometido a diversos análisis matemáticos. En el año 2019 un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California logró crear un algoritmo capaz de resolver por sí mismo el cubo en el menor número de movimientos posible en el 60% de las ocasiones. De hecho, una de las grandes incógnitas del cubo, y que ha mantenido en vilo a los matemáticos durante décadas, es cuál es la cantidad mínima de movimientos necesaria para lograr resolverlo. Esta cifra se conoce como el Número de Dios. Según cuenta la web cube20.org, los movimientos necesarios para poder resolverlo serían veinte (entre estas posiciones existe una conocida como superflip en la cual las esquinas del cubo están en su posición correcta, aunque sus aristas estén orientadas incorrectamente).

Para construir su cubo, Rubik unió unos bloques de madera a unas gomas elásticas para que aquellos pudieran moverse sin que la estructura entera acabara desmoronándose. Finalmente las gomas se rompieron y Rubik se dio cuenta de las combinaciones que había podido realizar. El paso siguiente fue colocar papel adhesivo de distintos colores en cada uno de los seis lados del cubo y lo volvió a girar. Rubik estaba encantado con la gran variedad de combinaciones de colores que se había llegado a producir, pero también vio que nunca se podía volver al diseño original.

Nuevas modalidades

Del cubo de Rubik se han vendido millones de unidades en todo el mundo (aunque 50 millones de ellas fueron simples imitaciones no autorizadas). Asimismo han proliferado las publicaciones en las que se describe la mejor forma de lograr resolver el "cubo mágico". También han aparecido en el mercado muchas variantes del cubo original, incluida una que se conoce como "Cuboku", un híbrido entre el cubo de Rubik y el sudoku.

Alrededor del cubo de Rubik se ha generado una gigantesca comunidad de jugadores que intentan resolver tanto este como otros muchos modelos que han surgido en su órbita. 

Esta comunidad ha desarrollado el speedcubbing, una nueva modalidad que consiste en resolver el cubo de Rubik en el menor tiempo posible. Conocidos como speedcubers, sus miembros participan en competiciones oficiales que son reguladas por la World Cube Association

El cubo de Rubik ha sido protagonista incluso de películas. En el año 1997 se estrenó la película Cube inspirada en el popular cubo de Rubik, y en breve está previsto que Netflix estrene un documental protagonizado por dos de sus competidores más brillantes. Así, no podemos evitar preguntarnos lo siguiente: con los miles de tutoriales que aparecen en Internet y toda la bibliografía que se ha escrito sobre este tema, ¿en cuánto tiempo pensamos que seríamos capaces de resolver el cubo más famoso del mundo?
Hasta enero de 2009 se han vendido 350 millones de cubos en todo el mundo, haciéndolo el rompecabezas y el juguete más vendido del mundo.

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